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Aclaremos la idea de qué es la propensión marginal a consumir
para poder establecer cuál es la relación existente entre la ocupación, el
ingreso y la tasa de inversión. En estos términos, la propensión marginal a
consumir es una variable psicológica e indica cuánto se destinará al consumo
por cada peso adicional que cada persona recibe, se puede aclarar que no es una
tasa.
Por lo tanto, Keynes fue influenciado por Kahn, establece el multiplicador
es la relación existente entre un aumento de la inversión y el aumento de
ingresos así provocado; puede ilustrarse así: "La reacción supera a la
acción". Así, el aumento de la inversión no acrecentará el ingreso
nacional en razón de un importe múltiple y, en consecuencia, superior al
acrecentamiento inicial.
Esta consecuencia
amplificada de la inversión sobre el ingreso fue señalada, inmediatamente
después de la crisis de 1930, por el inglés Richard F. Kahn. Este economista
intentó medir el aumento de empleo que resultaba de la práctica de un programa
de obras públicas destinado a contener el paro forzoso, y demostró que tal
programa no sólo tenía un efecto creador sino también multiplicador. Los nuevos
empleos permitían a sus beneficiarios consumir más, lo que se tradujo en un
nuevo aumento de la producción, que implicaba, a su vez, la creación de
empleos, y así sucesivamente. John
Maynard Keynes vuelve años más tarde sobre los trabajos de Kahn y establece la
fórmula del multiplicador de inversión. Keynes extrae una relación directa
entre el valor del multiplicador y la propensión a consumir. A fin de señalar
el papel fundamental que desempeña la posibilidad de una ampliación del
consumo, demuestra que una inversión puede (en el límite) no tener ningún
efecto multiplicador si los agentes económicos atesoran la totalidad de este
suplemento de ingreso al plazo que transcurre entre la percepción del ingreso y
su consumo se le denomina período de multiplicación. Este es el tiempo empleado
por el gasto suplementario para ejercer todos sus efectos en el ingreso global.
Su duración depende del valor de la tendencia a consumir y del lapso de la
propagación del ingreso, cuya duración está ligada a Id agilidad de la
circulación de la moneda-Este principio no sólo es aplicable a la relación
inversión-ingreso, sino también al campo del comercio exterior (por ejemplo, al
aumento de las exportaciones).
La teoría del multiplicador supone que la inversión es un
elemento autónomo, no dependiente del ingreso nacional. No obstante, puede
pensarse en una situación distinta en la que la inversión procedería del
ingreso nacional (inversión inducida). La proporción queda entonces
trastrocada. Ha sido analizada por el economista francés Andró Aftalion que,
luego de darle el nombre de teoría de la aceleración, tiende a convertirla
prácticamente en simétrica de la teoría del multiplicador. Parece claro que el
multiplicador y el coeficiente de aceleración no son asimilables, ya que en el
primer caso se razona en términos macroeconómicos, en tanto que siguiendo la
hipótesis de la inversión inducida es necesario ceñirse al comportamiento
individual de los empresarios.
El multiplicador es un arma de doble filo. Si bien amplifica
los efectos de las nuevas inversiones, también desempeña un papel en el sentido
de la depresión cuando la inversión cede. Una contracción monetaria entraña un
alza de los tipos de interés y, por consiguiente, una disminución de los
créditos y de la inversión. Mediante el juego del multiplicador, el ingreso
nacional se reduce.
Considero que el efecto multiplicador tiene sus ventajas por el echo a que por medio de nuevas inversiones dinamiza la economía, con ello se incentiva a tener mas vías para poder generar un desarrollo mas amplio y benéfico para la sociedad es claro que en una economía siempre se presentara una recesión y un auge al mismo tiempo es dependiendo en como los motivos que tengan lleven a una economía a tener mas tiempo es estados no tan bajos para así estar no en crisis constantes.
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