Natalia Castro Gómez
Es apropiado considerar que la economía no
está en un constante equilibrio, debido a que la mayoría del tiempo está en un
constante cambio, al igual que las decisiones que toman las personas todos los
días, cabe decir que la teoría clásica plantea que hay un equilibrio entre
oferta y demanda, equilibrio que se genera siempre en el largo plazo, pero nuestra vida
no es lo suficientemente larga como para llegar al largo plazo. La teoría clásica ha
estado guiando a la economía por un camino netamente racional, sin tener en
cuenta que la sociedad cambia continuamente, y no siempre se toman las
decisiones de manera racional.
Keynes en su libro “La teoría general de la ocupación, el interés y el dinero” en el
segundo capítulo analiza los postulados
de la teoría clásica, dando a conocer
por qué estos postulados no pueden dar cuenta de los problemas que aquejan a la
economía. El punto de inicio de esta crítica se origina con el análisis de las consecuencias
económicas y sociales que dejo la gran depresión (desempleo, inflación,
estancamiento de la economía). En uno de los postulados clásicos se asume que el salario es igual al producto
marginal del trabajo, es decir que hay un equilibrio cuando el salario compensa
el esfuerzo que hace el trabajador para emplearse. Este supuesto asume que
todas las personas que son contratadas tienen el mismo grado de capacitación y
de esta manera la cantidad de trabajo que añade el ultimo trabajador contratado
será menor al anterior, dejando a un lado la posibilidad de que este trabajador
hubiera tenido un grado más alto de calificación, y de esta manera haber añadido
más trabajo, incrementando la productividad, es decir que este supuesto está
dejando de lado el proceso de tecnificación que se genera continuamente en el
proceso productivo.
Así como los clásicos analizan el tema de los
salarios y la desutilidad del trabajo, también analizan el desempleo, puesto
que consideran que solo hay dos tipos de desempleo: el friccional, que se puede
considerar como “… la
desocupación debida a un desequilibrio temporal de las cantidades relativas de
recursos especializados, a causa de cálculos erróneos o de intermitencias en la
demanda; o bien de retardos debidos a cambios imprevistos o a que la
transferencia de hombres de una ocupación a otra no pueda efectuarse sin cierta
dilación; de manera que en una sociedad dinámica siempre habrá algunos recursos
no empleados por hallarse "entre oficios sucesivos" (between
Jobs)”(Keynes 2014) y el desempleo voluntario que
surge de “… la negativa o incapacidad de una unidad de trabajo
para aceptar una remuneración correspondiente al valor del producto atribuible
a su productividad marginal…”(Keynes 2014). La
solución que le dan al desempleo friccional es disminuir el desempleo
friccional (temporal), disminuir la
desutilidad marginal del trabajo de tal manera que se pueda reducir el
desempleo voluntario. Incrementar la productividad física de la industria que
produce bienes y servicios para asalariados, de esta manera se incrementa la utilidad
marginal del salario nominal, otra solución es
incrementar el precio de productos para no asalariados y hacer que el
gasto de no asalariados se desplace hacia los productos para no asalariados.
Keynes considera que los
clásicos quedan muy cortos a la hora de analizar el desempleo, puesto que no
tienen en cuenta otro tipo de desempleo que se genera en gran medida, en
comparación con los dos anteriores; Keynes habla del desempleo involuntario, asumiendo
que es aquella situación en la cual las
personas quieren trabajar independientemente del salario, pero no hay trabajo,
es decir que hay un exceso de oferta de trabajo. Con este tipo d desempleo se
rompe con el postulado clásico de que la utilidad marginal del salario es igual
a la desutilidad marginal del trabajo. Este tipo de desempleo
involuntario se puede evidenciar en los países que se consideran desarrollados
y más aún en los países en vía de desarrollo , y en los países con alta
densidad poblacional, condiciones que generan un reducido salario, y en
consecuencia una baja calidad de vida. En estas sociedades las personas no siempre
puede elegir en que trabajar. Cuando se
obtiene un trabajo, los trabajadores pueden negociar por medio de un contrato
su salario nominal, pero no el salario real, ya que los trabajadores no tiene
poder sobre la variación en los precios, por esta razón deben ajustarse al
salario que se haya acordado, salario que no siempre es el más deseable, sino
que es un salario mínimo de subsistencia, el cual no compensa el esfuerzo
realizado en la jornada de trabajo.
Lo anterior se puede poner en evidencia en
los países latinoamericanos que cuentan con los salarios mínimos más bajos,
entre ellos esta Colombia en donde el salario mínimo es de $689.454 Pesos, el cual no alcanza a cubrir el costo
de la canasta básica debido al aumento de la inflación que se generó en el
cierre del año 2015.el IPC para ese año fue de 6,77%, por lo que el gobierno
incremento el salario en un 7% ( El
Espectador 2016), que en palabras del
ministro de hacienda Mauricio Cárdenas “La norma constitucional dice que
el aumento del salario mínimo debe estar por encima de la inflación total, no
se mira la inflación de un grupo u otro sino el IPC total. La inflación basada
en el IPC total
fue 6,77 % y el aumento del salario mínimo fue del 7 %, es decir, cumplimos la
norma de aumentar el salario mínimo por encima de la inflación” (El Espectador
2016). Aunque este salario no cubre con el costo básico de la canasta familiar,
las personas están resignadas a ganar este sueldo, porque es mejor contar con
algo de dinero, que no contar con nada. Cabe decir que no todos los colombianos
ganan $689.454 Pesos mensuales, puesto que algunas personas solo viven de lo
que se ganen trabajando al día o en un jornal, trabajo que realizan más por
subsistir.
En conclusión la teoría clásica se queda corta a la hora de
analizar el desempleo, ya que deja por fuera el hecho de que la economía está
en constante cambio y en épocas como la gran depresión de los años treinta que
se caracterizó por altas tasas de inflación y desempleo, la mayoría de personas
estaban dispuestas a trabajar así su salario no cubriera con el esfuerzo que
les implicaba el realizar dicho trabajo, es decir que había desempleo
involuntario como lo plantea Keynes. Este tipo de desempleo no solo se da en
épocas de crisis, sino que se también se ha dado en economías en donde la
oferta de trabajo es mayor que la demanda de trabajo o se da por el hecho de
que las personas no estén lo suficientemente calificadas para obtener el
trabajo.
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