Daniel Felipe Lozano Díaz
Este escrito tiene como objetivo
mostrar de manera argumentativa cómo las teorías y postulados (no todos) de la
teoría Keynesiana y los conceptos usados por los economistas clásicos (algunos
de ellos que el mismo Keynes también refuta) tienen poco validez o en muchas
otras ocasiones, carecen de sentido, en un mundo tan globalizado como en el que
vivimos actualmente, además de tener en cuenta que el régimen capitalista que
vivimos es ahora, más que nunca, más diverso que cualquier otra cosa.
Para comenzar, en esencia, haré
hincapié en aquél postulado que afirma, o en otros términos, que desconoce el
desempleo involuntario. Pienso que eso de dar por cierto que “quien no quiera
trabajar es porque no quiere” no aplica en el régimen capitalista, quizás, y en
determinado momento histórico, eso sí aplicó pero de ahí a decir que es algo
que se mantiene a lo largo de los 400 o mal contados 500 años que ya lleva el
capitalismo, es una completa falacia. Si la sugerencia de los economistas
clásicos fue suponer que el mercado tenía la capacidad de absorber a toda la
mano de obra naciente en todos los países, sencillamente se cae en un error. El
mismo Marx (un espléndido economista categorizado como “clásico” pero no por
compartir sus conceptos o fundamentos teóricos con sus colegas contemporáneos,
sino más bien por hacer parte
precisamente del colectivo de pensadores que surgieron en esa época) ya hablaba
del “ejército industrial de reserva”
que apela de manera oportuna al postulado que estamos criticando, ya que
asevera él que cada vez y con muchísima más frecuencia la población es mayor a
la capacidad de absorción que tiene la industria y el sistema capitalista para
integrar a esas personas en procesos productivos; y no cualquier proceso
productivo, no, un proceso en el cual a las personas (proletarios en este
sistema o simplemente desposeídos) se les asegure los niveles mínimos de
bienestar y se les garantice, más que su subsistencia, un nivel medio-alto de
calidad de vida. Básicamente es pensar y cuestionarnos lo siguiente: ¿Cómo es
posible que aquellos pensadores pudieran pasar por alto esta situación tan
importante y permitirle a las personas vivir bajo ese falso ideal de que había
trabajo para todos cuando realmente no era así? ¿Acaso la imprecisión que se
dio al no ver este “fenómeno” o esta realidad tan latente pudo haber evitado
parte de la crisis mundial? ¿Cómo es posible que ya llevando más de 120 años de
la evolución teórica en el pensamiento económico (tomando como punto de partida
la publicación de La Riqueza De Las
Naciones) no se haya cambiado o previsto que el sistema capitalista es un
sistema excluyente y que por ende no todos pueden ser partícipes de él y más
precisamente en el mercado laboral? Personalmente pienso que más que un desliz
o una simple laguna teórica es algo que bajo ningún supuesto ni precepto se
puede descartar u obviar. Esta crítica va dirigida explícitamente a la teoría
clásica que en su momento imperaba porque pienso que de manera cuerda no se
puede dejar de pensar en una problemática y más cuando la evidencia (la critica
que hacia Marx al sistema cuando habla del ejército de reserva y de las mismas
crisis del capitalismo, como es el caso, crisis de sobreproducción que
repercute en la realización de la plusvalía, claro está, tomando como punto
final la crisis del 29) demuestra que no es así.
Por otra parte me dirijo al ideal
que Keynes promulgaba (permítaseme dirigirme al lector atento y decirle que
trataré de sintetizar lo que dice Keynes y, por otro lado, a lo que mi juicio
me dice es lo más relevante de la teoría), al de controlar y regular de manera
más activa y responsable las actividades económicas, ya que como la misma
evidencia histórica muestra, las fuerzas del mercado no pueden con todo. ¿Qué
tiene de malo ese postulado o más bien, por qué considero que es algo que en un
mundo actual globalizado no aplica? Pues bien, lo veo más claro en nuestro
mismo contexto Colombiano y muy seguramente aplicaría en otros cuantos países
de Latinoamérica. La crítica se dirige cuando se intenta generalizar todo ya
que, si revisamos ciertas cifras y damos un vistazo atrás podemos encontrar que
en una sociedad como la colombiana, pensar que la solución a los distintos
problemas económicos tiene que venir de actores estatales o gubernamentales es
algo complejo de creer, es decir, bajo el sistema actual de instituciones a las
cuales, diría yo, estamos sometidos más que relacionados, si cabe el término,
es muy difícil pensar que quienes tengan que regular las actividades y las
fuerzas del mercado sea nuestro gobierno o poder estatal ya que, como lo
mencioné, históricamente nuestro sistema político está impregnado de un
fenómeno llamado corrupción que termina por asfixiar al mismo pueblo que se
supone debe de salvaguardar. La crítica se dirige es porque no se puede pensar
una solución de esas (que el gobierno
regule actividades comerciales y demás) debido que en nuestra sociedad habría
que solucionar muchos otros problemas estructurales ente ellos la misma
corrupción. Es como lo siguiente: ¿Cómo poder confiar en actores políticos o en
nuestros gobernantes si cada uno de ellos van es en busca de su beneficio
personal? Es como si se tratase, como lo menciona un economistas sur Coreano, de
“gestores de empresas” (Chang, 2010:
41, 42), viendo el Estado como la empresa y como seres racionales que somos hay
que sacar provecho de esa empresa, ¿cómo? aprovechándose, en últimas, de la
sociedad. Hago una acotación previniendo
de ante mano fuertes críticas. Sé de manifiesto que la Teoría general de Keynes
fue escrita para una nación específica y en un contexto específico, mi
intencionalidad es decirle a aquél que piensa que aquellos postulados se pueden
implantar en todo lado, mostrándoles, por ejemplo, que en Colombia dado el
caso, no se puede pensar en ello o no se puede implementar de manera tan
abiertamente como sí se podría llegar a hacer en otros sitios u otros países.
Para concluir diré que si bien no
es el sistema que mejor nos represente, sí diré y en este punto comparto lo del
autor, que “es el mejor sistema
económico” (Chang, 2014: 97) que nos ha ofrecido los distintos constructos
sociales y periodos históricos que hicieron que llegáramos hasta esta etapa del
modo de producción capitalista. Además, también defiendo que si bien es cierto
que es muy importante tomar o irse a las bases de la teoría económica cuando
necesitamos explicar el porqué de ciertas situaciones, también es cierto que
para poder dar explicación a aquellos problemas no es suficiente con lo que ya
muchos pensadores dijeron puesto que como ya lo evidencié, hay muchas lagunas o
incoherencias, si se quiere, de esas teorías cuando intentamos extrapolarlas a
nuestro actual contexto. Es tarea de nosotros crear nuevas y mejores teorías
basándonos en los éxitos y fallos de las otras, es tarea de nosotros crear
nuevas teorías para el nuevo mundo.
Bibliografía
·
Chang, Ha-Joon, (2010). 23 cosas que no te cuentan
sobre el capitalismo. Grupo Editorial Penguin Random House. Traducción de Jofre
Homedes Beutnagel, Barcelona - España. Capítulos 1, 2 y 3.
·
Chang, Ha-Joon, (2014). Economía para el 99% de la
población. Grupo Editorial Penguin Random House. Traducción de Teresa Beatriz,
Barcelona – España. Capítulos 1,2, 3 y 4.
Sin duda, uno de los mejores textos paralelos. Un buen texto es aquel que te deja cosas para reflexionar y ayuda a cuestionarte, particularmente considero este texto muy sugerente. Debido a esa sugerencia, mi comentario extenso. Pues tiene varios elementos a analizar, así que comencemos.
ResponderBorrarConsidero que es muy buena tu aseveración de que el fenómeno del desempleo involuntario ya había sido analizado, desde otra perspectiva, por supuesto, por Marx materializado en el ejército industrial de reserva. Que él se diera cuenta de esto, es comprensible ya que Marx no trabajaba con supuestos tan restrictivos y lógicos de “modelos que se aproximen a la realidad”, sino con la realidad misma, y en la realidad era evidente este fenómeno; por otra parte como ruptura a los neoclásicos, Keynes es otro buen ejemplo de dejar de lado esta manera de proceder. Sin embargo, hay que tener en cuenta que Marx enfoco su análisis a que ese ejercito industrial de reserva servía para regular los salarios en la economía, manteniéndolos bajos por supuesto, pero no le dio bases teóricas para un análisis tal de prever un ejército tan grande como para provocar una crisis y saber proceder en este escenario (aunque no niego que dio algunas pautas), pero es evidente que dejo el terreno aunado para que otro teórico, aun con perspectiva diferente, lo incorporara a un cuerpo teórico fundamentado creando una variante de las teorías tradicionales/hegemónicas hasta ese momento, creando así como Marx otra perspectiva de interpretación de la economía: la keynesiana.
Ahora bien, continuando la lectura, y según tu recurrente afirmación de que vivimos en un mundo globalizado, pensé por un momento, de que la crítica hacia la no aplicabilidad del modelo de intervención estatal se dirigía hacia que los estados nación cada vez pierden más poder para aplicar sus políticas económicas e intervenir efectivamente en la economía (globalizada); pero me sorprendí al ver que la crítica se dirigía hacia la corrupción, y no por ello la considero de poca monta, solo que no encontré en este punto relación tan clara, pues es otra mirada completamente diferente.
Con relación al primer aspecto, quisiera dirigir unas pocas palabras. Desde la liberalización de los capitales, el terreno de los estados para asumir posturas intervencionistas se ha visto bastante minado, pensemos en el caso más visible: los estados dejaron de intervenir en la tasa de cambio y ahora la dejan fluctuar según los vaivenes de las fuerzas del mercado, pues ya se dieron cuenta que esa batalla la tenían perdida; este y otros casos sirven para ver que con ciertas decisiones a nivel mundial, el mercado le gana terreno a la intervención. Además, pensemos en las organizaciones transnacionales que imponen formas sobre cómo se debe manejar la economía de un país, según modelos tomados de aquí y allá, que sirvieron en otras áreas geográficas, adoptándolos en nuestros países sin tener en cuenta nuestras particularidades.
En segundo instancia, acepto la idea de que el estado no tiene el poder, ni el interés de resolver todos los distintos problemas económicos de la “gente de a pie”; el estado se encuentra muy relacionado con el capital, por consiguiente no es descabellado pensar que el estado está en función del capital (local o transnacional). Por otra parte, la corrupción es un problema muy sentido en nuestro país, que permea a la mayoría de nuestras instituciones, que muy seguramente no se enfoca en la gestión social sino como lo mencionas, en intereses particulares. Estas divergencias sin duda son obstáculos para el ideal de una economía, y sobre todo, una sociedad mejor.
Por último, aún tengo mis dudas para considerar al capitalismo contemporáneo como “el mejor sistema económico”, pero este tipo de sistema es en el que vivimos y lo mejor que podemos hacer es intentar con nuestro accionar mejorarlo, repensarlo, superarlo…
Tú analices guarda cierta reciprocidad con lo plasmado en mi texto (La Utopía keynesiana en el contexto colombiano.) ya que reconocemos como las diferentes teorías, en este caso la keynesiana, no profundiza en variables tan importantes como las formas de gobierno, idiosincrasia, hechos sociales como la corrupción, los monopolios, entre otros en su teoría general.
ResponderBorrarDicho esto, guardando la misma línea temática que manejas en tu texto, Keynes en su ideal de estado y política resultan ser ficticios cuando vamos a la praxis del escenario colombiano y de muchos otros países a nivel mundial. pues como bien lo plantea Ha-Joon Chang tomando las posturas filosóficas del contractualismo moderno, o libertarismo: “ cuando uno empieza a creer que el estado está por encima de los ciudadanos, se vuelve más fácil que una minoría exija sacrificios en nombre del bien común, arbitrariamente definido por quienes controlan el estado”. Por lo cual, gran parte de la economía en el mundo contemporáneo depende de las acciones del estado o del gobierno, lo que conlleva ya sea a un gran de desarrollo para una nación en términos sociales, políticos y económicos, o por el contrario una nación cobijada por la injusticia, marginalidad, pobreza, y desigualdad.
Agregaría a nuestro analices, la postura de Ha-Joon Chang al considerar que los costes para una sociedad del fallo del gobierno suelen ser mayores que los fallos del mercado, y que por ende, sería mejor aceptar un mercado que fracasa que hacer que el gobierno intervenga y complique más las cosas, dado que este último, aunque puedan aplicar políticas correctas no las materializan por la poca importancia del bienestar de los ciudadanos. Por otro lado, existen otros grupos de interés como el financiero, que pueden apoderarse de los organismos gubernamentales; es la denominada teoría de la “captura del regulador” donde prevalecen los intereses corporativos sobre los intereses públicos.
En ese orden de ideas, dado que los gobiernos fracasan más que los mercados, la solución sería la despolitización de la economía. Es decir, que su papel en la economía sea reducido a la minina expresión, solo en los ámbitos en que el gobierno continúe siendo necesario. Cabe aclarar, que algunos gobiernos funcionan bastante bien en la realidad, como Australia, Finlandia, Dinamarca, reino unido entre otros. Gracias a que los políticos y burócratas no son tan egoístas y existe una conciencia participativa de la ciudadanía en la toma de decisiones más trascendentales.
Ahora bien, Chang nos plantea una posible salida frente a un fallo de mercado (poca intervención del gobierno cuando este es déspota con su nación) y así como el, muchas otros autores han de propiciar diferentes soluciones frente a una crisis coyuntural. es por ello, que a pesar de que comparto firmemente que debemos crear nuevas y mejores teorías basándonos en el éxito y fallos de otras, no solo se trata de eso como si solo los economista fueran capaces de resolver los problemas de una nación, se trata más bien de crear fusionamiento entre diferentes disciplinas que propicie una interdisciplinaridad lo suficientemente fuerte que permita una nueva cultura, un nuevo pensamiento, una nueva conciencia de masas, que logre romper con el estatus quo vigente y ahora sí, que afloren las ideas de economistas, sociólogos, antropólogos, etc., que permita dar un orden y una mejora en la calidad de vida de los seres humanos y su entorno.
“Todos tendríamos que involucrarnos en su gestión como ciudadanos activos.” Ha-Joon Chang.
Bibliografía.
Chang, Ha-Joon, (2014). Economía para el 99% de la población. Grupo Editorial Penguin Random House. Traducción de Teresa Beatriz, Barcelona – España. Pp. 339-363.
En síntesis, bajo mi opinión, este es un escrito desafiante; ya que como estudiantes en formación y futuros economistas, si que es necesario recordar que nuestro compromiso no sólo es el prestar nuestro servicio como ello, sino también recordar el compromiso con nuestra nación y sociedad en general. Es muy cierto que las teorías bajo las cuales somos formados son de otros lugares en los cuales se ha vivido una forma de mercado y economía distintas que el de Colombia, es cierto que hay muchas variables en nuestro país como la corrupción, que no dan pie para tener mucho optimismo en que aplicar la teoría mejorará las cosas, pero en parte de eso se trata ser un buen profesional, en saber cómo lograr el mejor resultado con las herramientas disponibles, la macroeconomía es indispensable para muchos gobiernos del mundo, la cuestión está en sacar el mejor provecho de ella y a su vez enriquecernos con más conocimientos que nos permitan complementarla o mejorarla; hacer ello implica sacrificio en lo concerniente al estudio, y al amor por crear nuevo conocimiento, pero ese es un reto que todos deberíamos de comenzar a asumir.
ResponderBorrarMe pareció un muy buen texto ya que es explícito y argumentativo respecto a los puntos que refuta y hace referencia presto especial atención al. Momento en el cual se dice que el mercado es excluyente ya que me Parece un análisis que se sale de los libros para hacerse visible en la realidad y hago énfasis porque al leerlo no pude evitar pensar en como el mercado exige condiciónes especiales para integrarse al aparato productivo muchas veces forzando todo hacia la misma universidad de modo de pensamiento y de hacer que se podria decir es occidente donde a menudo se desconocen o se aplastan culturas tradiciónes, visiones o cosmovisiónes distintas a las que atañen al sistema, en conclusión me pareció un texto corto y objetivo que plantea varios temas y que recoge elementos varios que mantienen una idea oportuna
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