martes, 27 de septiembre de 2016

Generalidades y simplificaciones, una distorsión de la realidad


Daniel Felipe Lozano Díaz
Para esta oportunidad, definiremos la economía como “el arte de la simplificación heroica” (Shackle, 1972/1976, p. 26). El autor de esta expresión es un economista de origen Inglés de corte postkeynesiano llamado George Shackle. Más que profundizar (por supuesto que no es nuestro interés) en el autor, es hacer un paralelo con las ideas planteadas por Keynes en lo que concierne a su postura frente a la búsqueda de una medida general que permita homogenizar los distintos tipos de trabajo y también, la remuneración que de ello se debe de derivar. Traigo esta definición, un tanto peculiar y llamativa, si se quiere, puesto que me parece oportuna para el análisis que me dispongo hacer frente al tema ya planteado; ya que considero que Keynes de cierta manera fue y sigue siendo un “héroe” al tener la capacidad de hacer abstracciones de la realidad y conmensurar lo que en su momento se pensaba que tal vez era inconmensurable. Con lo anterior no quiero decir que Keynes fue el primero en usar agregados macroeconómicos o hacer generalizaciones, pues antes que este gran economista dijera o diera cierta rigurosidad al estudio, ya muchos otros teóricos habían hablado de ello (Chang, 2014).
A manera de comentario, Keynes es considerado por muchos como el padre de la macroeconomía, y ¿qué es la macroeconomía? Se puede entender como una parte de la teoría económica encargada explícitamente del estudio general de la economía haciendo uso de variables agregadas (Mankiw, 2009). Pues bien, Keynes lo que planteó en su Teoría general, a groso modo, fue una manera de entender la economía como un todo y como un conjunto inmenso de variables interrelacionadas entre sí; todo esto con el fin de poder entender el funcionamiento de la economía y así poder explicar y analizar por qué se daban determinadas situaciones. Ahora bien, aquí si va mi comentarios crítico. Es de resaltar la habilidad y perspicacia con la que un economista (ya sea Keynes, Shackle o cualquier otro) logra entender y abordar los estudios económicos, pues el hecho mismo de hacer abstracciones de la realidad es valioso en sí. Cuando en el inicio del texto decíamos que la economía es el “arte de la simplificación heroica” nos referíamos a que se suele hacer simplificaciones de aquellas cosas que no podemos, por su esencia misma, agrupar, conmensurar y reducir a unidades homogéneas o similares, es decir y para dejar claro daré un ejemplo, el pensar en agrupar los distintos tipos de consumo que se hacen en una economía por los distintos actores económicos es imposible de hacerlo, a menos que llevemos esas distintas maneras y esas distintas formas de consumir (ya sea adquirir un servicio telefónico, de tv., bienes de consumo, etcétera) a una medida general representada en unidades monetarias (dinero). En otras palabras, el consumo que hace una región determinada en cuanto a términos cualitativos nos referimos es muy variada (piénsese en un juego de alcoba y en un automóvil, ni punto de comparación) pero el arte del economista es homogenizar el consumo, por ejemplo, en términos cuantitativos (para el caso puntual en dinero), y ahí si poder generalizar todo ($800.000 y $35.000.000 respectivamente en el anterior ejemplo). Así pues, se puede pensar que el consumo de la región a la cual nos referimos de manera despectiva es de $35.800.000. Logramos así, conmensurar lo que se pensaba era imposible de hacerlo y gracias a que se inventó una medida general para la cual se pueda generalizar todo. De esta manera es como se universaliza los conceptos y variables de la economía y se los presenta como un agregado. El lector podría pensar, ¿qué tiene tal situación de mala? Pues bien, a mi juicio, depende de qué tanto se abstraiga de la realidad y qué tanto se pueda decir de ella.
Para continuar con los ejemplos y dar a entender mi punto de vista les mostraré cómo un agregado económico (homogenizar ciertas cosas)  puede dar falsas impresiones de lo que se tiene en realidad. Para los años de 2010, la Renta Nacional Bruta (RNB) per cápita de Colombia era de 5.510 dólares (Chang, 2014, p. 210), esto quiere decir que en promedio, con la población de los años de 2010 en Colombia, cada persona ganaba al año $10.457.980 (resultado de la multiplicación de los 5.510 dólares por el promedio del precio del dólar en ese año que fue de $1.898). Y si agudizamos más la situación, dividiendo ese resultado por los 12 meses del año diremos que en promedio cada persona en nuestra región Colombiana percibía ingresos de $871.498 al mes. ¿Interesante, no? Pues sí, esto es lo que hacen los agregados y las simplificaciones y generalizaciones en la economía, darnos datos burdos sobre ciertos aspectos y circunstancias que en últimas determinan el futuro mismo de la región. No nos hablemos mentiras, tal vez más de la mitad de la población Colombiana para el año de 2010 escasamente percibía un salario mínimo (que era por supuesto, muchísimo más bajo que lo que el indicador nos dice). Entonces, ¿acaso esa simplificación y generalización que se hizo con respecto a la renta per cápita no termina siendo irrelevante y mentirosa? Lo dejo a juicio de cada quien.
El lector podría pensar, ¿y qué tiene que ver todo esto con lo que en un inicio se dijo que planteaba Keynes? Mucho, pues es la manera en la cual se demuestra que hacer generalidades y tratar de homogenizar todo no es tan benéfico como se muestra, debido a que excluye y obvia aspectos muy importantes de la sociedad y de la realidad misma. Mi manera de referirme al autor es de admiración ya que logra homogenizar las distintas clases de trabajo que hay y logra o supone que se deba de hacer una medida general de ésta para poder medir con base a ella las otras pero, ¿esa generalización misma no quita peso a los mismos argumentos? En síntesis lo que he querido plasmar es que no estoy de acuerdo con la manera despectiva en la que Keynes (y otros autores) hace simplificaciones (generalizaciones) de las distintas actividades económicas puesto que en términos de la práctica real es imposible tratar de conmensurar y de equiparar el esfuerzo de un obrero de una industria al esfuerzo de un empresario, no me parece correcto (estoy valiéndome de mi ética) que aquél trabajador que se desgasta físicamente más que otro y que quizás corre más riesgos de deteriorar su salud que el otro que escasamente realiza un mínimo de esfuerzo, tenga que percibir un salario menor. No me creo ese cuento de que eso se justifica porque uno es más productivo, cualificado y letrado que el otro, pues si bien relativamente eso sí es cierto, también es cierto que esa diferencia y esa inequidad y desigualdad que hay es promulgada por el mismo sistema. Es defendida por la misma clase dominante. No desconozco la importancia y el hecho bajo el cual se buscan unidades homogéneas para medir determinadas cosas (llámese PIB, PNB, PPA, Tasa de desempleo, Consumo, Salario mínimo, entre otras) pues resulta necesario para poder hacer predicciones y analizar y entender situaciones específicas pero tampoco apoyo que con base a ciertos indicadores que recogen cierta variables se hagan políticas para el conjunto de la sociedad, puesto que en su mayoría, la población no se ve representada en esas unidades y en esos indicadores que lo único que hacen es distorsionar la realidad y acomodarla o moldearla a ciertos intereses personales. No estoy de acuerdo con muchos de los métodos de “hacer economía”, quizás se deba pensar en estrategias que integren mucho más a los desfavorecidos, a los mismo que el sistema repele.

Referencias bibliográficas y fuentes

Chang, Ha-Joon, (2014). Economía para el 99% de la población. Grupo Editorial Penguin Random House. Traducción de Teresa Beatriz, Barcelona – España. Capítulos 1 - 8.
http://dolar.wilkinsonpc.com.co/dolar-historico/dolar-historico-2010.html
https://en.wikipedia.org/wiki/G._L._S._Shackle
Keynes, John Maynard. Teoría General de la Ocupación, el interés y el Dinero. Fondo de Cultura Económica. 1936. Capítulos 1 – 6.
Mankiw, Gregory. (2009) Macroeconomía. Mayol Ediciones. Sexta Edición. Colombia. Capítulos 1 - 4

Shackle, G. L. S. (1972/1976). Epistémica y Economía. Critica de las doctrinas económicas. Fondo de cultura económica. Primera Edición en español (1976). Madrid. Capítulo 1 y 33. 

2 comentarios:

  1. Es muy interesante el texto debido a su amplio contenido y a su natural enfoque, empezando en lo que habla al principio sobre la postura frente a la búsqueda de una medida general que permita homogenizar los distintos tipos de trabajo y la remuneración de cada tipo, lo anterior hace referencia a que se idealiza que el factor de capacitación de cada individuo es importante, y su ejecución en cada diferente tipo de trabajo correspondiente va a depender su remuneración. Continuando con el texto encontramos que el autor nos habla de la Macroeconomía donde el representante ilustre es Keynes, para ello el texto habla sobre su definición y lo que ello conlleva en general, como son el consumo, inversión, ingreso, etc. el autor también habla sobre el PIB-per cápita en Colombia y nos muestra un ejemplo, es claro empezar hacer referencia que se quiere hablar del concepto “homogenizar” en cuanto a la relación de la actualidad de conceptos macroeconómicos. Es muy importante la argumentación del texto y como se concluye ya que trata de acuñar nuevas referencias de la economía, así como autores relacionados con el campo.

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