lunes, 31 de octubre de 2016

Estado, Política y Economía; Expectativa e incitación a la Inversión Keynesiana.


Por: Oscar Mauricio Valderrama Hernández 


Formulación de un Contexto.
La política y la economía están estrechamente relacionados, la estructuración y sus fundamentos tienen características específicas que se asemejan tanto en su origen como en el proceder al instante de tomar una decisión que afecte alguno de estos dos campos. Es así, que toda racionalidad o perspectiva de un homo economicus tiene que entrelazar sus inferencias con la planeación, regulación y control previas hechas por los entes administrativos y de ahí construir un contexto que se ajuste a sus lineamientos.
La sociedad como una estructura que se compone por una multi-variedad de ciclos internos como bases para edificar una participación colectiva, debe tener un diseño y organización previa; la perspectiva de ver una relación contractual de una sociedad  con los entes gubernamentales hacen parte de un perfecto ejemplo de causalidad entre sus decisiones y el plano generado por dichas determinaciones trayendo consigo mismo consecuencias negativas para algunos o positivas para otros gestando o simbolizando su verdadera labor; ser benéfico para la mayoría de individuos posible.
El crecimiento y el desarrollo son dos definiciones epistemológicas vigorosamente incrustadas en propuestas teóricas tanto de la política como en la economía. Las relaciones sociales y los distintos procesos humanos innatos germinan la creación de bienes y servicios y de igual manera, una impetración en muchos casos para satisfacer la necesidad básica y posterior la complacencia de los deseos individuales.
Conformación de incalculables micro ciclos productivos generan bienes y servicios en gran magnitud. La expectativa de aquellos que fomentan y hacen parte de los procesos de producción - demanda de bienes y servicios directamente, depositan su voto de confianza en que estos recursos tenga la más óptima y adecuada distribución en el mercado y la retribución monetaria como de bienestar sea la más acorde a lo esperado previamente.
El Estado y la economía tienen un plano un poco más complejo, la relación causa- efecto y la terminación de un ciclo para comenzar uno nuevo o continuar con el mismo formula nuevas expectativas y decisiones que cambian el panorama inicial alterando la toma de decisiones que incluyen las variables internas, como también elementos externos que hacen parte indirecta de dicha relación. Cabe resaltar, la idea general clara de la incidencia entre la política y la economía es directamente proporcional o por lo menos sus repercusiones se hacen notar inmediatamente pero, tienen un factor común conformado por individuos en lapsos pre- establecidos democráticamente como el caso de nuestro país el cual es el Estado.
Este umbral, el cual radica en la influencia o el papel concreto del Estado en la economía y, pasando a un contexto más conciso como ejemplo contemporáneo es la garantía que genera este órgano estatal en la protección de recursos y el incentivo que promueve tasas de retorno por incidencias en el mercado atractivas a los capitalistas, generarando modificaciones en el nivel de ocupación, consumo y ahorro de la economía; posteriormente, las expectativas de inversión y la fijación de retribuciones a largo plazo (mediano plazo)  tendrán otros factores que serán analizados desde la óptica Keynesiana.
Expectativas a Largo Plazo (Inversión) – Keynes-.
La base de conocimientos sobre las inversiones y los negocios es muy complejo cada vez más, debido a la cantidad de factores políticos, de mercado y demás elementos quizás no considerados previamente alteran la tasa de retorno de la inversión hecha anteriormente. Estas inversiones tienen una característica esencial, la cual surge de que los riesgos y los cálculos a largo plazo pueden generar expectativas de retorno muy altas he incluso más elevadas de lo previsto inicialmente, siendo más atractiva la idea de introducir capital en el proceso productivo de bienes o servicios.
Desde el contexto Keynesiano como analítico de los fenómenos económicos de su época, denotó algunos características relacionadas con la inversión debido a que las inversiones no calculaban directamente en el campo del mercado determinado por el inversionista si no, se determinada por comportamientos en la bolsa de valores y rendimientos a corto plazo donde las expectativas variaban drásticamente en los polos y quizás corredores incentivaban a esperar como se comportaban a través del tiempo arriesgando el capital o monto de inversión.
La idea de inversión y dar votos de confianza en un proceso de expectativas generan modificaciones directas en el mercado.  Una serie de elementos irracionales motivados por el excentricismo y “probar suerte” crean la idea de un casino donde el desarrollo del capital pasa a un segundo plano y la orientación de este proceso se dirige a la idea de apostar y esperar el éxito o el fracaso.
En la propuesta Keynesiana para detener un poco es proceso especulativo parte en posicionar impuestos en las fases de inversión y mejorar así o estabilizar un poco más el mercado. Keynes con este pensamiento con el fin de contrarrestar este fenómeno económico, tomo postura al indicar que las personas deberían aferrarse a lo que compran o por lo menos tener certeza del valor de lo que poseen; la idea anterior fue analizada a posteriori por Keynes y concluyo que solo haría que la gente se aferrara al dinero entonces postulo que solo se den comprar bienes o activos con lo que se posee y así frenar la apuesta con capitales que no son propios o fantasear con el mercado y sus rendimientos.
Por último, Dejando o despejando las ideas de espíritus espontáneos o irracionalidades motivadas por elementos psicológicos no pertenecientes al homo economicus que ponen en riesgo elementos del mercado, economía y finanzas micro y macro-económicas muestran que el Estado como ente regulador permitido por la carta magna puede calcular y evitar todo este paradigma y pueda entrar a frenar he ir organizando cada vez mejor la inversión a largo plazo ( mediano plazo, debido que la idea Keynesiana del largo plazo se fundamente en que todos estaremos muertos).
Una Perspectiva en Paralelo
El ser humano tiene a cada instante alteraciones que modifican su perspectiva y su rumbo. El mundo de la economía puede ser un campo donde se pueda ver reflejado tales eventualidades; las variables psicológicas y especulaciones en un mundo donde el dinero tiene una significancia descomunal tienden a gestar estos complejos paradigmas donde el beneficio individual pero también agregándole las desigualdades en la distribución y acumulación de capital permite “justificar” poner en riesgo al otro pero que garantice tanto la satisfacción, supervivencia como también excentricidades que solo ofrece el mundo capitalista.

Las características del capitalismo promueven estos fenómenos pero desde una óptica más personal se debe regular y calcular tales eventualidades para tener menos consecuencias negativas sobre la economía que traerían muchos problemas a la sociedad. Este comentario último se pronuncia con sigilo debido a la falta de conocimiento financiero, micro y macro-económico sobre los efectos de este paradigma. Empero, con el ideal de que la economía debe adaptarse de la manera más óptima a la sociedad y no al contrario se debe reducir los riesgos potenciales que alteren el bienestar de las personas; Keynes nos previene de algo que ya aconteció, es por eso que hay que replantearse muchos elementos aquí dichos y promover lo mejor para todos.  

No hay comentarios.:

Publicar un comentario