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Partiendo de la crítica Keynesiana sobre la
elección de unidades que utilizan los economistas clásicos, refiriéndose a las
confusiones que requieren ser aclaradas para poder calcular el monto de las
nuevas inversiones para mantener la condición de equilibrio de la demanda
efectiva dado un nivel de ocupación N, como el resultado de la suma de de las
demandas, el primero es el gasto que la comunidad destina al consumo y el monto
de las nuevas inversiones; por otro lado
si muy bien sabemos que la
proporción en el incremento del nivel de ingreso no se da en la misma
proporción que el incremento en el nivel
de consumo, y que existe una relación
entre ellas a partir de una condición psicología llamada la propensión a
consumir que será medida con la
propensión marginal a consumir, dadas estas salvedades en el capítulo Keynes
resalta la impertinencia de las premisas del dividendo nacional, el acervo de
capital y el nivel general de precios; donde hay una incongruencia en la medición del dividendo nacional donde no es
homogénea es absolutamente heterogéneo los
componentes de la masa de producción nacional; la imposibilidad de establecer los incrementos en la cantidad física es decir los
incrementos en el valor a periodos indeterminados, haciendo referencia a la
dificultad en calcular la depreciación y comparar técnicas de producción y en
el tercer caso la inexistencia de un nivel general de precios en donde se debe
mejorar la base del análisis
cuantitativo.
Para la teoría de la ocupación Keynesiana se
requiere entonces cuantificar las cantidades que pueden ser homogéneas como la
cantidad de dinero y la cantidad de ocupación que puede ser homogeneisables,
por tanto las unidades keynesianas terminan siendo la unidad del empleo y la
unidad de salario relacionándolas entre si dándose el denominado nómina de
salario.
Un punto necesario de resaltar, es cuando el autor
nos afirma que ante un incremento o disminución en el nivel de producción se
torna en cuanto a la de los factores de producción que intervienen en esos procesos como es el nivel
de ocupación y el capital que se tiene.
También es de resaltar como nuestro autor propone
una teoría de rendimiento esperado es decir desde la condición de oferta como un
productor genera dicha oferta considerando una expectativa de rendimiento de su
producción, motiva a generar un nivel de
ocupación N, por tanto así el precio del productor será igual a los
rendimientos esperados sobre el volumen de la producción, cabe resaltar que
dichos precios responden a lo que esperan recibir los productores dado un nivel
de ocupación N.
En un breve repaso sobre las expectativas que concibe
el empresario antes de iniciar o de cambiar el rumbo en el proceso productivo.
Keynes establece las expectativas de dos tipos a corto plazo como aquellos
rendimientos esperados al finalizar la producción de un artículo, y
expectativas a largo plazo como los rendimientos esperados al adquirir bienes
para la producción o al asumir el costo de la adición de capitales es decir
como lo que se espera ganar como rendimiento futuro siguiente de la previsión
precio. Ante todos los casos que nos
muestra el autor sobre cómo establece expectativas el empresario dentro del
mercado y como afecta el nivel de ocupación, donde su delineación es de
carácter cíclico es decir entre un rendimiento inicial y un rendimiento conforme
a las expectativas de largo plazo tras
la adición de capital.
Keynes al hacer el análisis
en el proceso de producción, el empresario primeramente incurre en las previsiones sobre lo que los consumidores
pueden pagarle ósea a las denominadas expectativas las cuales tienen elocuencia
sobre el volumen de la producción, el nivel de ocupación y por tanto los
ingresos reflejados en el consumo.
Es así como en los procesos de producción dado un nivel de
ocupación N, el empresario debe asumir unos costos para que dicho proceso pueda
mantenerse por un periodo y así poder lograr vender y obtener
luego una ganancia. Es necesario
diferenciar los costos o el egreso
restado al valor de la producción que
fue vendida como el costo que se derivan del uso de los factores de producción
como del costo de uso del equipo productor y del costo suplementario pero en
nuestro efecto nos detendremos en el costo de uso como el costo de materia
prima, costo de los bienes semielaborados, el costo de los bienes terminados
que no fueron vendidos ; es así como Keynes determina que para el propietario,
el costo del uso del equipo productor representa un sacrificio para los
productores, un costo de oportunidad dado que puede escogerse entre tener en
funcionamiento de la maquinaria en el presente o que esta sea reservada para
utilizarse en un próximo periodo. Pero nuestra racionalidad económica nos
indica que no puede esperarse que dicho equipo genere beneficios si no realiza
algún tipo de participación en los procesos de producción, por esta razón es
necesario que los equipos estén en constante movimiento, dado que el costo de
uso, tal y como lo define Keynes, pretende que al emplearse la maquinaria en
una producción actual ésta rinda beneficios para el empresario en un futuro, se
espera que el desgaste de dicha maquinaria represente un gasto, por ello se
tiene entonces que el valor de dicha maquinaria se verá disminuido con su
constante uso. Es así como las expectativas de largo y mediano plazo de un
empresario deberán reflejarse en unas ganancias que aportarán las adiciones al
equipo productor ósea que en un momento t, deberá ser reemplazada por un nuevo
equipo productor que cumpla con las funciones
que realizaba el equipo anterior en dichos procesos, además, el productor debe
tener en cuenta que queda un excedente que no sufre ningún desgaste y que será
empleado para un proceso futuro de
producción; en mi perspectiva es irrefutable esta
percepción , ya que todo proceso productivo futuro será resultado de un proceso
productivo pasado, los cuales le permitirán al empresario tener una expectativa
sobre como deberá manejar los procesos productivos futuros y en qué medida se
deberá dar paso al monto de la nuevas inversiones.
Por lo anterior el factor tiempo tiene gran
relevancia en la definición de la teoría económica keynesiana es así como se retoma el concepto del tiempo
en el manejo tanto de cortos como largos plazos, por esta razón las
expectativas deben ser parte fundamental de las decisiones del monto de las
nuevas inversiones en los empresarios.
En cuanto a la homogenización de las cantidades de dinero y ocupación, se supone que en los planteamientos, algo clásicos se podría realizar por medio de las horas, pero como bien sabemos este es un término bastante “vago” por decirlo de alguna manera ya que al aplicar las horas como factor homogeneizador los diferentes trabajos con diferentes grados de especialidades no tendrían la mismas remuneración, claro dependiendo de unos conceptos previos que cada trabajador deba tener para desempañar cierta labor. De esta manera podemos decir que así mismo se reflejara en su remuneración final; entonces dicha homogenización no es del todo verídica por razones de no tener la aplicabilidad necesaria de cuantificar a cabalidad, o mejor dicho de volver homogéneas las variables para que su cuantificación sea mucho más idónea y con una mayor veracidad en la economía.
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