lunes, 28 de octubre de 2019

El debate entre Hayek y Keynes, actualizado



El autor de este texto describe el debate entre Hayek y Keynes dándonos a conocer su postura analítica para examinar más detalladamente estas dos posiciones a pesar de sus discrepancias respecto a unos temas específicos.  Se tomara en cuenta principalmente las causas de las crisis y sus soluciones que cada uno le da a la luz de sus postulados económicos para que cada quien teniendo en cuenta lo leído a continuación piense cual es la postura más acertada.
Estos dos autores tienen dos perfectivas diferentes, las cuales generan un debate según el autor  puesto que proponen diferentes puntos de vista sobre las causas de las crisis y sus soluciones. “Para Hayek a comienzos de los años 30 y para sus seguidores en la actualidad”, resume Skidelsky, “la ‘crisis’ es resultado de un exceso de inversión en relación con la oferta de ahorro, que fue posible por una expansión excesiva del crédito. Los bancos prestan a tasas de interés más bajas que las que los ahorristas genuinos habrían exigido, haciendo que todo tipo de proyectos de inversión se vuelvan temporalmente rentables”. Sin embargo, “Keynes (y los keynesianos de hoy) considerarían que la crisis es resultado de lo contrario: la falta de inversión en relación con la oferta de ahorro —es decir, muy poco consumo o demanda agregada para mantener un nivel de pleno empleo de la inversión— que por fuerza ha de llevar a un colapso de las expectativas de ganancias”. (Ravier, 2011, p1). Los dos hablan sobre dos crisis diferentes como fue la de 2001-2007 y 2007-2010 respectivamente, pues en el primer periodo se gesto la burbuja de la crisis inmobiliaria y en el segundo esta estalló. Un ejemplo muy claro es Japón que sufrió estas dos crisis, la primera  en el mercado bursátil y  otra en el mercado inmobiliario, estas dos burbujas estaban vinculadas al sistema bancario. Cuando se aplicaron los postulados Keynesianos, se destinaron grandes sumas de dinero a la construcción de infraestructura que beneficiaran la economía,  las cuales no conducían a nada ocasionando el incremento de la deuda pública. Japón a pesar de que el Banco central bajo las tasas de interés hasta el 0% no le sirvió para recuperarse de estas burbujas. Sin embargo, el autor se cuestiona es que ninguno de los autores encuentra la causa de cómo varios empresarios en diferentes mercados terminan en quiebra, es decir, la inestabilidad del capitalismo y por esto habla sobre “el humor de los mercados”, “la psicología de los mercados de inversión” pero resulta incompetente hablar sobre eso.
Para Keynes, lo empresarios deben hacer previsiones sobre lo que los consumidores pueden pagarle , es decir, unas expectativas a corto plazo ( lo que espera obtener de su producción terminada) y a largo plazo (lo que espera ganar como rendimiento futuro), todo esto a fin de tener en cuenta los costos de producción y sus adicciones de capital a la maquinaria respecto a sus expectativas esperadas, esto puede producir ganancias o un colapso en las expectativas como se menciona anteriormente, por esta razón para Keynes son importantes las previsiones.
Hayeck y Keynes proponen cada uno una solución para estas crisis. “Mientras que para Hayek la recuperación requiere la liquidación de las inversiones excesivas y un aumento del ahorro de los consumidores, para Keynes consiste en reducir la propensión al ahorro y aumentar el consumo a fin de mantener las expectativas de utilidades de las empresas. Hayek exige más austeridad mientras que Keynes exige más gasto”. (Ravier, 2011,p3). Pues Hayek propone que la normalización de la economía solo puede ocurrir cuando el nivel de inversiones se ajusta al nivel de ahorro real de la economía para crear una situación sostenible a largo plazo, pero esto puede suceder mediante la liquidación de las malas inversiones, o sea inversiones que sólo pudieron generarse gracias a una tasa de interés artificialmente más baja, o mediante un mayor ahorro de los consumidores. Por otra parte Keynes propone la inversión para así mismo aumentar la ocupación y con esto el consumo, fortaleciendo las herramientas de gestión macroeconómicas. Hayek sustenta que el incremento en el ahorro traería consigo una mayor inversión en bienes de producción. En cambio, Keynes argumentaba que un incremento en el ahorro podía traer aparejado una contracción económica si no iba acompañado de expectativas favorables a la inversión.
Finalmente, estas dos posturas tienen sus pros y sus contras, lo cual nos lleva pensar que necesitan ciertos ajustes. Aunque si se tiene en cuenta lo anterior, se podría pensar que un buen ajuste en la gestión macroeconómica podría resultar más favorable que una baja de las tasas de interés pues un exceso de inversión deja a la economía en punto de estancamiento dado que no hay  consumo que lo respalde. Además  hay que controlar el gasto público para que sea beneficioso para la economía pues si no como consecuencia genera una deuda pública sin generar crecimiento económico. Por otro lado son importantes las expectativas en el mercado como lo propone Keynes pues pueden resultar acertadas si son acompañadas de un buen modelo económico que ayude a predecirlas para generar ganancias a futuro.
 Bibliografía:
Ravier. A. (2011). El debate entre Hayek y Keynes, actualizado.


miércoles, 23 de octubre de 2019

KEYNES Y SU TEORIA SOBRE EL CONSUMO







DIANA ISABEL CRUZ

RESUMEN:
El objetivo de este trabajo, es dar a conocer como Keynes plantea toda la cuestión del consumo, como una de las variables más importantes para la teoría actual macroeconómica, para obtener esto, estudiaremos las propuestas que nos hacen en el artículo “La función consumo: síntesis y perspectivas” y en el libro de Keynes la “teoría general de la ocupación el interés y el dinero”

Palabras clave: Consumo; macroeconomía; ingreso; teoría.

Keynes logro toda una revolución después de la crisis de los años treinta, y diríamos que toda la macroeconomía actual renació con él, gracias a todos los planteamientos que logro que hicieran una ruptura con la economía ortodoxa que se manejaba, ya que Keynes logro ver problemas que en ese entonces no eran tratados con tanta importancia. En este texto nos enfocaremos puntualmente en el consumo, debido a que Keynes fue el primer economista que logro reconocer que el ingreso social se distribuye entre consumo y ahorro. Aquí entra una variable psicológica fundamental que Keynes denominará propensión al consumo, que consistirá en que a medida que incrementa el ingreso de las personas, aumenta el consumo, pero no en la misma medida que la del ingreso y por ello es que se crea todo el problema de la demanda efectiva. Todo esto es un manejo un poco contrario a lo que postulo la escuela neoclásica que tuvo unos enfoques más hacia el lado microeconómico, por lo tanto, ellos plantearon cosas como utilidad y relaciones entre precio y cantidad.
Uno de los aspectos que creeríamos más importantes para entender como Keynes plantea toda la función de consumo es, primero que el ingreso corriente es el principal determinante del consumo, segundo que existe una parte del consumo que no depende del ingreso y que la propensión marginal consumo está entre 0 y 1.







Por otro lado, la función de demanda agregada que nos propone Keynes relaciona el nivel de ocupación con los ingresos, en estos los ingresos se dividen en la parte que se gastará en consumir y la que se destinará a invertir. Como aquí nos interesa es la suma que se gasta en consumir, Keynes nos propone un consumo medido en unidades de salario que será (Cs) y el ingreso en unidades de salario que será (Ys). Así entonces, Keynes define la propensión a consumir como la relación entre Ys y Cs. Así que por ley psicológica como ya mencionamos anteriormente la relación entre consumo e inversión será dCs/ dYs. De este modo un ingreso creciente ira con frecuencia acompañado de un ahorro mayor y un ingreso en descenso tendrá un ahorro menor.
Además, de esto Keynes considera que la suma que gastara la comunidad en consumir depende de:
1.    El monto del ingreso
2.    Otras circunstancias objetivas que le acompañan
3.    Las necesidades subjetivas y las inclinaciones psicológicas y hábitos de los individuos.
En conclusión, Keynes es un autor del pensamiento económico muy importante, ya que logro entender la importancia que tenía para la economía el consumo de la sociedad y esto hizo que se desarrollara toda una teoría, que actualmente se sigue estudiando. Por otro lado, entenderemos que el monto en consumo en conjunto dependerá de toda una serie de circunstancias a las que están sujetas las personas, pero principalmente será el nivel de ingreso total el que determinará el consumo de las personas. Además de esto después de todo el desarrollo de la teoría Keynesiana, hubieron otros autores que también se atrevieron de hablar sobre el consumo, como Irving Fisher, que incorporo como otra variable importante al consumo el ingreso futuro, y desarrollo el modelo de elección intertemporal, también se desarrolló el modelo de ciclo de vida por Franco Modigliani, que explicara que los agentes económicos planifican su consumo, y su ahorro, con el objetivo de asignar de mejor manera el consumo a lo largo de su vida. También esta Milton Freidman y la hipótesis del ingreso permanente, que rechaza la idea de que el consumo depende del ingreso recibido anualmente. Así podemos ver un panorama claro de cómo John Maynard Keynes hizo que a partir de él se desarrollara toda una teoría macroeconómica sobre el consumo.





BIBLIOGRAFIA:

Ángel, A. (2012). La función consumo: síntesis y perspectivas. Revista Universidad EAFIT, 35(115),41-55. Recuperado a partir de http://publicaciones.eafit.edu.co/index.php/revista-universidad eafit/article/view/1057.


La Teoría Cuantitativa de los Clásicos a Keynes



 La finalidad del autor fue dar una breve comparación entre la teoría cuantitativa del dinero de los clásicos y las consideraciones de Keynes, empezando por explicar el flujo del dinero e incidencias que tenían el interés y la inversión sobre ella. Mi finalidad con este texto es exponer algunas ideas expuestas en el documento para finalmente hacer una conclusión.
Si se va a hablar de teoría cuantitativa en los clásicos, se hace pertinente mencionar a Locke (1962) y Hume quienes se dicen que fueron los primeros en plantearse esta teoría en la que se habla de variaciones proporcionales entre precios y cantidad de dinero, cabe también resaltar que veían el dinero como neutral. Si hablamos de la teoría cuantitativa del dinero moderna, se atribuye a Irving Fisher, donde expone que considerando el número de veces que se usa cada unidad monetaria, este equivalente al valor total de las transacciones efectuadas; además de ello, también hay que tener en cuenta que para los clásicos existía o la economía tendía a alcanzar el pleno empleo y este iba a llevar a que hubiera un volumen de transacciones estables. Otro punto importante a resaltar de la teoría, es el hecho de que consideraba que la relación entre la cantidad de dinero y el poder adquisitivo se da en la manera que la cantidad de dinero provocaría un aumento proporcional en los precios.
Ahora, pasando a Keynes, inicialmente su mayor critica fue hacia la idea de que el dinero no era neutral, a pesar que compartía con los clásicos que el dinero era únicamente medio de cambio, planteaba que el papel moneda no tenía ningún tipo de valor a menos que fuera para darle utilidad del poder de compra que tiene como dinero.
Para Keynes, un cambio en el valor del dinero, afectaba los precios, pero en la medida en que no varían todos en la misma proporción, a lo que expuso: “Un cambio en el valor del dinero, es decir en el nivel de precios, es importante para la sociedad sólo en la medida en que su incidencia sea desigual” y que podían afectar no solo los precios absolutos, sino también los precios relativos.
Otra apreciación de la no relación con la neutralidad del dinero que podían conllevar a cambios en la producción, es decir, al haber cambios en los precios pueden llegar a afectar la producción de mercancías, ya que esto se podría ver como que las mercancías no están siendo producidas en las proporciones correctas; con esto se quiere llegar a que no solo puede afectarse el nivel de precios, sino también el nivel de producción. Otro factor que influye en esta consecuencia son “Las Expectativas”, en ellas Keynes hablaba sobre las expectativas de los empresarios en donde tenían de corto plazo donde influía el precio y las de largo plazo en donde influían las ganancias, con estas expectativas los empresarios podían verse afectados por el precio de los productos y con ello también sus ganancias a largo plazo “un cambio en la cantidad de dinero no solo puede afectar el nivel general de precios sino también las expectativas sobre el curso futuro de los mismos y de esta forma influir sobre las decisiones relacionadas con la producción”.
El autor también se refirió a un Keynes después de haber sacado su obra “Teoría general del empleo, el interés y el dinero”, donde Keynes tenía el concepto de la demanda efectiva como aquel volumen de la ocupación donde las expectativas de ingresos de los empresarios se realizan; en donde viene una vinculación entre el sector real y monetario que los componen determinantes para esta demanda efectiva y según Keynes son tres (Variables independientes de su sistema): la propensión marginal a consumir, la curva de eficiencia marginal del capital y el interés. Otro factor del que hablo el autor fue de la desocupación, haciendo referencia que mientras haya desocupación, la ocupación cambiará proporcionalmente a la cantidad de dinero y cuando se llegue a la ocupación plena, los precios variarán en la misma proporción que la cantidad de dinero, así habría una demanda efectiva muy favorable para los empresarios.
En conclusión, tendríamos varios planteamientos: Keynes logra eliminar la idea del dinero neutro, y esto con su teoría general mediante su esquema de la demanda efectiva. También logró plantear una nueva novedad en como afectaba la cantidad de dinero en la medida que este iba a afectar la producción de mercancías, también, El dinero afecta el volumen de ocupación y puede que también los precios en la medida en que afecte la demanda efectiva, dada las condiciones de oferta. Aun así, para Keynes es muy importante la idea de la expectativa de los empresarios ya que este llega a afectar los precios o la producción; e igualmente un factor importante en la demanda efectiva es la inversión.
BIBLIOGRAFÍA
Rísquez, Justino. (2006). Keynes: la teoría cuantitativa y la no neutralidad del dinero. Revista de Ciencias Sociales12(2), 308-318. Recuperado en 22 de octubre de 2019, de http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1315-95182006000200009&lng=es&tlng=es

EXPECTATIVAS




Resumen:
El propósito de este trabajo es llevar a cabo una breve reflexión acerca de los postulados keynesianos sobre el papel que cumplen las expectativas en el análisis económico, para ello, se hace una breve exposición sobre lo que son las expectativas de corto y largo plazo y como Keynes incorpora a su Teoría General, la importancia de las expectativas en el consumo y la inversión, considerando que estos constituyen un factor determinante que subyace en las variaciones de la demanda y la producción.
Objetivo: Hacer una breve reflexión sobre la importancia de las expectativas en el análisis económico desde la Teoría General de Keynes.

Hoy son muchos los que propugnan una vuelta a la economía de Keynes. La actualidad de Keynes se debe, entre otras cosas, a que fue capaz de darle la vuelta completamente a su teoría económica, cuando la realidad cambió tras la crisis de 1929. Keynes le asigna una relevancia muy grande a la psicología, especialmente, en la formación de las expectativas. Bajo incertidumbre, los hábitos, la confianza y las convenciones son más importantes que los cálculos económicos. Dichas convenciones están conformadas por expectativas, que son ciertas intuiciones acerca del futuro y otros hechos inciertos. Por ello, para profundizar sobre la importancia de las expectativas en el análisis del pensamiento económico nos basaremos en la Teoría General de Keynes y algunas consultas exteriores, principalmente en el texto “En torno a Keynes, las expectativas y el control de la inversión algunos comentarios desde la perspectiva actual (I)”.
Inicialmente, debemos mencionar que las expectativas pueden caracterizarse de dos maneras. La primera "se relaciona con el precio que un manufacturero puede esperar obtener de su producción terminada en el momento que se compromete a empezar el proceso que la producirá". Son expectativas sobre los precios y las ventas, partiendo de un stock de capital dado. Por lo tanto, son expectativas a corto plazo.
La segunda "se refiere a lo que el empresario puede esperar ganar en forma de rendimiento futuro, en el caso que compre (o quizás manufacture) producción terminada como adición a su equipo productor". Son expectativas sobre beneficios derivados de una inversión, esto es, expectativas a largo plazo. Las expectativas, pues, constituyen un elemento determinante de la producción y la ocupación.
Por otra parte, debemos apuntar que las Expectativas a largo plazo tienen más que ver con el inversionista y las Expectativas a corto plazo más con el productor. En el análisis del pensamiento económico, Keynes incorpora aspectos relevantes en el estudio de la economía tales como la importancia de las expectativas en el consumo y la inversión, considerando que estos constituyen un factor determinante que subyace en las variaciones de la demanda y la producción. A su vez, ante la importancia que el consumo y la inversión reviste para Keynes, se desarrolla la teoría del consumo considerando las expectativas en la toma de decisiones.
Para Keynes, el desempleo o paro se produce por insuficiencia de demanda efectiva (consumo e inversión). El problema no está en el mercado de trabajo sino en el mercado de producción. Por tanto, el nivel de ocupación depende, en cierto sentido, no sólo del estado actual de las expectativas sino de las que existieron durante un determinado periodo anterior.
Así, la demanda de bienes de consumo depende de la distribución de la renta. Los gastos de inversión dependen de la comparación que hacen los empresarios entre el rendimiento esperado de los bienes de producción y el tipo de interés del dinero que se fija por los mercados monetarios. El desempleo de personas y recursos productivos se debe a una baja relativa del consumo, por la desigual distribución de las rentas que provoca un ahorro excesivo, y a una escasez de inversiones debida a las bajas expectativas de beneficios y a los elevados tipos de interés. El desajuste entre el ahorro que se realiza y el volumen de inversión que desean llevar a cabo los empresarios es el núcleo del problema. En esta situación no existe ningún mecanismo automático para eliminar el paro y el estado debe asumir la responsabilidad de alcanzar y mantener el pleno empleo mediante una política apropiada. En la visión keynesiana, la inversión es la variable clave cuyo aumento lleva a alcanzar niveles superiores de renta nacional y de empleo en un sistema económico. Por ello, Keynes era un decidido partidario de aumentar las inversiones públicas, incurriendo si era preciso en déficit presupuestarios.
Cuando las expectativas son pesimistas, la política monetaria es ineficaz. Y cuando son muy negativas, es decir, cuando se cae en la famosa “trampa de la liquidez” llega a ser incluso nula. Precisamente sobre la perdida de la confianza en la política monetaria Keynes desarrolló la política fiscal, el gobierno debe invertir en gasto público (que no depende en gran medida de las expectativas de la gente) y de este modo desbloquear el sistema y aumentar el empleo y el PIB.
Por último, debemos decir que la introducción del rol que juegan las expectativas en la teoría y el análisis económico ha revolucionado la macroeconomía moderna. La teoría económica logra explicar mejor el fenómeno macroeconómico con una determinada teoría de formación de expectativas que sin ella. Sin embrago, para llegar a un estado de comprensión total del fenómeno económico en este campo, resta aún mucho por hacer. Es por ello que el análisis de las expectativas y el proceso de su formación tiene que ocupar un papel central en la labor de los economistas en los próximos años.

BIBLIOGRAFÍA

Keynes, John Maynard. Teoría General de la Ocupación, el interés y el Dinero. Fondo de Cultura Económica. 1936.
Piqué Camps, Josep; Tugores Ques, Juan. (1984). En torno a Keynes, las expectativas y el control de la inversión algunos comentarios desde la perspectiva actual (I). Cuadernos de Economía 12.34: 293-307.  http://hdl.handle.net/10486/5598


La paradoja del ahorro de Keynes y sus rupturas



El ahorro, dice Keynes, es toda aquella parte del ingreso que recibe una familia, la cual no es consumida por esta. Bajo los supuestos de insaciabilidad clásicos, esta variable era tenida en cuenta como la parte excedente con la cual el consumo marginal dejaba de crecer, por lo que era utilizada como inversión por parte de los individuos que decidieran ahorrar.
Las diferencias son evidentes, pues Keynes nos dice por su parte que el ahorro a largo plazo puede causar una paradoja en la que termine por hacer decrecer los ingresos de las familias en la economía, esto debido a una cadena de hechos que es originada por la baja en el consumo generada tras la acción de ahorro de parte de los salarios, lo cual crea una insuficiencia de la demanda de productos en la economía, lo que causaría que los empresarios dejaran de producir las cantidades que hasta el momento venían produciendo, debido a la incapacidad de vender el grueso de toda la producción, esto a su vez haría que se despidieran más empleados de las empresas, dado que serían prescindibles para la nueva producción reducida, y así dejarían de ser un costo innecesario para los empresarios. Esta desocupación generada se traduce en un menor consumo, que además impulsaría a las familias a ahorra más por miedo a perder su empleo y quedarse sin posibilidades de consumir. Este ciclo podría acrecentarse y termina por generar lo que se conoce como la “paradoja del ahorro”.
Los autores Rodrigo García Arancibia, y Leandro Gastón Indavera Stieben, docentes de la universidad nacional de Loja, y de la universidad nacional de La Plata, respectivamente, se aventuran en una búsqueda por solucionar la paradoja del ahorro, por medio de la exclusión de algunos supuestos con vestigios clásicos, bajo los cuales se enmarca el desenlace que tiene el ahorro en una economía.

Los autores analizan los siguientes postulados:

“1) Presuponiendo competencia perfecta en un sistema económico determinado, siempre que un agente económico persiga racionalmente su propio interés contribuye al crecimiento económico con el consiguiente aumento de la producción y el empleo.
2) Siempre que un agente económico aumenta su nivel de ahorro persigue racionalmente su propio interés.
3) De (1) y (2) se sigue que: presuponiendo competencia perfecta en un sistema económico determinado, siempre que un agente económico aumenta su nivel de ahorro contribuye al creci­miento económico con el consiguiente aumento de la producción y el empleo.
4) En tiempos de recesión, si un agente econó­mico aumenta su nivel de ahorro decrece el creci­miento económico con la consiguiente reducción de la producción y el empleo, aun presuponiendo competencia perfecta en un sistema económico determinado.
5) De (4), se sigue que: no siempre que un agente económico aumenta su nivel de ahorro contribuye al crecimiento económico con el consiguiente aumento de la producción y el empleo, aun presuponiendo competencia perfecta en un sistema económico determinado.
6) (3) contradice a (5).
En estos supuestos se ve la clara contradicción que existe entre ellos, dando como resultado la incongruencia en los postulados generales bajo los cuales se rigen las ideas frente al ahorro. Los profesores Rodríguez e Indavera, nos dicen que podemos aplicar las soluciones rescherianas para la eliminación del conflicto, lo que termina por decir que se deben omitir algunos de los supuestos que aquí aparecían para que no se crearan conflictos entre 2 supuestos opuestos. Todo esto en vía de dar una visión positiva del ahorro propuesto por Keynes, pero, la solución dada por estos autores se basaba en el hecho de mantener estos supuestos con los cuales se pudiera seguir sosteniendo los planteamientos sobre el ahorro, dejando de lado los demás movimientos que ocurren en la economía, los cuales se encargarían de solventar el problema que se expone en la paradoja del ahorro.
Siendo este el caso tendríamos que decir que la propensión a consumir, llegada a un punto en el que el ingreso es lo suficientemente grande como para alcanzar los medios de consumo mínimos de las familias, siempre va a ser (la propensión al consumo) inferior a la cantidad de ingresos, de tal forma que el excedente que sobra de esos ingresos, es muchas veces guardado como ahorro para un futuro uso, ya sea en consumo, o en una inversión.

En el análisis de los enunciados propuestos, los enunciados 1, 2, y 4, tienen un evidente choque en sus argumentos, pues el ahorro estaría siendo un malestar, y a la vez un beneficio para la sociedad. Los autores nos dicen: “(1), finalmente, no sería más que una suposición especulativa que pretende que las acciones indivi­duales racionales produzcan efectos racionales en el conjunto de la economía, proposición que, por un lado, no tiene fundamento empírico y, por otro, sólo puede pensarse como un caso especial sobre un continuo más general de casos posibles. Esta generalidad keynesiana se refiere a la metodología basada en un continuo histórico sobre el cual un estado de equilibrio sólo constituye un punto sobre este tiempo histórico, del mismo modo que un estado “realista” de desequilibrio (ver Boland, 1985).”

En este sentido se hace entender que la proposición 1 en la que el interés del individuo genera unos efectos positivos frente a la sociedad en general, queda disuelto, y se ve claramente explicado por la dinámica que dije al inicio del texto, donde el ahorro termina por generar una baja en la demanda, y por tanto en el crecimiento de la economía. Estos puntos establecidos por los autores son efectivamente una forma de solventar el problema de la paradoja generada por el ahorro. Sin embargo, hay que recordarles que, por medio del ahorro, las instituciones financieras pueden dar créditos cada vez mayores y con una tasa de interés baja a las empresas que deseen adquirir un préstamo con ellas, para hacer inversiones, y de esta manera generar más empleo, y, por ende, mayor fuente de ingreso que permita realizar un consumo más elevado. Pero para que esta dinámica se dé, es necesario que las familias ahorren en grandes cantidades.

Finalmente es necesario recordar que este postulado keynesiano es un punto de ruptura con el pensamiento clásico, el cual nos dice que, el excedente de ingreso no consumido, es un monto que está dirigido a convertirse en una inversión por parte del individuo que lo realiza, lo cual Keynes no explica que muchas veces no es así, pues este monto puede estár destinado para la realización de un consumo acrecentado, o incluso como medida de seguridad para las situaciones difíciles que se viven en la economía. Esto choca directamente con los supuestos clásicos de insaciabilidad y racionalidad, los cuales suponen que los individuos nunca tendrán la necesidad de ahorrar en caso de una futura desocupación, o algo por el estilo, ya que estas situaciones no se generan en la economía, debido a la situación permanente de equilibrio con la que cuenta, algo que como podemos observar, no se cumple siempre.

Webgrafía:
 -https://bibliotecavirtual.unl.edu.ar/publicaciones/index.php/CE/article/view/1134

EL PAPEL DE LAS EXPECTATIVAS KEYNESIANAS



En  este momento a puertas de las elecciones regionales veo con total asombro que este tema de las expectativas toma con fuerza un papel importante al momento de realizar los pronósticos ya sean económicos como políticos de cuál de los candidatos es el  que llegue a tomar el cargo. Hay que tener el foco puesto en Bogotá, esto se debe porque cuando hablamos de esta ciudad en particular estamos hablando de niveles de productividad altos sin mencionar que es la capital de nuestro país. Cabe recalcar que se espera que un candidato alternativo gane la alcaldía, además se debe tener en consideración que Bogotá ya ha tenido dirigentes alternativos, es decir que los empresarios no ven con tenebrosidad los resultados de estas elecciones. Adicional a esto el tema de las elecciones toma un papel importante dado que genera expectativas.
 Caso contrario sucedía aproximadamente hace  un año y medio, lo que transcurría era que se estaban enfrentando por la presidencia  un candidato fuerte de la derecha quien prometía menos impuestos para los empresarios y un candidato de izquierda quien aseguraba o daba a entender que se iba a expropiar a los empresarios de tierras que no estuvieran siendo productivas. En este caso el papel de las expectativas tomo un papel importantísimo dado que fijaron el rumbo de los botos de estos empresarios hacia el bando en el que más confiaban y no hacia el bando que les prometían expropiaciones de sus tierras y ya sabemos quién llego a la presidencia. El mayor nivel de tranquilidad incide en la toma de decisiones dentro de la economía como en otros ámbitos sociales como lo vimos en el ejemplo anterior.
Otro caso en que vemos el papel de las expectativas nos dice Hansen en el conflicto bélico de Corea donde parafraseando un poco nos dice que los consumidores vieron que la producción iba a disminuir de todos los productos de duración de todo tipo como ropa y alimentos, además de que pronosticaron precios altos, entonces decidieron salir a comprarlos hasta el punto mayor que la necesaria.
Ya pudimos ver el papel que tienen las expectativas en el ámbito cotidiano ahora entremos en materia,  antes que nada Keynes propone dos variables. Dice Keynes que el empresarios debe tomar las siguientes previsiones, la primera la enmarcamos en lo que el empresario espera frente al precio del producto y la segunda se relaciona a las ganancias que el empresario desea recibir.
Las expectativas keynesianas son las expectativas a corto y a largo plazo, las expectativas a corto plazo son las relacionadas con el precio que el empresario posee y es en lo que va a vender el producto y por eso es de corto plazo y las expectativas a largo plazo es cuanto espera obtener de rendimiento al futuro es decir ganancias futuras.
El empresario debe hacer las siguientes consideraciones, las decisiones de producción que nos dan las expectativas de los costos de producción van a influir de una forma muy importante en los precios, se debe definir los costos de producción para que así podamos considerar el monto sobre el cual se van a vender los productos.
En el largo plazo las consideraciones que debe hacer el empresario son las adiciones de capital a la empresa que es lo que se denomina nuevas inversiones y dice Keynes que un empresario adiciona nuevas inversiones bajo la expectativas de ganancias con esa nueva base, cabe recalcar que las expectativas son subjetivas pero poseen un carácter de racionalidad. Es aquí donde se denota la principal diferencia de Keynes frente a los Clásicos y es en cuanto a que el considero variables de carácter psicológico.
Cabe recalcar que este tema de las expectativas influyen de cierta forma con lo relacionado a la ocupación, un ejemplo de esto se puede ver en cuanto que si se espera que una economía crezca los empresarios esperaran que haya un aumento dentro de sus ganancias y por este motivo van a contratar mayor mano de obra, mientras tanto caso contrario si se espera que una economía decrezca los empresarios esperarían que sus tasas de beneficios disminuyeran entonces no contratarían más mano de obra.
  

Bibliografía

H.Hansen, A. (1953). Guia de Keynes. New York: McGraw-Hill Book Co.
Keynes, J. M. (1936). Teoria general de la ocupacion el interes y el dinero. Reino Unido: Palgrave Macmillan.



El conocimiento: Hayek y Keynes



En este articulo llamado, Cuestiones del conocimiento: Hayek, Keynes y más allá, William N. Butos explica el problema que existe en el concepto del conocimiento por los dos pensadores Hayek y Keynes, pone en contexto las diferentes contradicciones que tenían estos dos economistas, tratando de explicar el porqué de sus ideas.
Friedrich August Von Hayek fue un economista, jurista y filosofo de la escuela austriaca el cual fue un defensor firme del liberalismo, despues de muchos estudios se enfrento con Keynes en un debate que se consideró de nivel mundial. En el momento de la crisis de la década de 1930, y el surgimiento del modelo keynesiano para combatir dicha crisis, claramente siempre existirá alguna persona que no esté de acuerdo con las ideas ya planteadas, en este caso aparece Hayek, esto se dio a la luz de publicaciones de libros al mismo tiempo como: precios y producción, de Hayek y el tratado sobre la moneda, de Keynes, las ideas propuestas por estos dos economistas recorrían caminos diferentes.
Principalmente Butos pretende dar a conocer el problema del conocimiento y como este actúa en la economía de mercado. ¨En la formulación de Keynes, la EMC5 depende del retorno previsto de los bienes de capital y está, así, íntimamente relacionada a las expectativas de largo plazo. Keynes atribuye la recesión y depresión cíclica a un colapso en la EMC y este colapso proviene de las expectativas de largo plazo sobre el retorno esperado del capital, donde se asume que éstas se han vuelto negativas. ¨ (página 4). Así pues, Keynes plantea que el desempleo crónico era causa de la incertidumbre a largo plazo. El ciclo económico, o sea los periodos de auge y crisis de una economía, se rige por la eficiencia marginal del capital, dando comienzo a las expectativas de los agentes, tomando como referencia que las expectativas no se dan por tener conocimiento previo del mercado. Para Keynes no es posible generar conocimiento desde la economía del mercado, y toda la incertidumbre que genera la carencia de propiedades coordinadoras y autocorrectivas logra que se afecte la inversión a largo plazo con lo que el desempleo aumenta. Toda la crítica de Keynes lleva a que no se pueda generar un sistema de precios para manejar la incertidumbre.
Por el contrario, para Hayek en el sistema de precios la interacción de los individuos, cada uno con su capacidad, permite que sea más fácil la comunicación la información. A lo que lleva a Butos decir que para Hayek el mercado es un proceso de descubrimiento y no un generador de conocimiento y que todo este proceso de hace que sea un punto clave para la compresión de fenómenos sociales y económicos.

Bibliografía
Butos, William N. (octubre 2005) Revista Libertas XII: 43 (octubre 2005) Instituto Universitario ESEADE www.eseade.edu.ar


Expectativas, incertidumbre, decisiones y riesgo



Fredy Marín Mueses Rosales.  

Las expectativas son parte fundamental del comportamiento de los agentes económicos, en especial aquellos que son influenciados de manera directa o mediática por caracteres psicológicos, sociales u naturales. Desde la teoría económica se ha podido establecer que existe un porcentaje de indeterminación u inexactitud en todas las decisiones económicas desarrollas en un ambiente de incertidumbre, pues no es posible establecer con exactitud lo que sucederá en el futuro, esto les ha otorgado a las expectativas de los distintos agentes una relevancia total en la toma de decisiones.
En este sentido, la obra de Keynes; teoría general de la ocupación, el interés y el dinero, parece ser una de las más inspiradoras para reflexionar sobre las consecuencias que puede acarrear una comprensión mínima u avanzada en un orden racional respecto al grado de incertidumbre, y expectativas en los agentes. Su comprensión acerca de este tema puede derivarse de tres aspectos fundamentales de su vida: 1. Era un experto en finanzas (Keynes era un seguidor atento del movimiento financiero en los mercados nacionales e internacionales), 2. La incertidumbre y las expectativas son un componente esencial de su pensamiento (a lo cual muchos economistas insisten que la lectura correcta “La teoría general” no debería centrarse en la critica a los postulados neoclásicos realizados por Keynes sino darle un poco más de atención al capítulo 12; el estado de las expectativas a largo plazo) 3. Fue observador en primera línea de la Gran Depresión (podríamos mocionar entonces que nuestro economista en cuestión ya había anticipado dicha crisis por medio de la incertidumbre de los agentes visionada en algunas publicaciones anteriores a su libro mas famoso, tal es el caso de:  Un tratado sobre la probabilidad.
 La hipótesis de las expectativas racionales propone que los agentes económicos optimizadores, van a utilizar eficientemente toda la información disponible para formar sus creencias respecto a una variable particular. Existe la incapacidad de conocer toda la información respecto a una variable en la economía y Keynes entendía esto, situó con toda intención ese capítulo puesto que remarcaba la trascendencia de que las decisiones de inversión se adoptan en un marco incierto y, en ocasiones, en un entorno de incertidumbre radical, en su libro la teoría general expone lo siguiente: “Si hablamos francamente, tenemos que admitir que las bases de nuestro conocimiento para estimar la rentabilidad en los diez años próximos de un ferrocarril, una mina de cobre, una fábrica textil, el fondo de comercio de una patente farmacéutica, una línea transatlántica, o un edificio en la City de Londres es muy limitada e incluso nula” (1936,pp.149, 150).
Ahora, Los escritos inmediatamente posteriores a la publicación de la Teoría General demuestran que el capítulo 12 del libro no es solo un alarde de su virtuosismo como experto en los mercados bursátiles, sino que constituye un punto central de su visión de la economía. Durante el año de 1937 publicó tres artículos en los cuales puso énfasis en la incertidumbre. Uno de ellos es la respuesta a los críticos de la Teoría General; el mensaje central es que las decisiones económicas se adoptan en un mundo de incertidumbre. KEYNES precisa sus ideas acerca del conocimiento incierto: “El sentido en el que utilizo el término es en el que la perspectiva de una guerra europea es incierta, o el precio del cobre o el tipo de interés dentro de veinte años, o la obsolescencia de una nueva invención, o la distribución de la riqueza en el sistema social de 1970. Sobre esos asuntos no hay base científica que nos permita formular cualquier probabilidad calculable. Simplemente no sabemos” (1937, pp.113,114).
Keynes ha recobrado relevancia actualmente ante la evidencia de que la incertidumbre es cada vez mayor en un mundo financiero globalizado, dominado por un “sistema equivocado” si así se quiere llamar, con dosis crecientes de inestabilidad y vulnerabilidad. Por ejemplo, la facilidad con la que una moneda como el dólar puede llegar a fluctuar en pocas a horas debidos a un mínimo pronunciamiento político-económico de dos gigantes (EE-UU y China) en términos del mercado, o las tenciones bélicas en medio oriente y su relación (guerra- petróleo y petróleo-dólar).
El espectro de las expectativas, la incertidumbre y el riesgo sobre la economía de los países cumplen con un papel determinante, donde todas las decisiones tomadas por medio de políticas económicas recaen sobre las  autoridades monetarias, fiscales y económicas, donde la mayoría de las veces los pronósticos de las expectativas son las esperadas, pero no siempre esto sucede de esta manera, antes de la crisis los empresarios no tenían muy en cuenta las expectativas y ese fue uno de los factores que más influyo en la crisis.
Muchas veces el fenómeno de la especulación basado en las expectativas resulta muy peligroso, creando burbujas, las cuales funcionan de la siguiente forma: se produce un incremento de precios como consecuencia de la especulación, que lleva a los inversores a adquirir el objeto en cuestión con la intención de venderlo en un futuro por un mayor valor. El precio aumenta hasta tal punto que los inversores esperan que se produzca un ajuste a la baja y siguiendo sus expectativas llega un momento en el que la burbuja estalla, trayendo consigo una disminución del precio por debajo de su valor intrínseco.
 El mensaje que nos ha dejado Keynes es la necesidad de adecuar las instituciones a la aceptación de que la incertidumbre radical existe, y no podemos comportarnos como si fuera posible transformarla en riesgo susceptible de medición. Por eso, modificaciones tan esenciales adoptadas en la década de 1930 como el seguro de depósitos o las limitaciones a los tipos de interés, deben considerarse como medidas que pretendían aumentar el nivel de certidumbre, en una crisis caracterizada por la incertidumbre que paralizaba la actividad económica. podemos de alguna forma también desde esta línea entender el proceder  la macroeconomía moderna en conjugó con todos los agentes económicos cuando se  trata de comprender la dinámica de las economías emergentes, donde aparecen desequilibrios económicos frecuentes para los cuales la teoría estándar carece de explicaciones, y por tanto, de respuestas de política económica completamente satisfactorias, aun así, es posible establecer una proyección de especulación racional y tomar las mejores medidas y decisiones en la economía de una nación.

Bibliografía.
Mañas (2016). ¿Tenemos algo que aprender de Keynes ahora? Madrid: Instituto Universitario de Análisis Económico y Social.
KEYNES, J.M (1936): The general theory of employment, interest and money (IV). en español: ed. fondo de cultura económica, México (1943); ed. Aosta, Madrid (1998), y ed. síntesis, Madrid (2009).
 KEYNES, J.M (1937): “The general theory of employment” (xiv, pp. 124-133). en español: breve tratado sobre la reforma monetaria. escritos. (1910- 1944). ed. síntesis. Madrid (2009).


Ineficiencia de la teoría clásica del empleo y la teoría Keynesiana como solución a la crisis de 1930



Juan Sebastián Varona

Resumen: En este texto lo que se pretenderá ilustrar es como los clásicos plantean su teoría del empleo haciendo uso de unos factores clave, de esta manera se lograra demostrar que su teoría contiene lógica, pero al aplicarla a la realidad se queda sin bases y hace que sus postulados sean apartados; posterior a esto se dará una explicación desde la teoría Keynesiana al porque los postulados de la teoría clásica no son aplicables para dar una explicación al desempleo mundial que se vio en la crisis de 1930.

Palabras clave: Clásicos, Keynes, Empleo, Teoría económica, Oferta, Demanda.

Con la crisis de 1930 que afecto de manera directa el nivel de empleo a nivel mundial, se busco dar una explicación a este fenómeno y con ello la solución a este mismo, con lo cual se usó la teoría clásica del empleo durante los tres primeros años de esta década. Se parte de considerar que los teóricos ortodoxos le asignan un papel fundamental al mercado, pues lo consideran el regulador por excelencia de la economía y por supuesto el mejor distribuidor de los recursos. En el enfoque microeconómico las libres fuerzas del mercado sustentadas en el supuesto del laissez – faire, conducirían inevitablemente a las economías a la situación ideal de equilibrio, donde se alcanza la optimización de todos los recursos escasos y la posición privilegiada del pleno empleo de los factores de producción, o por lo menos un nivel muy alto de ocupación.
Con lo cual se llego a una primera conclusión, la cual mencionaba que el desempleo era de carácter voluntario debido a que las personas no están dispuestas a emplearse por salarios menores a la desutilidad marginal del trabajo que este les genera, estas eran personas propietarias de otros factores de producción y que por lo tanto viven de las rentas que proporcionaban sus tierras, o de los intereses de sus capitales, y/o de las ganancias de sus empresas por los tanto no les interesaba trabajar por bajos salarios y además no estaban dispuestas a desplazarse de sus lugares de origen. Con el paso del tiempo los desempleados en USA ascendieron a 14 millones de desempleados que de ninguna manera eran desempleados voluntarios. Luego de esta explicación que de ninguna manera fue correcta, trataron de argumentar que los sindicatos impedían que aumentara la el nivel de ocupación pues no admitían la reducción de salarios, y por ello los empresarios o dueños de los medios de producción no buscarían emplear mano de obra ya que era insostenible para ellos. Con lo que fueron poco a poco resintiendo los cimientos de esta lógica de pensamiento hasta que finalmente el mundo económico no solo necesitaba, sino que exigía una explicación y lo que es mejor una solución al terrible flagelo del desempleo.
La argumentación de la teoría clásica no fue compatible con las características del desempleo en la crisis mundial de los años treinta y no logro dar explicación ni alternativas a este fenómeno.
A partir de este momento, la teoría Keynesiana aparece criticando principalmente el supuesto del economista francés Jean-Baptiste Say llamado la ley de Say el cual promulgaba que “toda oferta crea su propia demanda”. Con lo cual todos los demás postulados de la ortodoxia clásica empezarían a tambalear, pues esta ley implicaba que no existiría obstáculo alguno al incremento de la producción y por lo tanto al incremento del empleo dentro de un sistema económico. Con lo cual Keynes llegaría a determinar que las funciones de oferta y demanda agregadas no son idénticas, por lo tanto, no es cierto que la economía tienda automáticamente hacia el nivel de pleno empleo porque la demanda agregada se convierte en un obstáculo para lograr este objetivo, puesto que las pendientes la función de la oferta agregada y de la demanda agregada son positivas pero la primera tiene una pendiente mayor a la de la segunda. Entonces, la demanda agregada crece más lentamente convirtiéndose en un obstáculo para el incremento de la producción y de los empleos correspondientes, donde el aumento indefinido de esta brecha significa que los empresarios no pueden vender toda su producción en el mercado a precios rentables ocasionando que se empiece a vender esa producción a precios menores a los que permiten obtener la ganancia normal. De esta manera, los empresarios ajustan la oferta a la demanda real, existente en el mercado reduciendo la producción, y por lo tanto el empleo.
Adicionalmente Keynes replanteó el modelo clásico a partir de un conjunto de restricciones como las siguientes:
-La reducción del salario no conlleva a incrementar el nivel de empleo debido a que aun con esta condición lo que hace falta son fuentes de empleo que se crean únicamente a través del incremento en la inversión que depende de la eficiencia marginal del capital.
- El salario nominal puede permanecer fijo y sin embargo, el salario real disminuir si cada unidad monetaria se desvaloriza en términos reales, por lo tanto los salarios no equivalen al salario nominal.
- Los sindicatos están en capacidad, cuando más de fijar el salario nominal, pero nunca el salario real que depende del nivel general de precios.
Con lo que Keynes concluye que: El Estado debe intervenir de manera moderada para ajustar los desequilibrios que se presentan en el mercado de trabajo. La intervención debe ser compensatoria, es decir la inversión pública debe complementar a la inversión privada para aumentar el empleo y también debe haber una intervención correctiva a través de los instrumentos de política que le permitan a la economía aliviar el desempleo.
Para culminar, desde mi perspectiva la teoría clásica del empleo se queda corta y además se derrumban sus postulados que desde el análisis lógico tienen sentido pero cuando son sometidos a la realidad se quedan sin fundamentos para lograr dar una explicación eficiente al fenómeno que se presentó en 1930, pero por el contrario la teoría Keynesiana del empleo logra dar una explicación y alternativas para lograr una solución satisfactorias, que la llevo a convertirla en una de las obras de mayor importancia durante la primera mitad del siglo 20.
Bibliografía:

KEYNES Y EL LIBERALISMO



     El autor de la “Teoría General Del Empleo, El Interés Y El Dinero” John Maynard Keynes nos propuso soluciones ante déficits en la economía nacional. Miguel Aponte nos plantea durante su documento el punto de vista desde el ámbito liberalista y desde la perspectiva keynesiana; el objetivo de este texto es dar a conocer cómo desde las estrategias planeadas en la teoría general de Keynes se puede mantener el orden del empleo y el crecimiento, y asimismo como la inclusión del Estado es fundamental en déficits económicos.
     El crecimiento económico se ve afectado ya sea por el bajo consumo, la poca inversión y a su vez la alta tasa de desocupación, las teorías económicas intentan conservar la estabilidad sobre el empleo, los precios y el crecimiento, debido a que están totalmente asociadas entre sí. El liberalismo nos plantea que es el mismo mercado quien se regulará, concluyendo que el Estado no deberá influir o aportar ayuda; de forma tal que el mercado se ve desde el equilibrio (O=D) y será el encargado de devorar cualquier desnivel, por consiguiente, deja que en cierto modo los riesgos que implica la autorregulación vaya eliminando a quienes no son capaces de permanecer en el mercado, por su poca competitividad.
     Sin embargo, La economía está llena de variables que se ven reflejadas en el PIB (Producto Interno Bruto) que en última instancia será igual a la Demanda Agregada (DA) y al Ingreso (Y), siendo así el problema de desocupación según Keynes se debe a una DA decreciente, involucrando para su solución métodos unificados de la política fiscal y monetaria.
     Desde los teóricos anteriores a Keynes se trataba de proponer factores flexibles de tal forma que según ellos al bajar salario incremente el empleo, por ejemplo. Las propuestas como estas se deniegan desde la teoría keynesiana ya que las soluciones proporcionadas estaban sobre una base de equilibrio y pleno empleo que tanto Keynes y Aponte ven como una situación no real en el mundo económico, exponiendo así que una baja en la tasa impositiva podría ser una gran solución puesto que el consumidor tendrá un nivel más alto de ingreso disponible y asimismo incrementara el consumo, aunque este no suba en la misma proporción del ingreso.
     Lo que estos autores liberalistas sugerían era lograr que los gatos y el ingreso fueran iguales, haciendo que en estricto sentido la oferta produjera su propia demanda de manera que este hecho no se viera perjudicado debido a que el dinero no fluctuaba y por lo tanto los precios tampoco lo harían (teoría cuantitativa del dinero) y de esta forma el dinero no sería ni escaso ni cuantioso.
      No obstante, los precios desde la posición keynesiana si varían a causa de su movimiento no solo macroeconómico sino también microeconómico conllevando a salarios reales bajos, canastas familiares más pequeñas, poco consumo.
      De ello resulta necesario decir que es erróneo pensar que la regulación económica y el crecimiento se dará gracias a un mercado en equilibrio que no existe, además de ello ratificar la importancia que tiene para las economías en crisis la intervención del Estado, dado que en estos casos las inversiones decrecen por el alto riesgos y los empresarios suelen inclinarse hacia la liquidez, de este modo el estado proporciona inversiones levantando a las economías y redirigiéndolas.

BIBLIOGRAFÍA:
            Aponte, M. (2013). Keynes y el equilibrio general: aproximación a la teoría económica. Venezuela: Universidad Central de Venezuela. Recuperado de: https://www.academia.edu/4256089/Keynes_y_el_equilibrio_general_aproximaci%C3%B3n_a_la_teor%C3%ADa_econ%C3%B3mica

EL PROBLEMA DE LA SOLUCIÓN A LAS CRISIS ECONÓMICAS



El presente artículo de María de la Paz Guzman Plata trata entender las crisis financieras más recientes puesto que azotaron de gran medida a las economías más fuertes del planeta que motivó a los pensadores económicos en revisar las teorías de las escuelas de pensamiento para dar razón a estas crisis, así el articulo contrasta los postulados de Keynes y la síntesis neoclásica/keynesiana en relación de los movimientos de capital.
Según Keynes la inversión tiene un comportamiento cíclico que está dado por la eficiencia marginal del capital, y esta eficiencia corresponde a las expectativas psicológicas de corto y largo plazo, una variable subjetiva que puede cambiar con el tiempo, en las cuales un o una inversionista estima lo que podrá producir probablemente, es decir, el rendimiento probable donde “es importante considerar al factor de capitalización y a la tasa de interés esperada sobre préstamos en dinero que a su vez dependen de las expectativas y del estado de la confianza de los agentes económicos” (Guzman, 2011, p.54). y como las expectativas y el estado de confianza dependen de un componente psicológico, estas pueden cambiar en el futuro, por estar en el campo de la incertidumbre, por ende, entramos en el mercado accionario donde está fuertemente influenciado por todas estas variables psicológicas, sobre todo el movimiento de la bolsa “porque la inversión real también puede ser vista y evaluada como un activo financiero” (Guzman, 2011, p.54).al evaluar y revaluar los movimientos en la bolsa estos afectan a la tasa de inversión corriente ya que dice cuando se invierte en un proyecto o se compra una empresa, por ejemplo.
“para Keynes la bolsa es como un barómetro mediante el cual el inversionista decide seguir en el negocio, retirarse o volver a entrar en él” (Guzman, 2011, p.55), el problema está en valorar el mercado en función de la inversión real, lo cual es débil por varias razones de índole psicológico como el hecho de que los agentes que importen no conocen los negocios, entre otras. En este sentido los flujos de capital se mueven bruscamente dependiendo de la situación psicológica de los agentes económicos en el mercado financieros.
Al estudiar Krugman (2009) el comportamiento de la economía mundial durante las últimas dos décadas, deja ver como los planteamientos de Keynes (1980) y de Minsky (1987) se encuentran a nivel internacional como resultado de los movimientos de los flujos de capital, los cuales se convierten en factores importantes que explican las crisis financieras y económicas (Guzman, 2011, p.60).
El estado de confianza es súper importante para una nación ya que puede inferir en la decisión de los inversionistas internacionales, como pasó en Latinoamérica: “Las reformas de liberalización de los sectores comercial y financiero aunadas a las políticas de privatización, la reestructuración de la deuda externa, …  y a la caída del comunismo impactaron psicológicamente a los inversionistas extranjeros a invertir en estos países” (Guzman, 2011, p.60). Cuando el estado de confianza cambia tan bruscamente de un estado positivo a uno pesimista, en el caso latinoamericano llevó a una crisis financiera, y posteriormente a una económica, pues la pérdida de confianza en países de habla hispana en américa responde a el déficit de la cuenta corriente (posiblemente la situación actual de Ecuador), una disminución en la productividad que afecta directamente al PIB, “la disminución en las exportaciones porque se volvieron poco competitivas (como pasó en Argentina)” (Guzman, 2011, p.60). todas estas situaciones conllevan a un ataque especulativo de las monedas de los diferentes países que genera una fuerte devaluación de las mismas.
Para la síntesis neoclásica-keynesiana no hace referencia a la crisis de ciclos como si lo hace Keynes ya dicho anteriormente pues el análisis de esta escuela es:
Lo que aparece son desviaciones del equilibrio de pleno empleo a corto plazo, provocados por la rigidez de los precios y los salarios nomínales para ajustarse inmediatamente ante cualquier exceso de oferta o de demanda que prevalezca en los mercados, … desequilibrio provocado por un exceso de oferta de mercancías, el cual a su vez tiene su origen en un cambio en los gustos de los consumidores o por un pesimismo de los inversionistas, genera que la inversión se reduzca y la demanda agregada también (Guzman, 2011, p.62)
Se puede demostrar la postura de la síntesis no tiene incluida la variable psicológica que Keynes proponía, parra ellos todo se mide con certidumbre, donde los comportamientos de las acciones de los inversionistas son completamente cambiantes que genera un estado total de incertidumbre, en contraste a lo que explica la síntesis que es un cambio en los gustos de los consumidores (una postura muy fuerte de la teoría microeconómica).
En la actualidad las crisis políticas que viven varios países latinoamericanos, se están trasportando al ámbito económico, y la respuesta al por qué de esta transición posiblemente esté en una variable psicológica de que las acciones políticas afectan directamente en la economía, y cuando estos problemas políticos se conviertan en crisis económicas, el modelo neoclásico actual no va a tener la capacidad de actuar ante ello, esto infiere que la economía no ha aprendido de su historia, conllevando a que las crisis se repitan.
REFERENCIAS-
Keynes y la síntesis neoclásica keynesiana frente a la crisis y los movimientos de capital internacional. (2011). Análisis Económico26(61), 53–67. Retrieved from http://search.ebscohost.com/login.aspx?direct=true&db=fua&AN=60988145&lang=es&site=eds-live