Código
104415010605
Keynes es considerado uno de
los economistas más influyentes del siglo XX, su obra principal fue la teoría general del empleo, el interés y el
dinero en ella expuso sus opiniones sobre la teoría monetaria, el ciclo de
comercio, el empleo, entre otros temas; tuvo tanto impacto que muchos lo consideran el
fundador de la macroeconomía una de las
ramas de la economía encargada de estudiar sistemas económicos de una región o
país como un conjunto.
En tal obra desafía el
paradigma dominante del momento y hace una crítica a los clásicos. En este
escrito plantearemos una breve explicación de los dos postulados clásicos que
plantea en esta y como en el segundo
Keynes hace algunas rupturas; el primero El
salario es igual al producto marginal del trabajo, “esto es, el salario
real de una persona ocupada es igual al valor que se perdería si la ocupación
se redujera en una unidad (después de deducir cualquier otro costo que se evitara con la rebaja de la producción)
sujeto, sin embargo, al requisito de que la igualdad puede ser perturbada, de
acuerdo con ciertos principios, si la competencia y los mercados son
imperfectos” (Teoría General Pág. 26) En este caso, Keynes no discrepa con los
clásicos, debido a que comparte la idea de que en un corto plazo dada la
tecnología y el capital que tenga una empresa, a medida que el volumen de
ocupación aumente o el uso de recurso variable (mano de obra) se van a
presentar rendimientos marginales decrecientes que harán que a partir de cierta tasa de
producción la productividad marginal empiece a disminuir, por ende los
empresarios contratarán trabajadores en el punto en que el ingreso (producto marginal del trabajo) y el costo
(salario real) que le genera esa última unidad contratada sean iguales, debido a esto un incremento en el
empleo solo es posible de una disminución del salario real; este nos da la curva
de demanda de ocupación
El segundo postulado, la utilidad del salario, cuando se usa
determinado volumen de trabajo, es igual a la desutilidad marginal de ese mismo
volumen de ocupación. “por desutilidad
debe entenderse cualquier motivo que induzca a un hombre o a un grupo de
hombres a abstenerse de trabajar antes que aceptar un salario que represente
para ellos una utilidad inferior a cierto límite” (teoría general pág. 26) este
nos explica que las personas van a aceptar un salario siempre que se les
compense el dolor o la insatisfacción que ocasiona renunciar al ocio o estar en el trabajo correspondiente. Se
habla básicamente de trabajo voluntario y no involuntario, cuando el desempleo surge porque
las personas no aceptan trabajar por un salario que no llena sus
expectativas, es decir si la utilidad marginal del trabajo no iguala a la desutilidad marginal del trabajador. Da la curva de
oferta de ocupación.
Sin embargo Keynes rechaza de
manera definitiva la validad de este
postulado porqué si bien es compatible con las formas de desempleo neoclásico
no lo es con la existencia de un desempleo “involuntario”. También lo hace con
la afirmación de que una disminución del salario real, por un aumento en los
precios, cuando los salarios nominales
permanecen inalterados, forzaría una disminución de la oferta de trabajo
al nivel del salario corriente, abajo del volumen de empleo anterior a la
subida de los precios, así mismo con el hecho de que un trabajador se retiraría
del mercado si el costo de vida se elevara. Keynes plantea que cuando los
salarios disminuyen, ni los empleados o no empleados reducirían su oferta de trabajo e incluso estarían
dispuestos a trabajar por un salario más bajo, en otras palabras cuando el
salario real disminuye algunos trabajadores podrían observar que la utilidad
que les da el ocio es mayor, por lo cual podrían abandonar sus trabajos, en
tiempos de inflación, deberían hacerlo también, pero esto normalmente no
sucede, se pueden resistir a tener que soportar una baja en su salario nominal,
no abandonan los empleos cuando baja su poder adquisitivo. Cabe añadir que
tienen en ocasiones la condición de fijar sólo su salario nominal pero en
ninguna su real, debido a que éste último depende de los precios de los bienes
determinados en el mercado.
Los empleados no pueden
modificar a su gusto el precio de su fuerza de trabajo, si aceptan una baja en
sus salarios, entonces el costo de contratación también lo hace y los precios
de los bienes producidos igualmente, es decir nada queda definido porque los
precios disminuyen y el salario real
permanecería constante. Además de eso los clásicos establecen el salario
real, para Keynes solo se puede estipular el nominal, ya que estos coincidirían
sólo en una economía neutral.
Keynes innovó por plantear que el desempleo puede surgir
de una insuficiencia de la demanda y no
al desequilibrio en el mercado de trabajo, pero también por todas sus teorías que le hacen llamar el
padre o fundador de la macroeconomía por
su papel en la crisis de la gran depresión en los años 30 y sus importantes
obras.