martes, 8 de abril de 2025

La Reforma Pensional en Colombia desde una perspectiva Keynesiana

 Maria Jose Campo Quina


La propuesta de reforma pensional en Colombia para mediados de Julio de 2025 contempla la

creación de un fondo de ahorro administrado por el Banco de la República (Ministerio de

hacienda, 2024). Este será nuestro punto de partida para un análisis keynesiano, que no solo

permite evaluar los posibles efectos económicos de la medida, sino que también ofrece un

escenario oportuno para comprender sus potenciales beneficios como sus posibles

limitaciones y riesgos.

Comenzaremos con el concepto de demanda efectiva, el cual hace referencia a que el nivel de

producción y empleo en una economía está dado por el gasto total de la sociedad (Keynes,

1936). Teniendo en cuenta lo anterior, el sistema de pensiones vendría a jugar un papel vital

en el establecimiento de patrones de consumo y ahorro, debido a que Según Keynes (1936),

en las economías capitalistas existe una tendencia casi natural hacia el desempleo y la

insuficiencia de demanda, por lo cual, el Estado debería intervenir para garantizar dichos

aspectos. Es en este contexto donde la reforma pensional cobra relevancia, debido a que

puede convertirse en un pilar para gestionar la demanda agregada y contribuir al bienestar

general de la sociedad.

Por un lado, el fondo de ahorro propuesto en la reforma podría entenderse como un

mecanismo de estabilización económica, por lo que el ahorro no debe interpretarse como un

fin en sí mismo, sino como un medio para garantizar la demanda efectiva en el futuro

(Keynes, 1936). Cuando el Estado asume la administración de este fondo con el objetivo de

asegurar pensiones dignas y estables, estaría cumpliendo con un rol que Keynes consideraba

esencial (evitar que los recursos queden ociosos y, en su lugar, garantizar que se destinen a

preservar el poder adquisitivo de las personas jubiladas)

Es preciso aclarar, que el éxito de esta medida va a depender del cómo se utilicen los recursos

acumulados en el fondo. Keynes (1936) advertía sobre el peligro y consecuencias de la

"trampa de liquidez" en una economía. Esto en pocas palabras, significa que el dinero

disponible no se traduce en inversión productiva ni en consumo, lo que genera un círculo

vicioso de bajo crecimiento y desempleo. Por otro lado, si los recursos del fondo se limitan a

acumularse en instrumentos financieros de bajo riesgo (bonos gubernamentales o depósitos

bancarios), sin que exista una conexión clara con proyectos de inversión pública o iniciativas

productivas, el efecto sobre la economía real podría llegar a ser marginal, y teniendo en

cuenta esto, la estructura del fondo debería incluir mecanismos que aseguren que los ahorros

pensionales contribuyan al desarrollo económico, bien sea financiando infraestructura,

apoyando sectores estratégicos o promoviendo innovación tecnológica. En ultimas, la

paradoja que señalaba Keynes (1936) sigue vigente: “Lo que es virtuoso para cada

individuo, ahorrar para su vejez, puede convertirse en un problema colectivo si debilita

el consumo presente sin garantizar mecanismos eficaces de reactivación económica”.


Otro punto importante en el análisis keynesiano es el papel del estado, que merece la pena

mencionar. La decisión de designar al Banco de la República (una institución estatal) la

gestión del fondo de ahorro pensional bien se podría interpretar como un avance en la

“dirección correcta”, aun así, la propuesta parece estar en un punto medio entre un sistema de

reparto puro (donde las pensiones se financian con los aportes corrientes de los trabajadores

activos) y, por otro lado, un sistema de capitalización individual (en el que cada persona

acumula sus propios recursos para la jubilación). Es esta ambigüedad conceptual la que

podría disipar el impacto de la reforma.

¿Cuál sería entonces el sistema de pensiones ideal? La respuesta (basándome en la postura

keynesiana) sería aquel que garantice ingresos dignos a cada persona jubilada, que contribuya

a la estabilidad macroeconómica y por supuesto, promueva la justicia social. Para hacer esto

posible, es pertinente que la reforma contemple medidas complementarias que vayan más allá

de la simple creación de un fondo de ahorro. Con ello, me refiero a que se pueden considerar

algunas medidas, tales como: la implementación de políticas activas de empleo que faciliten

la inserción de trabajadores informales a la formalidad y la articulación del fondo pensional

con una estrategia nacional de desarrollo que priorice sectores con un elevado potencial de

generación de empleo y valor agregado.

Solo a modo de inspiración, me parece que en el ámbito internacional existen diversos casos

que podrían servir de referencia para Colombia. Algunos países nórdicos, por ejemplo, han

logrado construir sistemas de pensiones que combinan elementos de reparto y capitalización

que mantienen altos niveles de cobertura y sostenibilidad financiera. Evidentemente, lo más

destacable de estos casos es esa visión integral del desarrollo, donde el sistema de pensiones

no opera como un mecanismo aislado, sino como parte de una estrategia integral de política

económica.

En definitiva, con todo lo expuesto en este escrito, la reforma pensional en Colombia

pareciera representar una oportunidad para avanzar hacia un sistema más equitativo y

sostenible. Sin embargo, y como se mencionó anteriormente, para que sea efectiva, la

reforma debería trascender más allá de la visión tecnocrática del ahorro como simple

acumulación de recursos financieros, y en cambio, verse como un elemento (y de suma

importancia) para el desarrollo económico y social. Esto implica claramente el diseño de

mecanismos apropiados que aseguren que los recursos del fondo contribuyan activamente a

financiar inversiones productivas, crear empleos de calidad y reducir las desigualdades

estructurales. Creo que únicamente de esta manera, podría cumplirse que la seguridad social

no sea vista como un costo, sino como la base misma del progreso y la estabilidad a largo

plazo.


BIBLIOGRAFIA:

Keynes, J. M. (1936). La teoría general de la ocupación, el interés y el dinero. Macmillan.


MSN Noticias. (2025, marzo 28). Reforma pensional 2025: ¿Cómo funcionaría el fondo de

ahorro del Banco de la República? Recuperado de https://www.msn.com/es-

co/noticias/other/reforma-pensional-2025-c%C3%B3mo-funcionar%C3%ADa-el-fondo-de-

ahorro-del-banco-de-la-rep%C3%BAblica/ar-

AA1BX0TA?ocid=winp2fptaskbar&cvid=ea4391e6dadb489fc4f23aa238cb4b8f&ei=10

2 comentarios:

  1. Este ensayo ofrece una mirada clara y bien argumentada sobre un tema muy actual. Se valora especialmente cómo logra explicar la importancia del sistema pensional no solo como un mecanismo de ahorro, sino como una herramienta para impulsar el bienestar y el crecimiento económico. Usando ideas de Keynes, la autora destaca que una buena reforma debe ir más allá de guardar dinero y enfocarse también en generar empleo, inversión y justicia social. Aunque en el texto se mencionan algunos riesgos, como la posible falta de impacto si el dinero no se usa bien, el enfoque es propositivo y bien fundamentado. En general, es un ensayo que invita a pensar en la seguridad social como una inversión para el futuro del país.

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  2. El ensayo plantea una reflexión muy acertada sobre la reforma pensional en Colombia, analizándola desde la perspectiva keynesiana. Coincido plenamente con su enfoque: no se trata solo de crear un fondo de ahorro, sino de entender cómo este puede ser una herramienta para impulsar la demanda agregada, generar empleo y mejorar el bienestar social.

    Me parece clave la idea de que el ahorro no debe verse como un fin en sí mismo, sino como un medio para reactivar la economía si se invierte en proyectos productivos. Además, resalto la importancia de que el Estado, a través del Banco de la República, administre este fondo con una visión que combine estabilidad macroeconómica y justicia social.

    Apoyo la propuesta de complementar la reforma con políticas activas de empleo y desarrollo, como lo han hecho algunos países nórdicos. Solo así la seguridad social dejará de ser vista como un costo y pasará a ser un pilar del progreso y la equidad en Colombia.

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