Lo difícil no es desarrollar nuevas ideas,
sino escapar de las antiguas.
Keynes
Cada año de por medio, que inicia un nuevo curso de Teoría Económica Keynesiana, me invade una inmensa alegría de saber que tengo una nueva oportunidad para seguir aprendiendo acerca de todo el compendio de ideas, principios y apuesta teórica que Keynes hace más de setenta años propuso y que a pesar del paso del tiempo, siguen teniendo vigencia y son refrescadas desde diversas perspectivas epistémicas así como de escenarios y latitudes cuyas políticas económicas los llevan a volcar de nuevo la mirada por la intervención del Estado en aquellos espacios donde el mercado no llega o por el contrario, cual tornado ha pasado arrasando todo a su paso.
Esta oportunidad no ha sido la excepción, porque el tiempo para continuar con este proceso de aprendizaje fue más corto que en oportunidades anteriores y desde esta perspectiva significa un desafío porque la inmersión en la aventura keynesiana responda a las expectativas mías y vuestras de aprendizaje.
De Keynes y su teoría, al igual que otros autores, se han dicho muchas cosas, que no es innovador, que no es revolucionario o que fue el mejor economista del siglo XX. Lo cierto es que podrá gustarles o disgustarles, pero lo que puedo asegurarles es que no les será indiferente!! bien sea por la propuesta teórica y sus implicaciones para la política económica o por la complejidad y dificultad para la comprensión teórica. Ustedes tendrán la oportunidad de hacerse sus propias impresiones e independientemente de amores y desamores, será un punto de referencia en su quehacer como economistas.
Así que sin más les invito a disfrutar del gusto de aprender sobre esto que tanto nos gusta y nos une como economistas: la teoría económica keynesiana.
