lunes, 31 de octubre de 2016

¿Qué determina la tasa de interés?



Johana Marcela Castillo Rivera
Cuando Keynes nos habla de la teoría general de la tasa de interés, da a conocer la visión que tiene él con respecto a lo que han planteado los clásicos y es claro que encuentra algunas diferencias las cuales las expone y explica, mostrando una manera coherente y que en la actualidad se toma.
Ahora bien Keynes nos deja claro que “la curva de eficiencia marginal del capital rige los términos en que se demandan los fondos disponibles para nuevas inversiones; mientras que la tasa de interés rige las condiciones en que se proveen corrientemente dichos fondos” [Keynes, 1936, pág. 150] es decir, que la eficiencia marginal del capital es la variable que influye para poder saber si los inversionistas toman la decisión de invertir y que la tasa de interés es esa variable que define las condiciones que suministran dichos fondos, por lo que Keynes plantea que es necesario saber qué es lo que determina la tasa de interés, y como es sabido los clásicos ven la tasa de interés como el precio que tiene el dinero y con ese se establece cuál es el monto dispuesto a ofrecerse  y cuánto se está dispuesto a demandar en la economía. Sin embargo, Keynes no está conforme con ese planteamiento, ya que él dice que los agentes toman decisiones y estas pueden determinar la tasa de interés.
Por lo que él nos muestra que los agentes a partir del ingreso con el que cuentan deciden cuánto es lo que van a destinar al consumo, el cual puede ser considerado con la propensión marginal al consumo, y después de haber considerado el consumo el individuo piensa cuánto del poder adquisitivo será lo que se destinará al ahorro, luego el agente conservara el poder adquisitivo de consumo futuro, el cual decidió conservarlo. Y aunque los clásicos piensan que el ahorro es lo que queda después de haber destinado parte del ingreso al consumo, Keynes da a conocer que ellos solo vieron hasta ese punto y que no se preguntaron por el monto que destinan los agentes al consumo futuro por medio del ahorro presente, es decir que no se preguntaron cuál era la forma en que iban a mantener el poder adquisitivo para conseguir el consumo futuro. Ahora, una forma de explicarlo es la manera en que un individuo tiene una preferencia por la liquidez, coloca su dinero en cuentas de ahorro o invierte en un negocio. Pero lo que Keynes quiere dejar claro es que la tasa de interés no es una recompensa al ahorro como lo ven los clásicos, pues la tasa de interés es esa compensación por no haberse quedado con el dinero, y haberla metido en el sistema financiero con el fin de obtener ganancia por medio de la tasa de interés. Pero hay que tener claro que un alza o baja de la preferencia por la liquidez se da una vez conocida la tasa de interés.
Un ejemplo es que una persona estará dispuesta a colocar su dinero en el sistema financiero cuando la tasa de interés es alta, porque sabe que podrá conseguir más dinero del que coloco en el sistema, mostrando que hay una baja en la preferencia por la liquidez. Por el contrario si la tasa de interés es baja, la preferencia por la liquidez aumenta, ya que si a esa persona le sale un negocio para invertir, entonces se le hará más fácil invertir ese dinero que tiene a la mano por decirlo así, que tener una mala rentabilidad por la tasa de interés baja, es decir que hay una preferencia por la liquidez, debido a que existe una incertidumbre, la cual define si se prefiere o no la liquidez.
Ahora bien, hay una oferta monetaria Keynesiana que nos muestra que la cantidad de dinero que se necesita en una economía, está en función de la preferencia por la liquidez dependiendo de la tasa de interés y nos dice cómo la cantidad de dinero que se coloque en la economía va a ingresar en el sistema económico. Por otro lado cuando tenemos una preferencia bastante alta por la liquidez, es claro que la autoridad monetaria va a colocar más dinero en la economía por lo que si hay más dinero, hay una baja en la tasa de interés, provocando otra preferencia alta por la liquidez. Así que el público está reteniendo mucho más dinero, ya que él tiene claro que lo va a gastar en el corto plazo o ya tiene claro que es lo que hará con ese dinero. Por lo que tenemos una curva de preferencia por la liquidez la cual liga la cantidad de dinero con la tasa de interés, mostrando que si se aumenta la cantidad de dinero, la tasa de interés disminuye y la preferencia por la liquidez se incrementa y viceversa.
Sin embargo, Keynes contradice algunos fundamentos clásicos, el primero es el que acabe de mencionar, ya que los clásicos afirman que si la cantidad de dinero en la economía aumenta, la tasa de interés tiende a bajar, pero esto no ocurrirá si la preferencia por la liquidez alta es mayor a la cantidad de dinero que hay en una economía. Mirando a los clásicos cuando hay demasiado dinero en la economía, se supone que la tasa de interés disminuye, pero aunque la autoridad monetaria coloque mucho dinero en la economía, las personas están reteniendo su dinero porque consideran que la tasa de interés en el futuro va a ser más alta y entre mayor dinero retenga cuando coloque ese dinero en el sistema financiero tendrá mayores ganancias, así que en la circulación habrá poco dinero, haciendo que su supuesto no se cumpla. El segundo, es que una baja en la tasa de interés incrementa la inversión, pero esto no se dará en el caso de que una baja eficiencia marginal del capital sea mayor a la tasa de interés, quiere decir que si hay una eficiencia marginal baja, no es una inversión que genere ganancias y por ende lleva a que si la tasa de interés baja, no se da una alza en la inversión. La tercera que ve Keynes es que los clásicos dicen que un incremento en la inversión provoca inmediatamente un incremento en el nivel de ocupación pero este no ocurre si pasa que la propensión marginal al consumo va en descenso, un ejemplo de esto sería que si se coloca la producción en el mercado, y las personas han disminuido su consumo, es decir, la propensión al consumo va en descenso, así que no compraron toda la producción que se colocó provocando pérdidas y aumento en los costos, por lo que el productor no generara una nueva inversión y por ende no se generaran nuevos niveles de ocupación. Finalmente la última objeción seria que si el empleo se incrementa, los precios tienden a subir, esto se debe a que un incremento en el nivel de ocupación, hace que se aumenten los precios debido a la función de oferta, ya que habrá más demanda de mano de obra siendo estos demandantes más atractivos y haciendo que la propensión de los salarios se incrementan en términos nominales, y tal cual como lo dice Keynes “cuando la producción ha aumentado y los precios han subido, el efecto de esto sobre la preferencia por la liquidez será aumentar la cantidad necesaria de dinero para mantener una tasa dada de interés” [Keynes, 1936, pág. 156] En conclusión, es importante la forma en que Keynes nos da respuesta de lo que en realidad determina la tasa de interés, la cual está regida por la preferencia por la liquidez y la cantidad de dinero, medida en unidades de salarios. Además, es importante cuando determina la tasa de interés por medio de las decisiones que toman los agentes económicos, ya que esta es una forma diferente de concebirla.



Bibliografía
Keynes, John Maynard. Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero. Fondo de cultura económica. 1936. Capítulo 13







DIFERENCIAS EN LA TEORIA DEL INTERES DE LOS CLASICOS, LOS NEOCLASICOS Y KEYNES


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Keynes en su libro teoría general de la ocupación, el interés y el dinero se refiere a los clásicos y a los neoclásicos indistintamente, es decir, asume que estas dos corrientes de pensamiento económico, están unidas en un solo grupo. Sin embargo ya en la teoría del interés es importante diferenciar lo que proponen los clásicos y los neoclásicos pues discrepan con respecto a este tema.
Los clásicos asumen que el ahorro es igual a la inversión  mientras que los neoclásicos proponen que estas dos variables pueden ser desiguales. Estos primeros también afirman que la economía se mantiene en equilibrio cuando no existe la intervención del estado, Smith lo justifica con la mano invisible del mercado que hace que la oferta sea igual a la demanda.
Existen en la economía dos clases de agentes, los agentes económicos superavitarios que son quienes obtienen ingresos que superan lo necesario para la satisfacción de sus necesidades y el monto restante después del consumo lo destinan al ahorro y por otro lado están  los agentes económicos deficitarios es decir quienes poseen ingresos inferiores a los que requieren para la satisfacción de sus necesidades. De este modo los primeros ofrecen dinero mientras que los segundos demandan dinero para invertir y de este modo generar una ganancia que les permita pagar el dinero que se les ha prestado y por otro lado satisfacer sus necesidades.
Así pues,  el ahorro es igual a la inversión. Si se ofrece una cantidad de dinero inferior a la que se demanda la tasa de interés sube y las personas optaran por ahorrar lo que provocara que el consumo se vea disminuido ya que el ingreso es constante. Sin embargo al haber tanta demanda de dinero se empezara a ofrecer una cantidad mayor lo que hará que el precio de este caiga hasta llegar al punto de equilibrio.
Los neoclásicos dicen que lo que se demanda y se ofrece no es dinero sino bienes prestables, estos a diferencia del dinero que en los clásicos se destina a la inversión pueden ser utilizados para la inversión pero también  para el consumo. “La inversión representa la demanda de recursos invertibles y los ahorros son la oferta de esos recursos destinados a la inversión”.
Ya para Keynes la liquidez  tiene una estrecha relación con la tasa de interés en tanto que la liquidez permite tomar decisiones en el presente. Su percepción acerca de  la tasa de interés es que esta puede ser entendida como la relación entre el deseo de efectivo y la cantidad de efectivo. “La tasa de interés es la recompensa por privarse de la liquidez”. Cuando el deseo de efectivo es igual a la cantidad de efectivo ocurre el punto de equilibro. Si el deseo de efectivo es mayor a la cantidad de efectivo la tasa de interés baja, si por el contrario, este deseo de efectivo es menor a la cantidad del mismo la tasa de interés aumenta. Cuándo la tasa de interés baja los agentes económicos van a tener un mayor deseo por la liquidez, es decir, no hay incentivo para ahorrar. Si ocurre que la tasa de interés suba estos agentes  van a preferir ahorrar.
De este modo tenemos que la preferencia por la liquidez es un factor psicológico que se genera una vez conocida la tasa de interés; esta fija la cantidad de dinero que las personas conservaran. Así la cantidad de dinero es igual a la tasa de interés que está en función de la preferencia por la liquidez.
M=L(r)
M: Oferta monetaria
L: función de preferencia por la liquidez
r: Tasa de interés  
Cuando aumenta el precio de los bienes de capital, se incrementa la eficiencia marginal del capital. Para Keynes si la preferencia por la liquidez es alta, entonces circula menos dinero porque los agentes están reteniendo ese dinero que se está ofreciendo.  
De acuerdo con lo establecido anteriormente se tiene que mientras los clásicos asumen que el dinero que se presta se destina a la inversión los neoclásicos se percatan de que no todo se destina a inversión, algunas personas pueden preferir consumir por esto en lugar de generar su teoría alrededor de la oferta y demanda de dinero la efectúan refiriéndose a la oferta y demanda de fondos prestables. Keynes por otra parte advierte la importancia de la liquidez y añade la variable psicológica conocida como la preferencia por la liquidez y tiene en cuenta la eficiencia marginal del capital.


DEL ANÁLISIS CLÁSICO VS KEYNESIANO FRENTE A LA TASA DE INTERÉS



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Sabemos ya muy bien que el desarrollo de la teoría clásica se basó primordialmente en la aplicación del “laissez faire”, con base en lo cual los autores clásicos consideraban que los ciclos económicos consistirían en procesos naturales de ajustes que no requieren ninguna intervención por parte del Estado pues, según su famosa Ley de Say, los mercados de bienes y servicios estarían necesariamente en equilibrio constante. Asimismo, según su análisis del mercado de dinero, o mercado monetario, el ahorro sucederá por cuenta de la parte de la renta que no se destine a consumo inmediato, y tal ahorro regresará a la economía como inversión a través de la solicitud de préstamos. La tasa de interés pagada por los prestatarios a los que ahorran, garantiza que no haya ahorros no utilizados. De tal manera, el mercado de dinero llegaría al equilibrio mediante un ajuste en la tasa de interés. Ahora bien, otra cosa que sabemos es que la teoría keynesiana de la ocupación se desarrolla a partir de una crítica muy elaborada hacia los preceptos de la teoría clásica. En este caso pasaremos a revisar, con cierta brevedad, la crítica relacionada con el mercado de dinero y la tasa de interés.
Keynes defiende la tesis de que ahorradores e inversores mantienen planes incompatibles, razón por la cual lo más posible es que no llegue a establecerse el equilibrio en el mercado de dinero. Nuestro célebre “padre de la macroeconomía” se esforzó en demostrar que los dos agentes mencionados no siempre se relacionan, existe entre ellos una intermediación: los bancos. Al sucederse una recesión, aunque la tasa de interés sea muy baja, la inversión puede no igualar al ahorro ya sea porque los prestatarios no tienen muchas perspectivas de venta, o porque los bancos no se animan a prestar por miedo al riesgo, o quizá porque los potenciales ahorradores prefieren esperar a que la tasa de interés esté más elevada. Tal sería la causa de la denominada trampa de liquidez que, como lo dijo nuestra profesora, explica porqué una parte de los ahorros se hace improductiva.
Entonces, en perspectiva keynesiana, la tasa de interés no sería el precio que equilibra la demanda de inversiones y el ahorro, como lo pretendían los clásicos, la tasa de interés es más bien la variable que define la cantidad de fondos disponibles para llevar a cabo las inversiones, y la eficiencia marginal del capital, la que incentiva a los empresarios y determina el volumen de las inversiones, tal como ya lo hemos visto. Lo anterior significa que la tasa de interés se fija en el mercado de dinero, es decir depende de la interacción entre la oferta de dinero y la preferencia por la liquidez o demanda de dinero.
Vemos pues que Keynes efectúa su crítica a la propuesta clásica por el lado de la oferta de fondos prestables, más que por la demanda de las inversiones. Sostiene que la tasa de interés no está en capacidad de determinar el nivel de ahorro de las personas o las familias, y en realidad, lo que influye en este particular es el nivel de ingreso habiendo teniendo previa cuenta de la propensión marginal al consumo y considerando que a mayor ingreso: mayor ahorro. En ese sentido, y vale reiterarlo, la tasa de interés quedaría indeterminada si sólo se tuviera en cuenta la demanda de inversión o los ahorros disponibles para la inversión. A juicio de Keynes, esos no son los únicos factores que influyen en la tasa de interés, especialmente si se considera que la propensión marginal al consumo define la parte del ingreso que va a destinarse al consumo y que el monto restante del ingreso no necesariamente sobrevendrá en inversión dado que existe una ley psicológica importante que influye en la toma de decisiones de los individuos respecto a qué porcentaje de ese residuo del ingreso debería permanecer atesorado para posibles imprevistos o transacciones urgentes. En otras palabras, una vez la persona ha tomado la decisión referente al consumo inmediato, le surge una siguiente cuestión acerca de la forma en que debería conservar el poder adquisitivo de consumo futuro que ha reservado. Podría conservarlo en forma de poder adquisitivo líquido, o sea en dinero efectivo, o también podría decidir desprenderse por cierto periodo de tiempo de poder adquisitivo inmediato dejando que una situación futura del mercado fije las condiciones en que puede, de ser necesario, recuperarlo en forma de activos líquidos nuevamente. La solución a tan importante disyuntiva vendrá dada por la tasa de interés, pues ella es la principal encargada de indicar a las personas qué tan atractivo sería invertir en activos financieros, todo depende de las ganancias que la tasa de interés prometa reportarle si renuncia a su preferencia por la liquidez.
Es importante resaltar en este punto que la teoría keynesiana contempla tres razones específicas que estimulan la preferencia por la liquidez, una de ellas consiste en el motivo transacción, es decir “la necesidad de efectivo para las operaciones corrientes de cambio personales y de negocios”; otra es el motivo precaución, o “el deseo de seguridad respecto al futuro equivalente en efectivo” y por último el motivo especulación, que se define como “el propósito de conseguir ganancias por saber mejor del mercado lo que el futuro traerá consigo…” Podemos percibir a partir de lo anterior que es el tercer motivo de preferencia por la liquidez el que depende concretamente de la tasa interés en virtud de que la especulación y las expectativas, como ya lo había explicado en un anterior texto paralelo, revisten una influencia tan poderosa como para ser el móvil de las ambiciones y por lo tanto de las apuestas de las personas a invertir en activos financieros o por el contrario, conservar el dinero en efectivo.

En síntesis, según Keynes siempre existirá un restante del ingreso total posterior al consumo, y la diferencia entre estos dos montos va a ser mayor conforme aumente el ingreso total, lo cual significa que el ahorro depende del ingreso total y no exclusivamente de la tasa de interés como expuso la teoría clásica. En el ámbito especulativo la tasa de interés será la señal que permita fijar la distribución entre efectivo y activos que generen ganancias. Precisamente el mérito de Keynes consiste en haber incorporado otras variables al análisis económico, variables que quizá sus antecesores no percibieron relevantes o no percibieron en absoluto, lo cual siempre será beneficioso para el objetivo de lograr resultados lo más aproximados posibles a la realidad. Un buen nivel de detalle es significativo, a pesar de que no sea posible integrar con completa exactitud cada detalle de las prácticas económicas reales.

EFICIENCIA MARGINAL DEL CAPITAL ≠ TASA DE INTERÉS


Desde el inicio de la teoría se ha planteado un problema, el de deficiencia de demanda efectiva pues como sabemos la magnitud de los ingresos que se reciben cuando incrementa el nivel de ocupación son mayores que lo que efectivamente se consume o demanda en una economía, por ello Keynes propone que tal insuficiencia debe ser compensada con nuevas inversiones, las cuales absorban el excedente de la producción que se oferta en tal mercado producto de ese determinado nivel de ocupación, pero la inversión, puede entenderse de muchas formas, como por ejemplo incrementar el nivel de existencias de productos terminados o compra de propiedades y bienes muebles e inmuebles, etc. pero aquí la inversión relevante es la inversión que realizan empresarios en fábricas, construcciones,  en maquinarias, y otras formas en compras de bienes de producción o capital, pero estas inversiones también están sujetas a las expectativas, pues se esperara de ellas un rendimiento el cual está sujeto a apreciaciones que pueden ser no muy acertadas del futuro, por lo cual las inversiones pueden verse afectadas por grandes fluctuaciones. 
Los empresarios por tanto demandaran dinero hasta el punto en que el rendimiento esperado o probable de las nuevas inversiones en bienes de capital, definición de  Keynes sobre eficiencia marginal de capital sea igual al precio del dinero que tomaron en préstamo, es decir la tasa de interés, pero estos dos conceptos eficiencia marginal del capital y tasa de interés no se deben tomar como iguales, es decir cada uno tiene una definición y tiene un comportamiento que debe ser diferenciado y que es el objeto de este escrito:
La eficiencia marginal del capital entonces es “una relación entre el rendimiento probable de un bien de capital y su precio de oferta o costo de reposición” [Keynes 1936, 123] es decir que la eficiencia marginal de capital dependerá directamente de los rendimientos esperados de una determinada inversión sobre aquel precio que motiva a los oferentes de bienes de capital a producir una unidad más de estos bienes, es decir el precio marginal o mínimo que aceptaría el fabricante de un bien de capital  para producirlo y mantenerlo en el mercado, esto dará como resultado una tasa de descuento, es decir una tasa que nos permite igualar a el valor presente neto las anualidades, los rendimientos que esperamos del bien de capital en un periodo determinado a el precio de la oferta o costo de reposición, por ejemplo si se invierte en una nueva maquinaria para un almacén de cadena $30.000.000, dinero producto del financiamiento, a una tasa de interés de 1% y se espera que anualmente  rente $15.800.000, suponiendo que la pérdida de valor del dinero en el tiempo debido a la inflación, la depreciación y  algunos otros gastos sean de $800.0000 dando como resultado un rendimiento neto de $15.000.000 anuales:
Eficiencia marginal del capital= rendimiento o anualidad esperado             = $15.000.000          = 0.5
                                                               Precio de la oferta o costo de reposición       $30.000.000

La eficiencia de este bien de capital será del 5% el cual nos indicara que es la tasa de rendimiento más elevado que puede tener este bien, de esta forma, el criterio para seguir invirtiendo en la  nueva maquinaria o bien de capital de acuerdo con Keynes será hasta que la eficiencia marginal del capital que ahora es 5% disminuya hasta que iguale al 1% es decir la tasa de interés, esto debido a que los empresarios que decidan invertir en el bien esperan que el rendimiento que le genere esta inversión supere o por lo menos sea igual al costo o precio del dinero en préstamo, cuando estas tasas se igualen esto indicara un límite para la inversión en este bien, de otra forma cuando los inversionistas poseen el dinero para la inversión y el rendimiento que esperan de esta es inferior a la tasa de interés, preferirán entonces llevarlo al instituciones financieras y ganar tal tasa de interés, pues les será más rentable.
De esta forma la tasa de interés y la eficiencia marginal del capital tienen una relación que podríamos tomarla como inversa, donde el punto de equilibrio será la igualación de las dos tasas, por tanto si la eficiencia marginal del capital disminuye la tasa de interés aumentara, si la eficiencia marginal del capital aumenta, la tasa de interés va a disminuir, esto se debe a interacciones entre la oferta y la demanda que se da en el mercado de bienes de capital, pues si se espera que un bien de capital sea muy rentable, la demanda de este bien se incrementara, muchos inversionistas querrán ganar tal rentabilidad, este incremento en la demanda superara la oferta del bien y por tanto los precios de oferta del bien aumentaran, es decir el costo de reposición al que hay que llevar las anualidades a valor presente serán mayores, afectando eficiencia marginal del capital de manera que esta va a disminuir hasta ser igual a la tasa de interés, por otra parte si las tasas de interés se elevan, elevaran también los costos o gastos que tendrán que descontarse de las anualidades las cuales tienen relación con la eficiencia marginal del capital.
Expuesta entonces la eficiencia marginal del capital y su relación con la tasa de interés, podemos ver que no son lo mismo, la tasa de interés no afecta directamente a la eficiencia marginal del capital pero si de manera indirecta cuando la inversión se ha hecho a través de préstamos financieros, Keynes entonces nos explica la relación de estas tasas pero también sus diferencias, ya que se puede obtener para cada uno de los bienes de producción una curva de eficiencia marginal del capital y esta nos dice o nos permitirá conocer el criterio para demandar fondos disponibles o lo que denomina Keynes los fondos prestables para llevarlo a las nuevas inversiones en bienes de capital, a diferencia de la tasa de interés la cual da criterio de decisión para que tales fondos se provean corrientemente.
Por tanto la tasa de interés será otro factor al igual que la eficiencia marginal del capital que determinaran el volumen de inversión en una economía, dos tasas diferentes. La tasa de interés por su parte dependerá de las decisiones de los agentes económicos pues estos deciden la proporción de sus ingresos que destinan al consumo teniendo en cuenta los factores sicológicos,  esto al igual que el ahorro y las formas de poder adquisitivo de consumo futuro que los consumidores reservan como por ejemplo  la preferencia por la liquidez que también se toma como variable sicológica,  la cual es de vital importancia para el análisis de la tasa de interés que nos propone Keynes, este concepto puede definir la tasa de interés, pues según Keynes es la recompensa por privarse de la capacidad para tomar decisiones en el presente que tengan que ver con dinero efectivo, es decir privarse de la liquidez, por tanto podemos concluir que la situación de la preferencia por la liquidez es decir el deseo de los agentes de mantener su riqueza en forma de dinero es la demanda del dinero y la cantidad de efectivo es decir los fondos en forma de papel moneda, en forma de monedas y depósitos bancarios que tienen el público es la oferta de dinero, que al igual que la teoría de mercado donde se definen de los precios por la interacción de la oferta y la demanda, la interacción entre la preferencia por la liquidez y la cantidad de efectivo nos dará como resultado el precio del dinero, la tasa de interés. Este concepto, tasa de interés  es desarrollado por Keynes desde un análisis y perspectiva diferente a la tradicional donde se habían dejado por fuera variables importantes  no consideradas y que como vimos son relevantes para llegar a una solución completa de la insuficiencia de demanda efectiva, variables como la preferencia por la liquidez tomada también como variable sicológica, las cuales se mantienen en los análisis económicos hasta la actualidad, algo diferente a lo que conocemos como ahorro y como atesoramiento.
De esta forma podemos ver que la eficiencia marginal del capital que a pesar de ser una tasa de descuento, tiene profundas diferencias con la tasa de interés desde una perspectiva keynesiana.

Bibliografía
Keynes, John Maynard. Teoría General de la Ocupación, el interés y el dinero. Fondo de Cultura económica. 1936


¿CUÁL ES LA PREFERENCIA POR LA LIQUIDEZ?


Como primera medida cabe la pena aclarar que aquella preferencias por la liquidez se hace efectiva una vez que se conozca la tasa de interés y por ende es una tendencia que fija  una cantidad de dinero que el público conservara una vez tenga el conocimiento de dicha tasa (i), aparte de esto existen diferentes preferencias o motivos por los cuales se elige la liquidez; inicialmente están los motivos transacción, donde se prefiere tener a mano el dinero más que tenerlo en el banco para operaciones corrientes de cambios personales, reservas de valor y de motivos de negocios; también los motivos precaución en donde lo que se quiere es tener seguridad a futuro en efectivo y por último el motivo especulativo, el cual tiene el propósito de obtener ganancias permitiendo prever el futuro del mercado y lo que este traerá consigo, aunque todos se encuentran sujetos a la tasa de interés o bueno, generalmente es así por la preferencia a la liquidez pero es este último motivo el más sensible a las variaciones del mercado que los demás ya que está colocando en juego un dinero basa que puede perder o ganar en minutos por una inversión (generalmente puede ocurrir en casos de corredores de bolsa, en donde arriesgan todo en minutos, perdiendo no solo ellos, sino que también pueden hacerle perder a una empresa), por lo cual si se analiza una tasa de interés con disminuciones el deseo de querer la liquidez es mayor que la cantidad de esta, en sentido inverso si se tiene un alza en la tasa de interés el deseo es menor que la cantidad, por lo tanto la cantidad de dinero que se tenga en la economía combinada con la preferencia por la liquidez determinan la tasa de interés en circunstancias dadas.
Si alguien tiene una expectativa favorable a futuro de la (i) entonces se tienen motivos para querer conservar su dinero líquido (i = M/ r) en donde i es la suma de dinero que se obtiene por desprenderse de la cantidad de dinero (M) a cambio de una deuda durante un periodo determinado, también se puede entender como la medida de renuncia de aquellos que poseen una cantidad de dinero y desprenderse de aquel poder líquido que tienen o aquel precio que equilibra los deseos de conservar la riqueza en efectivo con la cantidad. Por cada incremento en la cantidad de dinero elevara el precio de los valores, entendidos como los bienes de capital (donde se analiza el costo de reposición en los precios), para poder rebasar las expectativas de los inversionistas, lo que quiere decir que un incremento en las acciones van a incrementar la (i) exigiéndole mayores resultados a la eficiencia marginal del capital (e).
Al tratar la curva de preferencia por la liquidez liga la cantidad de dinero con la tasa de interés, en donde una disminución en la (i) se reflejaría de manera inversa en la cantidad de dinero, incrementándola (M), esa misma relación se refleja en la preferencia por la liquidez (L) respecto a la tasa de interés (de manera inversa) debiéndose esto al motivo transacción, ya que las expectativas que se tienen frente al futuro de la (i) son diferentes a las del mercado, si se incrementa (M) y disminuye (i) no sucederá siempre y cuando el incremento en (L) > M; si disminuye (i) entonces tendrá un efecto de incrementar (I) lo cual no sucedería si la disminución de (e) > i y en última instancia si incrementa (I) eso incrementara (n) lo que no sucede si la propensión marginal al consumo va disminuyendo; y si se incrementan (n) también se incrementara (P) por la función de oferta y la propensión de salarios se incrementara en términos nominales.
También es válido aclarar que (i) no es la recompensa al ahorro o a la espera como tal, sino es la recompensa por privarse de la liquidez, en otras palabras por disminuir sus deseos de la preferencia por la liquidez, postergando consumos a corto plazo (consumo hormiga, disfrute, generosidad, etc.), aunque en los casos de las empresas, ellos no se pueden privar de esta preferencia por la liquidez ya que deben prever ciertos costos de los que no se pueden eximir, o simplemente ahorrar una parte del ingreso para futuras planeaciones, no solo en su empresa, sino que también por futuras inversiones que se planean realizar. El hecho de que se pretendan realizar futuras inversiones, afectaría el nivel de ocupación, lo que conllevaría a un incremento en la remuneración de las personas, lo que incrementaría el consumo y por ende incrementaría el hecho de ahorrar (en sentido financiero), también debería existir un incentivo a la inversión lo que implicaría que la (i) seria baja para que esto se realice, pero si se incentiva la (I) bajando la (i) ¿Qué incentivo tendrían los ahorradores o consumidores para realizarlo, pero si se incrementa (i) la (I) disminuiría, entonces a que parte se incentiva?
¿Si las empresas necesitan cierta base de liquidez, para poder solventar costos imprevistos o la tributación de renta, los consumidores también deberían tener guarda una parte de su ingreso para la previsión de necesidades imprevistas?

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¿Cuáles serán las diferencias entre la teoría clásica del interés y lo propuesto por Keynes?


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Los clásicos estaban bajo la concepción del liberalismo económico, es decir, la libertad como máxima expresión, lo que significa que esta economía clásica era una economía de mercado, aquí aparece algo muy significativo de Adam Smith que lo que se conoce como la mano invisible del mercado. La postura clásica no estaba a favor por así decirlo de la intervención del estado, por lo tanto todo debería estar en función del mercado ya que este se regulaba por si solo y podría llegar a un equilibrio en la economía, es decir en donde la oferta sea igual a la demanda, pero como los clásicos estaban convencidos de la dinámica del mercado, para alcanzar este equilibrio se tienen en cuenta, el mercado de bines y servicios en donde se hace posible gracias a la relación que existe entre los pecios y las cantidades de mandadas ; el mercado de trabajo en donde la relación entre precio y cantidad para este tipo de mercado está expuesto de la siguiente manera, en este tipo de mercado, las cantidades harán referencia al nivel de ocupación o empleo y el precio se referenciara en el salario de dicho nivel de ocupación; otro tipo de mercado que se encuentra en una economía es el mercado de dinero, en donde las cantidades de este mercado hacen alusión a la oferta monetaria  que se encuentra dentro de la economía y los precios harán alusión a la tasa de interés; por otra parte existe también el mercado cambiario, en donde las cantidades harán mención a las divisas y el precio se referirá a la tasa de cambio. En la economía clásica quien tiene el dinero es el ahorrador, en esta economía oferta de dinero será igual al ahorro, lo que implica que la oferta de dinero sea igual a demanda de dinero, en donde lo oferentes de dinero serán aquellos que tienen el dinero , es decir, serán los ahorradores, por lo que esos serán superavitarios de dinero, aquellos deficitarios de dinero , esos demandantes de dinero estarán dispuestos a pagar el dinero (I): capacidad de generar una rentabilidad que le permita pagar la demanda de dinero. Si la tasa de interés sube, disminuirá la demanda de dinero, pero, aumentara la oferta de dinero lo que llevara a aumente y hallan incentivos para ahorrar, por otro lado, si la tasa de interés disminuye, se incrementara la capacidad de generar demanda y disminuirá el ahorro o el incentivo al ahorro, cuando hay mucha demanda de dinero pero poco dinero ofreciéndose hará que la tasa de interés aumente y crezca el incentivo al ahorro. Para los clásicos el ahorro es igual a la demanda dinero, es decir esa oferta de dinero (superavitario de dinero) sea igual a demanda de dinero (deficitarios de dinero).
Para los neoclásicos el ahorro que es la oferta de dinero(S) puede ser desigual a la demanda de dinero (I),  aquí esto se da a través del mercado de los fondos prestables en donde (S): será la oferta de fondos prestables e (I): será la demanda de esos fondos prestables. La inversión representa la demanda de los recursos invertibles y los Ahorros la Oferta, por lo tanto, el interés es el precio pagado por el uso del capital en cualquier mercado. La tasa de interés puede influir sobre la parte ahorrada de un determinado ingreso.
Para darle desarrollo y conclusión  al interrogante que se ha planteado en este escrito de cuáles serán las diferencias entre la teoría del interés clásica y lo propuesto por Keynes para Keynes dada la curva de la eficiencia de marginal de capital, la influencia de las variaciones en la tasa de interés sobre el ahorro (S), partiendo de un nivel de ingreso y la tasa de interés deben tener una correlación única. Entonces si sube en Keynes la tasa de interés dado un nivel de ocupación , el ingreso se destinara a consumo e inversión, en donde al ahorrar mas , al incrementar su ahorro, disminuirá el consumo, es decir, si una persona destina si ingreso en mayor proporción al ahorro su consumo disminuirá, mientras que los clásicos decían que si aumentaba la tasa de interés las motivaciones para ahorrar aumentarían y disminuiría la demanda de dinero, esa sería la diferencia que se evidencia en cuanto a la teoría del interés clásica y lo propuesto por Keynes.  
                                                                                                                                                                                                             



¿CÓMO SE AFECTAN LOS PRECIOS ANTE EL INCREMENTO DE LA OFERTA MONETARIA?


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En el siguiente texto se tratará de resolver la pregunta planteada desde una perspectiva en la teoría de Keynes, recordando que para él se necesitaba visualizar los problemas y soluciones tanto desde la óptica de la oferta, como ya lo hacían los clásicos, como desde la demanda, que es en lo que enfatiza Keynes.
En primer lugar es necesario destacar la propuesta keynesiana ante la oferta monetaria y los precios en la economía, para esto Keynes identifica que el nivel general de precios depende tanto de lo que sucede a nivel micro, es decir la remuneración a los factores de producción que se incorporen en el costo marginal, como a nivel macro, que sería la tasa de remuneración a los factores en forma general.
Para demostrar que el aumento en la cantidad de dinero no necesariamente significaría incremento en los precios, Keynes (1936) enuncia su teoría cuantitativa así "Mientras haya desocupación, la ocupación cambiara proporcionalmente a la cantidad de dinero; y cuando se llegue a la ocupación plena, los precios variarán en la misma proporción que la cantidad de dinero" (Pg. 263). Esto se apoya bajo los supuestos de que los recursos sin ocupación son homogéneos, es decir pueden movilizarse sin problema, y que los factores que entran en el costo de producción se conforman con el mismo salario nominal en tanto haya un excedente de los mismos sin ocupación, lo cual se presenta debido a la rigidez salarial fijada en el contrato de trabajo.
En este sentido, la diferencia que el pensamiento de Keynes representa frente a los clásicos, es debido a que en su teoría incorpora conceptos y variables que ayudan a comprender mejor el problema de desocupación en la economía. En este caso, frente a los precios, Keynes propone otra mirada al considerar que la situación de pleno empleo, propuesta en la teoría clásica, es solamente uno de los escenarios que puede presentarse y que lo más frecuente en una economía es la situación de desocupación, lo cual implica desempleo. Ante este contexto lo que habría que considerar es que una mayor oferta monetaria no aumentarían los precios, mientras no se llegue al pleno empleo, ya que mayor disposición de dinero llevaría a bajar la tasa de interés, lo cual incentivaría la inversión y consecuentemente a incrementar el nivel de ocupación, todo esto sin que hayan aumentado los precios.
Es importante recordar que en pleno empleo no se registraría el efecto anterior, pues aunque la tasa de interés baje no habrá motivos para invertir, ya que adquirir nuevo capital requiere de mano de obra que la opere y al encontrarse ocupada la remuneración tendría que ser mayor para que los trabajadores se trasladen, y como consecuencia aumentaran los precios, pues el salario es un costo de producción que se recupera mediante el precio.
Sin embargo Keynes también identifica algunas complicaciones que podría tener su teoría, considerando principalmente los cambios que la cantidad de dinero puede generar sobre la demanda efectiva. En primer lugar la dificultad se presentará si la demanda efectiva no cambia proporcionalmente a la cantidad de dinero, así mismo si los recursos no son homogéneos conllevara a rendimientos decrecientes a medida que la ocupación aumente, por otra parte si los recursos no son intercambiables, algunos bienes alcanzaran una condición de inelasticidad en la oferta, otra de las preocupaciones es que la unidad de salario suba antes que se alcance la plena ocupación, por ultimo está el hecho de que la remuneración de los factores no cambiaran todas en la misma proporción [Keynes, J. 1936].
Pero para comprender mejor este tema y poder dar solución a la pregunta planteada considero necesario reforzarlo mediante un ejemplo, en este caso el escenario que se presenta en nuestro país. En Colombia actualmente la tasa de desempleo según cifras del DANE es del 7,9%, esto implica que hay desocupación de recursos que podrían aprovecharse si aumentara la inversión en el país, sin embargo la desaceleración económica que viven los países de América Latina ha afectado la rentabilidad de las inversiones y por ende para los empresarios invertir en estos países no es muy atractivo, en términos keynesianos se diría que la eficiencia marginal del capital es baja. Debido a que el problema que presenta la economía colombiana es falta de incentivos para invertir, lo oportuno sería crear un escenario favorable para la inversión, una de las formas más aceptables sería disminuyendo la tasa de interés mediante el aumento de oferta monetaria. Como sabemos, colocar más dinero a circular en la economía haría que la tasa de interés disminuya y pueda llevarse a cabo la inversión, dado que la eficiencia marginal del capital aumenta, es decir, la expectativa de rendimientos esperados por los empresarios se elevaría.
Según la teoría keynesiana todo esto podría ocurrir sin que los precios de los bienes aumenten, puesto que la economía no se allá en pleno empleo y la inversión en capital lo que haría es ocupar más mano de obra, que al ser más productiva bajo el nuevo capital no ocasionará que los costos de producción se aumenten y esto termine reflejándose en el precio. Sin embargo en Colombia es muy difícil que ocurra tal efecto, ya que quien maneja la emisión de dinero en la economía es el Banco de la Republica y su misión es controlar la tasa de inflación, así que colocar más dinero en circulación iría en contra de su objetivo, por esta razón para nuestro país es improbable que se pueda dejar de lado el tema de la inflación e implementar medidas de política monetaria en favor de la inversión.
Finalmente quisiera resaltar el hecho de que sería conveniente favorecer la inversión en el país, principalmente aquella que genera demanda masiva en mano de obra, pues las medidas del Banco de la Republica, aunque ayudan a controlar la inflación, por cierto muy perjudicial para el consumidor, por otra parte hace que los inversionistas replanteen la opción de invertir en el país, pues sería más rentable trasladar esos recursos al ahorro, ya que la rentabilidad que podrían esperar de invertir en bienes de capital es baja y pocos querrán tomar ese riesgo.
Bibliografía
Keynes, J. (1936). Teoría general del empleo, el interés y el dinero: Palgrave Macmillan.





Teoría de Interés y preferencia por la liquidez


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Keynes en su teoria general de la ocupación, el interés y el dinero, después de una ardua explicación de variables y ruptura a postulados y teorias clásicas, determina la teoria de interés, entre otras.Para ello argumenta que la tasa de interés es  aquella que provee los fondos o recursos necesarios para la inversión y que no se puede deducir sólo conociendo la demanda y la oferta de ahorro para las inversiones nuevas, a la vez que se le es  necesario explicar de donde se obtiene a ésta. Los agentes económicos deben tomar decisiones, entre ellas, cuánto de su ingreso van a destinar al consumo, cuánto guardará de alguna manera de poder adquisitivo para consumo futuro y principalmente en qué forma conservará el poder adquisitivo de consumo futuro que ha reservado, ya sea dinero liquido, dinero CDT, o si lo convertirá en bienes especificos ?, dicho de otra manera, ¿cuál es el grado de su preferencia por la liquidez?.
Nuestro autor para responder a la última pregunta, se basa en la preferencia sicologica  del tiempo que tendrá dos formas importantes, la propensión marginal a consumir y la forma en que se conservará el poder adquisitivo de consumo que ha sido reservado ya sea proveniente de su ingreso o de un ahorro previo. Encuentra erradas aquellas  teorías que han sido aceptadas debido a que derivan el primer elemento que constituye la preferencia sicologica del tiempo, despreciando el segundo. Considera entonces, que se debe tomar con mayor relevancia a éste y para ello explica primero que la tasa de interes no es una recompensa al ahorro o a una espera, ya que muchos individuos pueden atesorar ( guardar su dinero sin intensión de gasto o demás) ahorros efectivos y por ende no ganar ningún interés, aunque el ahorro que haga sea igual al anterior ,sino que “la tasa de interés es la recompensa por privarse de liquidez durante un periodo determinado”(Keynes, J (1986) pag 164)  Donde liquidez es la capacidad de tomar decisiones presentes, de manera inmediata.
Así, el precio que equilibra el deseo de conservar la riqueza de manera liquida, con la cantidad disponible de éste último será la tasa de interés..O dicho de otra forma, va a ser el resultado de la interacción del deseo efectivo y la cantidad efectivo y del equilibrio de ellos. De este modo se tiene que si la tasa de interés baja entonces el deseo efectivo va a ser mayor que la cantidad, es decir que los agentes económicos tendrán mayor deseo por la liquidez antes que decidir ahorrar; Al  comtrario cuando la tasa de interés aumenta entonces el deseo efectivo será menor que la cantidad, significa que el agente va a querer desprenderse de esa liquidez para ahorrar.
Como vemos, gran relevancia en la teoría se encuentra en la preferencia por la liquidez, definida como una tendencia funcional que va a fijar la cantidad de dinero que el público conservará cuando se conozca la tasa de interés. De esta manera keynes propone su oferta monetaria con las siguientes variables: L: Función de preferencia por la liquidez, M: Cantidad de dinero u oferta monetaría y r: tasa de interés.  
M= L(r)  de este modo la cantidad de dinero penetra en el mercado económico.
Con  la respuesta del grado de liquidez que  se prefiere, se tiene que el dinero es requerido para operaciones de negocio o como reserva de valor. Además acompañado de incertidumbre, (debido a que Keynes fue el primer economista que ve en ésta una oportunidad para hacer fortuna).
Ahora la tasa de interés  i=£M/£r donde £M: suma de dinero y £r: tasa de interés que rentaría esa suma a través del tiempo. Es decir que va a ser la suma de dinero que se obtiene por desprenderse de una suma de dinero a cambio de una deuda durante un periodo determinado..
Existen tres tipos de preferencia por la liquidez y dependen de:
El primero, motivo de transacción: una necesidad de tener efectivo para operaciones corrientes de cambios personales y negocios. El segundo, motivo precaución: deseo que se tiene  de seguridad respecto al tiempo futuro equivalente en efectivo y tercero, motivo especulativo: Un propósito de conseguir ganancias por tener mayor conocimiento que el mercado de lo que traerá el futuro consigo.  De estas tres motivaciones, la más sensible a la tasa de interés  es el de especulación.
Finalmente keynes propone frente a supuestos clásicos pautas donde estos no se cumplen:
La teoría clásica plantea que un aumento de la cantidad de dinero genera una baja en la tasa de interés, a esto Keynes le dice que no sucederá si hay una preferencia por la liquidez mayor que la cantidad de dinero, al considerar la tasa de interés más alta en el futuro.
Los primeros también afirman que una baja en la tasa de interés va a hacer que la Inversión aumente, a lo que nuestro autor propone que si hay una baja de mayor rapidez en la eficiencia marginal que en  la tasa de interés entonces ese supuesto no ocurrirá.
Los clásicos consideran que un incremento en la Inversión  va a generar uno en el nivel de ocupación, donde keynes asegura que no ocurre si la propensión a consumir va en decrecimiento.
De todo lo anterior diremos que un agente económico tendrá mayor deseo por la liquidez antes que por el ahorro cuando la tasa de interes sea baja, y de modo contrario, tendrá mayor preferencia por el ahorro antes que por la liquidez cuando la tasa de interés aumente. Es decir que la preferencia por la liquidez se sabrá una vez conocida la tasa de interés. Así la liquidez está relacionada con la incertidumbre.


Bibliografía

ㆍKeynes, J (1986) Teoria General de la ocupación, el interés y el dinero.

EXPECTATIVAS, TASA DE INTERÉS, AHORRO Y LA PREFERENCIA POR LA LIQUIDEZ



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Según nuestro autor central J.M Keynes, con la ley de Say no existen las expectativas ya que habría certeza de que todo se va a vender, es decir, no habría incertidumbre. Las expectativas son sustanciales en la teoría económica y son determinantes fundamentales del nivel de empleo.
Las expectativas siempre son acerca del futuro, afirma Keynes y esto es lo que le da un carácter intertemporal al análisis Keynesiano. Por dicha razón se puede decir que dicho análisis no es de largo ni de corto plazo, se puede hablar del mediano plazo. Estas expectativas se generan alrededor de rendimientos probables y estos dependen de dos aspectos: los hechos probables y de las circunstancias futuras. Cuando hablo de circunstancias futuras, hago referencia a los bienes de inversión, a los gustos del consumidor, a la unidad de salarios y a la demanda efectiva.
Las expectativas en el largo plazo están en función de los pronósticos probables y de la confianza en los pronósticos. El largo plazo está en función de los pronósticos probables y de la confianza en los pronósticos.
Ahora hablaremos de la estabilidad de confianza que generan estas expectativas, este término es la creencia en que la situación de los negocios permanecerá sin cambios a menos de que haya pruebas en contra. Los factores que pueden alterar esta estabilidad son los siguientes:
·         Porcentaje de títulos valores de renta variable en manos de personas que no saben de inversión.
·         Fluctuaciones desproporcionadas del mercado de renta variable.
·         Oleadas irrazonables pero legítimas de optimismo o de pesimismo por gente ignorante.
·         El estado del crédito, o sea la confianza del sistema financiero en quienes demandan créditos.
La tasa de interés que para los clásicos es un análisis a mediano y a largo plazo. En este análisis todos los bienes y servicios se caracterizan por tener un precio. La tasa de interés depende de la oferta y de la demanda de ahorro.
Según la teoría económica clásica la variable que se debe estimular es la tasa de interés con el fin de que el ahorro crezca, entonces el ahorro es la variable central. La tasa de interés se entiende como una recompensa por no gastar y la oferta del ahorro surge por una abstención del consumo.
En la teoría keynesiana no hay garantía de consumo futuro, ya que no cree en la ley de Say, lo que no se consume hoy, bien puede nunca venderse. La idea central es el aplazamiento temporal del consumo por parte de los ahorradores y de la ganancia por parte del inversionista.
Ahora pasaré a analizar la tasa de interés desde el enfoque Keynesiano que es analizada a corto y a mediano plazo. La tasa de interés es la recompensa por privarse de la liquidez, mide la renuncia de quienes tienen dinero a desprenderse de la liquidez que da. Es decir, es el precio que equilibra el deseo de tener la riqueza en efectivo con la cantidad de este.
La tasa de interés tiene determinantes directos e indirectos. El indirecto es la tasa marginal a consumir y los determinantes directos son:
·         Preferencia por la liquidez, es decir, el volumen de recursos en dinero en unidades de salario que se desea conservar.
·         Cantidad de dinero, dinero corriente a la vista, depósitos bancarios, certificados de tesorería, etc.
La incertidumbre sobre el nivel de la tasa de interés es la condición esencial para considerar a preferencia por la liquidez como forma de conservar la riqueza. La preferencia por la liquidez depende de tres motivos: Motivo transacción, motivo precaución y motivo especulación, este último motivo está determinado por la tasa de interés.


LA DEMANDA AGREGADA Y LA TEORÍA DE LOS PRECIOS


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Generalmente se afirma que los costos de producción determinan los precios de los bienes y/o servicios ofertados, los cuales son producto de la combinación de factores productivos y todas las características necesarias incluidas, y aunque esto no es incorrecto, esta suele ser la faceta observada desde el punto de vista productivo únicamente, o del oferente que es lo mismo. Antes de llegar a un análisis algo más profundo sobre esto, sería pertinente repasar antes un pequeño esbozo sobre la teoría de los precios, aquella teoría, corriente de pensamiento u análisis sobre los factores o características que determinan el establecimiento de los precios de los bienes y servicios producidos por los agentes del mercado. Quiero recalcar que mi propósito en este texto va encaminado específicamente a resaltar una conexión, que aunque para muchos puede ser notoria, se deja ignorada muchas veces. El sugestivo vínculo entre la demanda efectiva de Keynes y la teoría de los precios, aunque para ser sincero veía venir este tema pues en algunos capítulos atrás me quede reparando la remuneración a los factores de producción como parte del ingreso total de la economía entre los que se encontraban los salarios, siendo la parte normalmente olvidada pero no en el sentido productivo oferente, esta suele ser la visión de la gran mayoría, sino en el sentido salarial de la demanda; la remuneración a los factores productivos es para el empresario u oferente un costo pero para la otra parte de la economía constituyen los ingresos con los que se consume, por lo que el consumo depende del nivel de ocupación y los ingresos que se perciben. ¿Ayuda este análisis a entender la teoría de los precios? Por supuesto, pero partamos estableciendo que para entrar a mirar la teoría de los precios tenemos que primero encontrarnos con dos existencias al respecto, la oferta y demanda del dinero y el movimiento del dinero que en otras palabras es la teoría cuantitativa del dinero, no obstante no entraremos a detallarlas.

El nivel de los precios ciertamente depende de la tasa de remuneración a los factores, que en un principio parece ser una perspectiva micro, sin embargo esto funciona a nivel general, ya que podemos decir que es la remuneración total a los factores haciendo referencia a la escala de producción de todo el equipo, la técnica y el volumen de ocupación existente en la economía. Para poder acercarnos a la respuesta de la pregunta que se planteó anteriormente, se debe analizar el proceso de producción. Para esto partimos de un nivel dado de ocupación y un nivel dado de utilización de factores productivos, donde los últimos se constituyen como costos de producción, es decir, la renta y los salarios (la ganancia también se incluye pero la dejamos por ahora para poder mirar de cerca el volumen de ocupación y los salarios). Este costo para el oferente, es el ingreso para los trabajadores, que dependiendo de un nivel determinado de ocupación consumirán precisamente lo producido.
La manera sencilla de ver esto es entendiendo que el trabajador consumirá los productos que se ofrecen en el mercado dependiendo de sus ingresos, por lo que el nivel salarial determina de cierta manera el consumo (digo de cierta manera para evitar constituirme clásico afirmando que se consume todo lo que se gana), y el consumo es a su vez el ingreso del oferente. Las ganancias del empresario están en función de lo que vende y el precio al que vende, pero dicha venta es demandada por el poder adquisitivo del salario y aquí viene lo interesante, los salarios son los costos precisamente del oferente, por lo tanto cuando el remunera  la mano de obra está en cierto sentido determinando su propia demanda. Todo lo anterior parece estar planteado en términos individuales, no obstante sépase que este análisis funciona en términos macro. Evidentemente los precios dependen de la unidad de salarios y el volumen de ocupación, pues la unidad de salario determina el consumo de los trabajadores y el nivel de ocupación la cantidad de personas en capacidad de demandar con la unidad de salario. Las remuneraciones de los factores que entran en el costo marginal cambian en la misma proporción que las unidades de salario.


La demanda efectiva de Keynes propone que el excedente de producción sea consumido por el nuevo nivel de ocupación generado y movido por inversiones sustanciales en la economía, donde dicha oferta trae consigo costos de producción incurre los cuales se  constituyen como la remuneración a los factores dentro de los que se encuentran los salarios, quienes dependiendo del nivel de ocupación provocan variaciones en el consumo. En otras palabras, dependiendo del consumo, o sea de los ingresos de los trabajadores depende el nivel de precios, por lo tanto podemos concluir que además de la teoría de los precios en función del dinero con su interacción de oferta y demanda de dinero y la teoría cuantitativa del  dinero, también encontramos la unidad de salarios y los volúmenes de ocupación quienes son determinados por las inversiones sustanciales.  Claramente esto responde la pregunta sobre la teoría de los precios y además esclarece la relación entre la demanda efectiva y los precios de la economía. Para que se pueda demandar la producción de los oferentes es necesario que haya un nivel de ocupación y una unidad de salarios, pero dichas unidades de salario también se constituyen como costos de producción, por lo que los costos determinan los precios al mismo tiempo que el salario que decidan asignarle a los trabajadores. El nivel de ocupación y el nivel salarial se constituyen como dos de los factores determinantes en el nivel general de precios, desde el punto de vista de la demanda.