Esteban Zemanate Lopez
El estudio del empleo, su naturaleza y sus determinantes, ha sido un tema central en la
historia del pensamiento económico. Desde las primeras reflexiones de los mercantilistas
hasta las complejas teorías de la actualidad, la búsqueda de respuestas a preguntas como
¿por qué existe el desempleo? ¿cómo se puede alcanzar el pleno empleo? ha motivado el
desarrollo de diversas escuelas de pensamiento. Entre las más influyentes se encuentran la
teoría clásica del empleo y la teoría keynesiana, dos enfoques contrapuestos que han tenido
un impacto significativo en la comprensión del funcionamiento del mercado laboral y en la
formulación de políticas económicas.
La teoría clásica del empleo, desarrollada principalmente por economistas como Adam
Smith, Jean-Baptiste Say y David Ricardo, se basa en la idea de que el mercado de trabajo
es autorregulado. Según esta perspectiva, las fuerzas de la oferta y la demanda determinan
el nivel de salarios y empleo y cualquier desequilibrio en el mercado es temporal y se ajusta
automáticamente. Los clásicos argumentan que los salarios flexibles permiten que el
mercado laboral se adapte a las condiciones cambiantes, asegurando que siempre haya
demanda para toda la mano de obra disponible.
Por otro lado, la teoría keynesiana, propuesta por John Maynard Keynes en su obra "Teoría
General del Empleo, el Interés y el Dinero" (1936), desafía la visión clásica del mercado de
trabajo autorregulado. Keynes sostiene que la economía no siempre se ajusta
automáticamente al pleno empleo, y que existen factores como la insuficiencia de la
demanda agregada y las rigideces salariales que pueden generar desempleo involuntario. En
este contexto, tambien propone la intervención estatal activa en la economía a través de
políticas fiscales y monetarias para estimular la demanda agregada y promover el
crecimiento económico, lo que a su vez puede conducir a un aumento del empleo.
Este ensayo tiene como objetivo analizar las principales diferencias entre la teoría clásica
del empleo y la teoría keynesiana, centrándose en sus respectivas explicaciones del
desempleo y las políticas recomendadas para combatirlo. Se discutirán los supuestos
básicos de cada teoría, sus principales argumentos y las críticas que han recibido.
Finalmente, se evaluará la relevancia de ambas teorías en el contexto económico actual,
considerando los desafíos y oportunidades que enfrentan las sociedades modernas en
materia de empleo.
Para abordar este análisis comparativo es fundamental comprender los contextos históricos
y económicos en los que surgieron ambas teorías. La teoría clásica se desarrolló en un
contexto de laissez-faire donde se creía que la intervención estatal en la economía era
mínima y que el libre mercado era capaz de autorregularse. En cambio, la teoría keynesiana
surgió en la década de 1930 durante la Gran Depresión, una época de crisis económica sin
precedentes que puso en tela de juicio la validez de las ideas clásicas.
Es importante destacar que este ensayo no pretende realizar una evaluación definitiva de la
teoría clásica del empleo o la teoría keynesiana. Ambas teorías han aportado importantes
conocimientos a la comprensión del mercado laboral y han tenido un impacto significativo
en la historia del pensamiento económico también cabe mencionar que cada teoría fue de
gran importancia para un desarrollo de las economías en su momento. Sin embargo, es
necesario reconocer que cada una de ellas tiene sus propias limitaciones y que no pueden
explicar por completo la complejidad del fenómeno del desempleo.
La teoría keynesiana: una alternativa heterodoxa
John Maynard Keynes, revolucionó el pensamiento económico con la publicación de su
obra "Teoría General del Empleo, el Interés y el Dinero" en 1936. En este libro, Keynes
desafió la visión clásica del mercado de trabajo autorregulado y propuso una alternativa
heterodoxa que enfatizaba el papel de la demanda agregada en la determinación del nivel de
empleo. Keynes en su teoría sostenía que la economía no siempre se ajusta
automáticamente al pleno empleo y que existen factores como la insuficiencia de la
demanda agregada y las rigideces salariales que pueden generar desempleo involuntario. En
este sentido, proponía la intervención estatal activa en la economía a través de políticas
fiscales y monetarias para estimular la demanda agregada y promover el crecimiento
económico, lo que a su vez podía conducir a un aumento del empleo.
La teoría keynesiana también cuestionaba la Ley de Say, argumentando que la producción
no siempre genera automáticamente el ingreso necesario para comprarla. Se señalaba que la
demanda efectiva, es decir, la demanda que efectivamente se traduce en compras, depende
de diversos factores como el consumo, la inversión y la liquidez. Si la demanda efectiva es
insuficiente, se produce un desequilibrio en el mercado que genera desempleo involuntario.
Evaluación de las teorías clásica y keynesiana en el contexto actual
Tanto la teoría clásica del empleo como la teoría keynesiana han aportado importantes
conocimientos a la comprensión del mercado laboral y han tenido un impacto significativo
en la historia del pensamiento económico. Sin embargo, es importante reconocer que cada
una de ellas tiene sus propias limitaciones y que no pueden explicar por completo la
complejidad del fenómeno del desempleo. En el contexto económico actual, caracterizado
por la globalización, el cambio tecnológico y las desigualdades sociales, es necesario
considerar una visión más integral del mercado laboral que combine elementos de ambas
teorías. Es importante reconocer que el mercado laboral no es perfecto y que existen
factores como las rigideces salariales, la asimetría de la información y las externalidades
que pueden generar desequilibrios y desempleo. Siguiendo esta perspectiva, la intervención
estatal puede jugar un papel importante para promover el pleno empleo, la equidad y el
bienestar social pero es necesario que esta intervención sea estratégica y eficiente, evitando
distorsiones en el mercado y buscando fortalecer las capacidades de los trabajadores para
adaptarse a los cambios del entorno económico.
El análisis comparativo de la teoría clásica del empleo y la teoría keynesiana nos ha
permitido comprender las diferentes perspectivas sobre el mercado laboral y las políticas
económicas para combatir el desempleo. Ambas teorías han aportado importantes
conocimientos a la comprensión del fenómeno del desempleo, pero también tienen sus
propias limitaciones y no pueden explicar por completo su complejidad.
La teoría clásica del empleo, con su visión de un mercado laboral autorregulado y la Ley de
Say, ha sido criticada por su incapacidad para explicar el desempleo persistente,
especialmente durante las crisis económicas, teniendo en cuenta su énfasis en el laissez-
faire y la mínima intervención estatal ha sido cuestionado en situaciones donde los
mercados no funcionan de manera eficiente o donde existen desigualdades sociales
significativas. Por otro lado, la teoría keynesiana con su énfasis en la demanda agregada y
la intervención estatal, ha sido criticada por su potencial para generar inflación y
distorsiones en el mercado con su enfoque macroeconómico no siempre toma en cuenta las
características específicas de los diferentes mercados laborales y las necesidades de los
trabajadores individuales.
En definitiva el análisis comparativo de la teoría clásica del empleo y la teoría keynesiana
nos permite comprender mejor los diferentes enfoques para explicar el desempleo y
formular políticas económicas adecuadas. Al reconocer las limitaciones de cada enfoque y
considerar las características del contexto actual podemos avanzar hacia el diseño de
políticas públicas más efectivas para promover el pleno empleo y el bienestar social. Es
importante destacar que este análisis no pretende ofrecer una solución única al problema
del desempleo. La complejidad del fenómeno exige un enfoque multidisciplinario que
considere factores económicos, sociales, políticos e institucionales. La búsqueda de
soluciones efectivas requiere de un diálogo continuo entre diferentes perspectivas y un
compromiso con la investigación y la innovación en el ámbito de las políticas públicas.
Referencias:
Chamorro, A. C. (2011). Algunos elementos sobre la teoria clasica del empleo y la
versión Keynesiana. Revista de la Facultad de Ciencias Economicas y
Administrativas. Universidad de Nariño, 35-57.