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Al hablar de la economía
clásica, hay que considerar sus fundamentos principales los cuales son, que
“toda oferta crea su propia demanda” y por otro lado cómo funciona el mercado
en términos de la ocupación que será el tema que se abordara en este texto. De
manera que para los clásicos el salario nominal (Wn) = salario real (Wr),
aquí vale la pena señalar que la primera explicación moderna del nivel
salarial, determinada por el consumo necesario de subsistencia para la clase
trabajadora fue desarrollada por los clásicos, quienes consideraban que la
demanda de mano de obra en el mercado era Wr=Wn=PMGW (productividad marginal del
trabajo), esta fórmula le daría al empresario la posibilidad de elegir cuál es
su demanda de trabajo, ya que los salarios le representan un costo por el pago
de la mano de obra y la PMGW le
mostrara lo que le genera una unidad adicional de trabajo.
Por otro lado, se tiene
la oferta de mano de obra en el mercado, donde el Wr=Wn=DMGW (desutilidad marginal a trabajar), esta fórmula muestra
que los trabajadores estarán dispuestos a emplearse bajo un salario que
compense las motivaciones que puedan tener al no ocuparse, es decir, el salario
debe compensar el coste de oportunidad. Puede agregarse en este punto que,
según el pensamiento marginalista, el desempleo puede ser involuntario, el cual
se puede dar por dificultades momentáneas de la economía, también puede darse
por el tiempo que demoran los trabajadores en encontrar un nuevo empleo, estos
efectos para los marginalistas son transitorios, mientras que para Keynes el
desempleo involuntario puede ser permanente y no transitorio, afirmando que se
debe a la demanda efectiva insuficiente donde el productor debe adaptarse a las
demandas del consumidor, también se encuentra el desempleo voluntario, en el
que los mismos trabajadores prefieren el ocio al empleo o puede darse por las regulaciones
que están en el funcionamiento del mercado, como el salario mínimo, el cual se
establece mediante una negociación colectiva o ley gubernamental, sin embargo
estos acuerdos de negociación solo afectan a los trabajadores y por lo tanto
muchas veces no resulta ser un ingreso
lo suficientemente adecuado para los niveles necesarios de vida de las
personas. Por ello los clásicos señalaban que ninguna organización de
sindicatos y el estado debe intervenir en el mercado laboral, puesto que así
los salarios pueden bajar libremente hasta el punto que desaparecerá el
desempleo, ya que a un salario menor los empresarios estarían dispuestos a
contratar más mano de obra.
Frente a esto Keynes
dice que ninguno de los postulados de los clásicos funciona. Por un lado el
salario real no es igual al salario nominal, porque los trabajadores cuando
negocian el salario nominal, no están negociando el salario real, ya que hay
que considerar que, en períodos inflacionistas, aunque el valor nominal se
incremente, el valor real puede disminuir, es decir que, muchas veces a los
individuos no les alcanza la remuneración que reciben por su trabajo, debido a
que el coste de vida aumenta más deprisa que los ingresos monetarios. Factores
como las retenciones salariales para pagar los impuestos sobre la renta, el IVA
en los bienes y servicios, reducen los ingresos reales de los
trabajadores. Los efectos negativos de
los aumentos salariales son las mayores presiones inflacionistas, ya que los
empresarios tienden a trasladar a los precios los aumentos en los costes de
producción. Teniendo en cuenta lo anterior, una empresa que ya tiene estipulado
el salario, el trabajador puede tomar el empleo o dejarlo, puesto que hay
quienes, si deseen tomarlo, de modo que se puede afirmar que, dependiendo de
las condiciones formativas del trabajador, su negociación puede ser casi nula.
Por otro lado, Keynes
señala que el nivel de desempleo se puede eliminar mediante el incentivo al
consumo y la inversión, ya que, al aumentar estos componentes, aumentara la
demanda global, compuesta por la sumatoria del gasto que la comunidad hace al
consumo (D1) y el componente de las nuevas inversiones, donde los empresarios
compran maquinaria, instalaciones, entre otros, para aumentar la producción
(D2), la cual determina el volumen del trabajo N que los empresarios deciden
emplear. Pero esto solo resultara si los empresarios presentan expectativas
positivas, lo cual hará que demanden más bienes de inversión y contratación de
mano de obra, mientras que en un ambiente de incertidumbre y de crisis, los
empresarios prefieren ser cautelosos y no producir mucho para no generar
pérdidas (expectativas negativas). En ultimas para aumentar la ocupación se
deberá: mejorar la organización, bajar la desocupación voluntaria disminuyendo
la desutilidad marginal del trabajo, incrementando la producción marginal del
trabajo de los productos de la canasta familiar de los asalariados para que su
precio baje y así su salario real aumente y por ultimo aumentar el precio de
los artículos de los no asalariados. Estas fueron consideraciones propuestas
por Arthur Pigou.
Bibliografía
keynes.
(17 de agosto de 2017). apuntes de clase.
Keynes,
J. M. (2014). TEORIA GENERAL DE LA OCUPACION, EL INTERES Y EL DINERO.
Mexico- Buenos Aires: FONDO DE CULTURA ECONOMICA.