Daniel Felipe Lozano Díaz
Para esta oportunidad, definiremos la economía como “el arte de la simplificación heroica” (Shackle,
1972/1976, p. 26). El autor de esta expresión es un economista de origen Inglés
de corte postkeynesiano llamado George Shackle. Más que profundizar (por
supuesto que no es nuestro interés) en el autor, es hacer un paralelo con las
ideas planteadas por Keynes en lo que concierne a su postura frente a la
búsqueda de una medida general que permita homogenizar los distintos tipos de
trabajo y también, la remuneración que de ello se debe de derivar. Traigo esta
definición, un tanto peculiar y llamativa, si se quiere, puesto que me parece
oportuna para el análisis que me dispongo hacer frente al tema ya planteado; ya
que considero que Keynes de cierta manera fue y sigue siendo un “héroe” al
tener la capacidad de hacer abstracciones de la realidad y conmensurar lo que
en su momento se pensaba que tal vez era inconmensurable. Con lo anterior no
quiero decir que Keynes fue el primero en usar agregados macroeconómicos o hacer
generalizaciones, pues antes que este gran economista dijera o diera cierta
rigurosidad al estudio, ya muchos otros teóricos habían hablado de ello (Chang,
2014).
A manera de comentario, Keynes es considerado por muchos
como el padre de la macroeconomía, y ¿qué es la macroeconomía? Se puede
entender como una parte de la teoría económica encargada explícitamente del
estudio general de la economía haciendo uso de variables agregadas (Mankiw, 2009).
Pues bien, Keynes lo que planteó en su Teoría
general, a groso modo, fue una manera de entender la economía como un todo
y como un conjunto inmenso de variables interrelacionadas entre sí; todo esto
con el fin de poder entender el funcionamiento de la economía y así poder
explicar y analizar por qué se daban determinadas situaciones. Ahora bien, aquí
si va mi comentarios crítico. Es de resaltar la habilidad y perspicacia con la
que un economista (ya sea Keynes, Shackle o cualquier otro) logra entender y
abordar los estudios económicos, pues el hecho mismo de hacer abstracciones de
la realidad es valioso en sí. Cuando en el inicio del texto decíamos que la
economía es el “arte de la simplificación
heroica” nos referíamos a que se suele hacer simplificaciones de aquellas
cosas que no podemos, por su esencia misma, agrupar, conmensurar y reducir a
unidades homogéneas o similares, es decir y para dejar claro daré un ejemplo,
el pensar en agrupar los distintos tipos de consumo que se hacen en una
economía por los distintos actores económicos es imposible de hacerlo, a menos
que llevemos esas distintas maneras y esas distintas formas de consumir (ya sea
adquirir un servicio telefónico, de tv., bienes de consumo, etcétera) a una medida
general representada en unidades monetarias (dinero). En otras palabras, el
consumo que hace una región determinada en cuanto a términos cualitativos nos
referimos es muy variada (piénsese en un juego de alcoba y en un automóvil, ni
punto de comparación) pero el arte del economista es homogenizar el consumo,
por ejemplo, en términos cuantitativos (para el caso puntual en dinero), y ahí
si poder generalizar todo ($800.000 y $35.000.000 respectivamente en el
anterior ejemplo). Así pues, se puede pensar que el consumo de la región a la
cual nos referimos de manera despectiva es de $35.800.000. Logramos así,
conmensurar lo que se pensaba era imposible de hacerlo y gracias a que se
inventó una medida general para la cual se pueda generalizar todo. De esta
manera es como se universaliza los conceptos y variables de la economía y se
los presenta como un agregado. El lector podría pensar, ¿qué tiene tal
situación de mala? Pues bien, a mi juicio, depende de qué tanto se abstraiga de
la realidad y qué tanto se pueda decir de ella.
Para continuar con los ejemplos y dar a entender mi punto
de vista les mostraré cómo un agregado económico (homogenizar ciertas cosas) puede dar falsas impresiones de lo que se
tiene en realidad. Para los años de 2010, la Renta Nacional Bruta (RNB) per
cápita de Colombia era de 5.510 dólares (Chang, 2014, p. 210), esto quiere
decir que en promedio, con la población de los años de 2010 en Colombia, cada
persona ganaba al año $10.457.980 (resultado de la multiplicación de los 5.510
dólares por el promedio del precio del dólar en ese año que fue de $1.898). Y
si agudizamos más la situación, dividiendo ese resultado por los 12 meses del
año diremos que en promedio cada persona en nuestra región Colombiana percibía
ingresos de $871.498 al mes. ¿Interesante, no? Pues sí, esto es lo que hacen
los agregados y las simplificaciones y generalizaciones en la economía, darnos
datos burdos sobre ciertos aspectos y circunstancias que en últimas determinan
el futuro mismo de la región. No nos hablemos mentiras, tal vez más de la mitad
de la población Colombiana para el año de 2010 escasamente percibía un salario
mínimo (que era por supuesto, muchísimo más bajo que lo que el indicador nos
dice). Entonces, ¿acaso esa simplificación y generalización que se hizo con
respecto a la renta per cápita no termina siendo irrelevante y mentirosa? Lo
dejo a juicio de cada quien.
El lector podría pensar, ¿y qué tiene que ver todo esto con
lo que en un inicio se dijo que planteaba Keynes? Mucho, pues es la manera en
la cual se demuestra que hacer generalidades y tratar de homogenizar todo no es
tan benéfico como se muestra, debido a que excluye y obvia aspectos muy
importantes de la sociedad y de la realidad misma. Mi manera de referirme al
autor es de admiración ya que logra homogenizar las distintas clases de trabajo
que hay y logra o supone que se deba de hacer una medida general de ésta para
poder medir con base a ella las otras pero, ¿esa generalización misma no quita
peso a los mismos argumentos? En síntesis lo que he querido plasmar es que no
estoy de acuerdo con la manera despectiva en la que Keynes (y otros autores)
hace simplificaciones (generalizaciones) de las distintas actividades
económicas puesto que en términos de la práctica real es imposible tratar de
conmensurar y de equiparar el esfuerzo de un obrero de una industria al
esfuerzo de un empresario, no me parece correcto (estoy valiéndome de mi ética)
que aquél trabajador que se desgasta físicamente más que otro y que quizás
corre más riesgos de deteriorar su salud que el otro que escasamente realiza un
mínimo de esfuerzo, tenga que percibir un salario menor. No me creo ese cuento
de que eso se justifica porque uno es más productivo, cualificado y letrado que
el otro, pues si bien relativamente eso sí es cierto, también es cierto que esa
diferencia y esa inequidad y desigualdad que hay es promulgada por el mismo
sistema. Es defendida por la misma clase dominante. No desconozco la
importancia y el hecho bajo el cual se buscan unidades homogéneas para medir
determinadas cosas (llámese PIB, PNB, PPA, Tasa de desempleo, Consumo, Salario
mínimo, entre otras) pues resulta necesario para poder hacer predicciones y
analizar y entender situaciones específicas pero tampoco apoyo que con base a
ciertos indicadores que recogen cierta variables se hagan políticas para el
conjunto de la sociedad, puesto que en su mayoría, la población no se ve
representada en esas unidades y en esos indicadores que lo único que hacen es
distorsionar la realidad y acomodarla o moldearla a ciertos intereses
personales. No estoy de acuerdo con muchos de los métodos de “hacer economía”,
quizás se deba pensar en estrategias que integren mucho más a los
desfavorecidos, a los mismo que el sistema repele.
Referencias bibliográficas y fuentes
Chang,
Ha-Joon, (2014). Economía para el 99% de la población. Grupo Editorial Penguin
Random House. Traducción de Teresa Beatriz, Barcelona – España. Capítulos 1 -
8.
http://dolar.wilkinsonpc.com.co/dolar-historico/dolar-historico-2010.html
https://en.wikipedia.org/wiki/G._L._S._Shackle
Keynes,
John Maynard. Teoría General de la Ocupación, el interés y el Dinero. Fondo de
Cultura Económica. 1936. Capítulos 1 – 6.
Mankiw,
Gregory. (2009) Macroeconomía. Mayol Ediciones. Sexta Edición. Colombia.
Capítulos 1 - 4
Shackle,
G. L. S. (1972/1976). Epistémica y Economía. Critica de las doctrinas
económicas. Fondo de cultura económica. Primera Edición en español (1976).
Madrid. Capítulo 1 y 33.
Es muy interesante el texto debido a su amplio contenido y a su natural enfoque, empezando en lo que habla al principio sobre la postura frente a la búsqueda de una medida general que permita homogenizar los distintos tipos de trabajo y la remuneración de cada tipo, lo anterior hace referencia a que se idealiza que el factor de capacitación de cada individuo es importante, y su ejecución en cada diferente tipo de trabajo correspondiente va a depender su remuneración. Continuando con el texto encontramos que el autor nos habla de la Macroeconomía donde el representante ilustre es Keynes, para ello el texto habla sobre su definición y lo que ello conlleva en general, como son el consumo, inversión, ingreso, etc. el autor también habla sobre el PIB-per cápita en Colombia y nos muestra un ejemplo, es claro empezar hacer referencia que se quiere hablar del concepto “homogenizar” en cuanto a la relación de la actualidad de conceptos macroeconómicos. Es muy importante la argumentación del texto y como se concluye ya que trata de acuñar nuevas referencias de la economía, así como autores relacionados con el campo.
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