Sin lugar a duda uno de los temas de gran
debate al iniciar cada año, gira en torno al salario mínimo, y es válido ya que
por decreto de ley en Colombia, se exige un ajuste del mismo para garantizar
las necesidades básicas de los más vulnerables, que para cualquier trabajador
es generador de motivación, existiendo una carencia o necesidad para poder
llegar a satisfacer la misma ya que esta afecta nuestro nivel de vida o status.
En donde se fija un porcentaje puesto a discusión entre los distintos gremios, gobierno,
sindicatos y empresarios, llegando a la difícil tarea de sostener un acuerdo,
que por lo general presenta inconformidades de parte de los mencionados.
La raíz del problema está en la falta de
información que tienen las personas jurídicas sobre dichos aumentos de calma,
que han demostrado la falta de alcance a través del tiempo con la inflación.
Partiremos entonces desde el significado de
salario nominal, que se entiende en términos simples como el pago por alguna
actividad productiva o remuneración pagada en dinero o especie por la actividad
misma, donde al trabajador o en este
caso preciso a tratar, las personas que estén recibiendo un salario mínimo
legal, que le garantiza un sustento básico o vital de vida. Una de las mo
Si bien entonces, el aumento en el los
porcentajes del salario nominal en cierta medida no tiene en cuenta variables
importantes como la capacidad adquisitiva del dinero y la inflación, en donde
se genera un aumento constante de los precios, que en muchos casos puede
resultar un problema para la economía y sociedad, trayendo con sigo hambre y
pobreza. Por ende entonces este concepto de salario nominal va muy de la mano del
salario real que nos demuestra, nuestra capacidad de compra en términos reales ante
el mercado con nuestro salario nominal.
“Por lo
tanto, en términos reales, el salario es menor que el del año anterior, aunque
nominalmente sea mayor”
Adentrándonos en teoría desde la visión
keynesiana, tenemos que hablar del nivel de precios y producción, para entender
un poco las disminuciones y aumentos de los salarios, donde un aumento en el
nivel de precios generaría consigo también un aumento de la producción, dando
la oferta agregada, que para Keynes en este caso, dice que el salario nominal
es constante.
Si miramos situaciones practicas vamos a ver
que un aumento de los niveles de precios, hace disminuir el salario real, lo
que genera un aumento de la demanda del trabajo, ya que las empresas
necesitaran contratar más gente para igualar el producto marginal del trabajo,
esto se ve reflejado en un aumento de mano de obra entonces se tendrá una mayor
producción, la cual se ve traducida en el aumento de la oferta agregada. Ahora
al disminuir los niveles de precios vamos a ver un aumento en el salario real,
para lo cual los empresarios entran a disminuir la demanda de trabajo o
despedir gente lo cual afecta la productividad lo que va hacer disminuir la oferta
agregada.
Abríamos de preguntarnos ¿por qué se producen
estas disminuciones del salario nominal y salario real o por que se produce un
aumento o disminución de la demanda de trabajo? Y la respuesta está en los
niveles de precios.
El problema que tenemos anualmente en nuestro
país con los salarios radica en que no
existe una proporción justa que iguale las variaciones de la inflación y el
aumento del salarial, si no por el contrario se ve claramente como los aumentos
en los salarios no compensan el nivel de subida de la inflación haciendo con
ello, que nuestra capacidad de compra se vea reducida y los salarios nominales
no compensen dicha subida, pero esto no es de fechas recientes si miramos
cifras y comparamos con años anteriores, se verá que no siempre se compensan
dichas variaciones, que si le sumamos a eso alzas en impuestos y otras
variables que alargarían el problema.
Lo paradójico de esto y como problema principal
está en que los más afectados son las familias y personas que están sujetas a
este mínimo vital, siendo afectados directamente a la hora de adquirir los productos
de la canasta familiar.
Si intentamos dar una conclusión para dar una
solución, a la descompensación del salario nominal mínimo, frente al real abría
de tenerse en cuenta los factores primordiales como lo son la inflación y la
capacidad adquisitiva a la hora de dar el porcentaje laboral decisivo para la
clase obrera, que parece ser sido olvidado como prioridad en la negociación. No
queda más decir que parece estar
salvaguardados por los sindicatos y su labor para velar por los mismos.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Jose Miguel Lana Berasain (202), “ Jornales, salarios,
ingresos. Aproximacion a la evolución de
los niveles de vida desde la Navarra rural (1801-1935)” en Jose Miguel Martinez
Carrion (Ed.) El nivel de vida en España rural, XVIII-XX, Universidad de
Alicante, pp. 183-234
Respecto al texto me gustaría decir que no es solo la falta de información de las personas jurídicas, sino también en todo sentido, puesto que radica desde el tipo de educación que se ha tenido, ya que al existir falencias desde las diferentes instituciones claves para el desarrollo como persona, que se espera que sea cuando entre en un campo laboral, en donde la desinformación, diversas maneras de manipulación, y demás juegan a lo largo de la vida de las personas un papel importante, no solo sirven de referencia para la toma de decisiones, sino también para diferenciar las formas de embaucamiento por decirlo de alguna manera, es necesario diferenciar los aspectos de salario, claramente, pero es más importante aún que la gente pueda tener una educación con sentido social, donde no solo se le vomite el conocimiento al estudiante sino que también autónomamente hablando que el estudiante decida emprender por su cuenta y adquirir conocimiento de su interés, para que en situaciones de vida futura pueda saber más claramente que está pasando con su manera adquisitiva y su remuneración, respectivamente.
ResponderBorrarBuenas Tardes.
ResponderBorrarMi postura acerca de las políticas económica es muy compleja; como inicia el planteamiento del autor de este texto paralelo es que las fluctuación de la moneda patrón que controla los mercados mundiales y agregándole la inflación a los productos básicos que garantizan la supervivencia de los trabajadores con un monto de salario nominal mínimo legal se ha convertido en objeto de debate y suplica por parte de los sectores más vulnerables de la sociedad a los “gurús” de la economía. Aunque ha sido demostrado que el salario nominal convirtiéndolo en salario real o poder adquisitivo no satisface ni siquiera las necesidades básicas que por orden de la carta magna se deben proteger.
Cambiando del foco del problema, lastimosamente cuando contextualizamos el problema del salario real como salario mínimo entramos en un desalentador panorama debido a que lo aumentos nominales del salario mínimo que se ajusta cada año siempre tienen la misma proporción en no satisfacer en su totalidad con la costó de vida que actualmente está aumentando en dificultad de supervivencia social en todos los campos incluido el económico. Es aún más desalentador saber que los procesos de devaluación de la moneda no se frenan solo se mantienen constantes en nuestra economía Colombiana y esto permite que se siga aumentado la brecha de la disminución de la calidad de vida de los trabajadores, pero peor aún, donde los sindicatos de los distintos grupos o sectores de trabajadores no ejercieran presión sobre los ajustes nominales, en vez de hacer una equivalencia para no afectar al trabajador terminan proponiendo disminución en el mismo por parte del empresariado y el gobierno.
Es un paradigma complejo y desde mi perspectiva se debería más instruir a las personas un poco más de términos económicos creándoles las definiciones como en este caso de salario nominal y salario real para poder comprender mejor en masa que es lo que está sucediendo con la fluctuación del dinero, el poder adquisitivo mínimo que el gobierno debe garantizar a los trabajadores con la satisfacción de necesidades básicas para sobrevivir y contemplar la idea de educar para que más adelante se pueda no vivir “a ras” como se dice coloquial mente sino poder tener capacidad para ahorrar.