Por: Oscar Mauricio Valderrama Hernández
Formulación
de un Contexto.
La política y la economía
están estrechamente relacionados, la estructuración y sus fundamentos tienen
características específicas que se asemejan tanto en su origen como en el
proceder al instante de tomar una decisión que afecte alguno de estos dos campos.
Es así, que toda racionalidad o perspectiva de un homo economicus tiene que
entrelazar sus inferencias con la planeación, regulación y control previas
hechas por los entes administrativos y de ahí construir un contexto que se
ajuste a sus lineamientos.
La sociedad como una
estructura que se compone por una multi-variedad de ciclos internos como bases
para edificar una participación colectiva, debe tener un diseño y organización
previa; la perspectiva de ver una relación contractual de una sociedad con los entes gubernamentales hacen parte de
un perfecto ejemplo de causalidad entre sus decisiones y el plano generado por
dichas determinaciones trayendo consigo mismo consecuencias negativas para
algunos o positivas para otros gestando o simbolizando su verdadera labor; ser
benéfico para la mayoría de individuos posible.
El crecimiento y el
desarrollo son dos definiciones epistemológicas vigorosamente incrustadas en
propuestas teóricas tanto de la política como en la economía. Las relaciones
sociales y los distintos procesos humanos innatos germinan la creación de
bienes y servicios y de igual manera, una impetración en muchos casos para
satisfacer la necesidad básica y posterior la complacencia de los deseos
individuales.
Conformación de
incalculables micro ciclos productivos generan bienes y servicios en gran
magnitud. La expectativa de aquellos que fomentan y hacen parte de los procesos
de producción - demanda de bienes y servicios directamente, depositan su voto
de confianza en que estos recursos tenga la más óptima y adecuada distribución
en el mercado y la retribución monetaria como de bienestar sea la más acorde a
lo esperado previamente.
El Estado y la economía
tienen un plano un poco más complejo, la relación causa- efecto y la
terminación de un ciclo para comenzar uno nuevo o continuar con el mismo
formula nuevas expectativas y decisiones que cambian el panorama inicial
alterando la toma de decisiones que incluyen las variables internas, como
también elementos externos que hacen parte indirecta de dicha relación. Cabe
resaltar, la idea general clara de la incidencia entre la política y la
economía es directamente proporcional o por lo menos sus repercusiones se hacen
notar inmediatamente pero, tienen un factor común conformado por individuos en
lapsos pre- establecidos democráticamente como el caso de nuestro país el cual
es el Estado.
Este umbral, el cual
radica en la influencia o el papel concreto del Estado en la economía y,
pasando a un contexto más conciso como ejemplo contemporáneo es la garantía que
genera este órgano estatal en la protección de recursos y el incentivo que
promueve tasas de retorno por incidencias en el mercado atractivas a los
capitalistas, generarando modificaciones en el nivel de ocupación, consumo y
ahorro de la economía; posteriormente, las expectativas de inversión y la
fijación de retribuciones a largo plazo (mediano plazo) tendrán otros factores que serán analizados
desde la óptica Keynesiana.
Expectativas
a Largo Plazo (Inversión) – Keynes-.
La base de conocimientos
sobre las inversiones y los negocios es muy complejo cada vez más, debido a la
cantidad de factores políticos, de mercado y demás elementos quizás no
considerados previamente alteran la tasa de retorno de la inversión hecha anteriormente.
Estas inversiones tienen una característica esencial, la cual surge de que los
riesgos y los cálculos a largo plazo pueden generar expectativas de retorno muy
altas he incluso más elevadas de lo previsto inicialmente, siendo más atractiva
la idea de introducir capital en el proceso productivo de bienes o servicios.
Desde el contexto
Keynesiano como analítico de los fenómenos económicos de su época, denotó
algunos características relacionadas con la inversión debido a que las
inversiones no calculaban directamente en el campo del mercado determinado por
el inversionista si no, se determinada por comportamientos en la bolsa de
valores y rendimientos a corto plazo donde las expectativas variaban
drásticamente en los polos y quizás corredores incentivaban a esperar como se
comportaban a través del tiempo arriesgando el capital o monto de inversión.
La idea de inversión y
dar votos de confianza en un proceso de expectativas generan modificaciones
directas en el mercado. Una serie de
elementos irracionales motivados por el excentricismo y “probar suerte” crean
la idea de un casino donde el desarrollo del capital pasa a un segundo plano y
la orientación de este proceso se dirige a la idea de apostar y esperar el
éxito o el fracaso.
En la propuesta Keynesiana
para detener un poco es proceso especulativo parte en posicionar impuestos en
las fases de inversión y mejorar así o estabilizar un poco más el mercado.
Keynes con este pensamiento con el fin de contrarrestar este fenómeno
económico, tomo postura al indicar que las personas deberían aferrarse a lo que
compran o por lo menos tener certeza del valor de lo que poseen; la idea
anterior fue analizada a posteriori por Keynes y concluyo que solo haría que la
gente se aferrara al dinero entonces postulo que solo se den comprar bienes o
activos con lo que se posee y así frenar la apuesta con capitales que no son
propios o fantasear con el mercado y sus rendimientos.
Por último, Dejando o
despejando las ideas de espíritus espontáneos o irracionalidades motivadas por
elementos psicológicos no pertenecientes al homo economicus que ponen en riesgo
elementos del mercado, economía y finanzas micro y macro-económicas muestran
que el Estado como ente regulador permitido por la carta magna puede calcular y
evitar todo este paradigma y pueda entrar a frenar he ir organizando cada vez
mejor la inversión a largo plazo ( mediano plazo, debido que la idea Keynesiana
del largo plazo se fundamente en que todos estaremos muertos).
Una
Perspectiva en Paralelo
El ser humano tiene a
cada instante alteraciones que modifican su perspectiva y su rumbo. El mundo de
la economía puede ser un campo donde se pueda ver reflejado tales eventualidades;
las variables psicológicas y especulaciones en un mundo donde el dinero tiene
una significancia descomunal tienden a gestar estos complejos paradigmas donde
el beneficio individual pero también agregándole las desigualdades en la
distribución y acumulación de capital permite “justificar” poner en riesgo al
otro pero que garantice tanto la satisfacción, supervivencia como también
excentricidades que solo ofrece el mundo capitalista.
Las características del
capitalismo promueven estos fenómenos pero desde una óptica más personal se
debe regular y calcular tales eventualidades para tener menos consecuencias
negativas sobre la economía que traerían muchos problemas a la sociedad. Este
comentario último se pronuncia con sigilo debido a la falta de conocimiento
financiero, micro y macro-económico sobre los efectos de este paradigma.
Empero, con el ideal de que la economía debe adaptarse de la manera más óptima
a la sociedad y no al contrario se debe reducir los riesgos potenciales que
alteren el bienestar de las personas; Keynes nos previene de algo que ya
aconteció, es por eso que hay que replantearse muchos elementos aquí dichos y
promover lo mejor para todos.
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