lunes, 31 de octubre de 2016

DEL ANÁLISIS CLÁSICO VS KEYNESIANO FRENTE A LA TASA DE INTERÉS



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Sabemos ya muy bien que el desarrollo de la teoría clásica se basó primordialmente en la aplicación del “laissez faire”, con base en lo cual los autores clásicos consideraban que los ciclos económicos consistirían en procesos naturales de ajustes que no requieren ninguna intervención por parte del Estado pues, según su famosa Ley de Say, los mercados de bienes y servicios estarían necesariamente en equilibrio constante. Asimismo, según su análisis del mercado de dinero, o mercado monetario, el ahorro sucederá por cuenta de la parte de la renta que no se destine a consumo inmediato, y tal ahorro regresará a la economía como inversión a través de la solicitud de préstamos. La tasa de interés pagada por los prestatarios a los que ahorran, garantiza que no haya ahorros no utilizados. De tal manera, el mercado de dinero llegaría al equilibrio mediante un ajuste en la tasa de interés. Ahora bien, otra cosa que sabemos es que la teoría keynesiana de la ocupación se desarrolla a partir de una crítica muy elaborada hacia los preceptos de la teoría clásica. En este caso pasaremos a revisar, con cierta brevedad, la crítica relacionada con el mercado de dinero y la tasa de interés.
Keynes defiende la tesis de que ahorradores e inversores mantienen planes incompatibles, razón por la cual lo más posible es que no llegue a establecerse el equilibrio en el mercado de dinero. Nuestro célebre “padre de la macroeconomía” se esforzó en demostrar que los dos agentes mencionados no siempre se relacionan, existe entre ellos una intermediación: los bancos. Al sucederse una recesión, aunque la tasa de interés sea muy baja, la inversión puede no igualar al ahorro ya sea porque los prestatarios no tienen muchas perspectivas de venta, o porque los bancos no se animan a prestar por miedo al riesgo, o quizá porque los potenciales ahorradores prefieren esperar a que la tasa de interés esté más elevada. Tal sería la causa de la denominada trampa de liquidez que, como lo dijo nuestra profesora, explica porqué una parte de los ahorros se hace improductiva.
Entonces, en perspectiva keynesiana, la tasa de interés no sería el precio que equilibra la demanda de inversiones y el ahorro, como lo pretendían los clásicos, la tasa de interés es más bien la variable que define la cantidad de fondos disponibles para llevar a cabo las inversiones, y la eficiencia marginal del capital, la que incentiva a los empresarios y determina el volumen de las inversiones, tal como ya lo hemos visto. Lo anterior significa que la tasa de interés se fija en el mercado de dinero, es decir depende de la interacción entre la oferta de dinero y la preferencia por la liquidez o demanda de dinero.
Vemos pues que Keynes efectúa su crítica a la propuesta clásica por el lado de la oferta de fondos prestables, más que por la demanda de las inversiones. Sostiene que la tasa de interés no está en capacidad de determinar el nivel de ahorro de las personas o las familias, y en realidad, lo que influye en este particular es el nivel de ingreso habiendo teniendo previa cuenta de la propensión marginal al consumo y considerando que a mayor ingreso: mayor ahorro. En ese sentido, y vale reiterarlo, la tasa de interés quedaría indeterminada si sólo se tuviera en cuenta la demanda de inversión o los ahorros disponibles para la inversión. A juicio de Keynes, esos no son los únicos factores que influyen en la tasa de interés, especialmente si se considera que la propensión marginal al consumo define la parte del ingreso que va a destinarse al consumo y que el monto restante del ingreso no necesariamente sobrevendrá en inversión dado que existe una ley psicológica importante que influye en la toma de decisiones de los individuos respecto a qué porcentaje de ese residuo del ingreso debería permanecer atesorado para posibles imprevistos o transacciones urgentes. En otras palabras, una vez la persona ha tomado la decisión referente al consumo inmediato, le surge una siguiente cuestión acerca de la forma en que debería conservar el poder adquisitivo de consumo futuro que ha reservado. Podría conservarlo en forma de poder adquisitivo líquido, o sea en dinero efectivo, o también podría decidir desprenderse por cierto periodo de tiempo de poder adquisitivo inmediato dejando que una situación futura del mercado fije las condiciones en que puede, de ser necesario, recuperarlo en forma de activos líquidos nuevamente. La solución a tan importante disyuntiva vendrá dada por la tasa de interés, pues ella es la principal encargada de indicar a las personas qué tan atractivo sería invertir en activos financieros, todo depende de las ganancias que la tasa de interés prometa reportarle si renuncia a su preferencia por la liquidez.
Es importante resaltar en este punto que la teoría keynesiana contempla tres razones específicas que estimulan la preferencia por la liquidez, una de ellas consiste en el motivo transacción, es decir “la necesidad de efectivo para las operaciones corrientes de cambio personales y de negocios”; otra es el motivo precaución, o “el deseo de seguridad respecto al futuro equivalente en efectivo” y por último el motivo especulación, que se define como “el propósito de conseguir ganancias por saber mejor del mercado lo que el futuro traerá consigo…” Podemos percibir a partir de lo anterior que es el tercer motivo de preferencia por la liquidez el que depende concretamente de la tasa interés en virtud de que la especulación y las expectativas, como ya lo había explicado en un anterior texto paralelo, revisten una influencia tan poderosa como para ser el móvil de las ambiciones y por lo tanto de las apuestas de las personas a invertir en activos financieros o por el contrario, conservar el dinero en efectivo.

En síntesis, según Keynes siempre existirá un restante del ingreso total posterior al consumo, y la diferencia entre estos dos montos va a ser mayor conforme aumente el ingreso total, lo cual significa que el ahorro depende del ingreso total y no exclusivamente de la tasa de interés como expuso la teoría clásica. En el ámbito especulativo la tasa de interés será la señal que permita fijar la distribución entre efectivo y activos que generen ganancias. Precisamente el mérito de Keynes consiste en haber incorporado otras variables al análisis económico, variables que quizá sus antecesores no percibieron relevantes o no percibieron en absoluto, lo cual siempre será beneficioso para el objetivo de lograr resultados lo más aproximados posibles a la realidad. Un buen nivel de detalle es significativo, a pesar de que no sea posible integrar con completa exactitud cada detalle de las prácticas económicas reales.

8 comentarios:

  1. Keynes en su teoría propone muchas variables que parecieran quizá no tan importantes en la economía, pero que pueden llevar a solucionar problemas como aquellos a los que se enfrentó en épocas de crisis, variables sicológicas importantes como por ejemplo la propensión al consumo o como la preferencia por la liquidez que con un análisis profundo de estas pueden darnos a conocer las soluciones al problema de insuficiencia de demanda efectiva a través de las nuevas inversiones, por otra parte Keynes da vital importancia también a el papel de las expectativas que tienen los agentes económicos por ejemplo en los empresarios pueden ayudar a definir los precios de los artículos que ofrecen en la economía, su nivel de ganancias incluso las expectativas pueden definir el nivel de ocupación que se contrata, según el importe que se espera recibir del mercado, las expectativas que influyen en la tasa de interés cuando se tiene preferencia por la liquidez etc Keynes desarrolla su teoría desde un análisis y perspectiva diferente a lo que se había propuesto hasta entonces en temas económicos sin dejar por fuera variables relevantes que no han sido consideradas y aunque ha sido fuente para muchas críticas, sus análisis se siguen aplicando hoy.

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  5. El hecho de que Keynes aclarara la relación entre tasa de interés y ahorro, es muy importante, pues como lo plantea el autor en verdad el ahorro aumentará pero ante aumentos en el ingreso y no ante aumentos en la tasa de interés.
    A parte de ello, es valioso también recordar que para Keynes el dinero es un activo no rentable en términos monetarios, y que además los agentes pueden no solo hacer inversiones reales, sino que también tienen la opción de entrar en el mercado especulativo, cuando hay bajas expectativas y la tasa de interés es alta para activos financieros, donde la demanda de dinero por motivo especulación propuesta por Keynes, es clave para entender el comportamiento de los agentes en ese mercado, y donde a la vez como lo mencionaba el autor: "la tasa de interés será la señal que permita fijar la distribución entre efectivo y activos que generen ganancias.

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  6. INTERTEXTO 3

    Encontramos limitaciones en el texto debido a que algunas ideas quedan sin desarrollar, el texto puede mejorarse si desarrollara un poco mejor la idea principal que es analizar la propuesta clásica frente a la keynesiana, es decir, retomar más elementos de la teoría clásica frente a la tasa de interés. Además creemos que sería importante introducirle al texto el efecto que provoca las variaciones en la tasa de interés al ahorro pues desde el inicio se señala una diferenciación de Keynes con los teóricos clásicos quienes argumentaban que incrementos en la tasa de interés generaría incrementos en el ahorro, en la teoría General se señala que esto no puede ser así pues se debe tener en cuenta prioritariamente el nivel de ingresos para luego ver la parte de estos que no se destina al consumo sino a generar rentabilidad, es decir el ahorro como tal, la tasa de interés es una variable que puede afectar el monto de inversiones de modo que si hay incrementos en la tasa de interés las inversiones pueden bajar junto con la ocupación, esto disminuirá los niveles de ingresos, el consumo por su parte está definido pues se deben cubrir las necesidades básicas quedando una baja proporción para el ahorro por tanto un incremento en la tasa de interés no necesariamente lleva al incremento en el ahorro y esta sería otra forma de argumentar la diferencia entre clásicos y Keynes frente a la variable tasa de interés. Pero es cierto que el texto explica muy bien la diferenciación entre tasa de interés clásica y keynesiana, sin embargo en cierta parte no se hace aclaración frente a la preferencia por la liquidez pues se presupone que es atesoramiento en lo cual encontramos una limitación o deficiencia “existe una ley psicológica importante que influye en la toma de decisiones de los individuos respecto a qué porcentaje de ese residuo del ingreso debería permanecer atesorado. En otras palabras, (…) la forma en que debería conservar el poder adquisitivo de consumo futuro que ha reservado. Creemos que se debería hacer la diferenciación pues el atesoramiento no genera rentabilidad alguna, se retiene dinero circulante a la economía, por otra parte la preferencia por la liquidez no retiene este dinero, es decir las personas piensan consumir estos fondos por cualesquiera que sean los motivos que los hallan llevado a mantenerlos disponibles. Finalmente, el autor recoge ideas que no son propias pero no genera su debida cita o referencia bibliográfica lo cual puede verse como una deficiencia a solucionar dentro del texto.

    -Andrea Domínguez
    -Karen Liseth Atis
    -Elizabeth Carlosama
    -Sebastian Ordoñez
    -Mauricio Valderrama

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  7. Respecto al texto planteado por el compañero(a), presenta algunas falencias en cuanto a forma y creo que se podría mejorar si se abordara la idea en tu totalidad, centrándose en darle un buen curso al texto con ideas claras, partiendo de ello, podré decir que no estoy plenamente de acuerdo con mi compañero (a) al momento de entender el incremento del ahorro en función de la tasa de interés, si bien esto es cierto, creo que también se debe analizar el ingreso, ya que a un mayor ingreso, mayor será su capacidad de ahorro, debido a que los agentes destinarán gran parte de ese ingreso al ahorro que más tarde se convertirá en inversión, en términos relativos se podrá decir que u agente con menores ingresos consumirá más, lo que generará que no le quede un monto considerable para ahorro, mientras que un agente con mayores ingresos en términos relativos consumirá menos y su capacidad de ahorro será mayor.
    Teniendo en cuenta lo anterior también es importante resaltar que para hacer un buen análisis se tienen que tener en cuenta diferentes variables como lo es la especulación, la incertidumbre, precaución, la preferencia por la liquidez, entre otras; esto con el fin de contextualizar más los planteamientos teóricos.

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  8. buenas tardes compañeros, para el grupo queda claro como Lord Keynes critica la teoría de la economía clásica por el lado de la oferta de los fondos prestables y no tanto por la demanda de las inversiones. Por ejemplo en el caso de los ahorros sostiene Keynes que la tasa de interés no determina el ahorro de las personas o familias, sino, lo que define el ahorro es el ingreso teniendo en consideración la propensión marginal a consumir, a su vez que un mayor ingreso ocasionará un mayor ahorro. En concordancia el grupo pensó que se podría llegar a la conclusión de que el ahorro dependerá del ingreso total y no solamente de la tasa de interés. Y que esta es la razón por la cual Keynes plantea que la interacción de la demanda de inversión y oferta de fondos prestables (o los ahorros) no pueden definir la tasa de interés, en vista que ésta se define en el mercado de dinero y que el ingreso es el que define la función del ahorro.

    Por ejemplo si las curvas de demanda de inversión y la curva de ahorros se cruzan teniendo en consideración un ingreso total permanente, si se podrían fijar la tasa de interés según la economía clásica, pero como el ingreso total depende de la inversión, y el ahorro depende del ingreso total, y aún más si se tiene en cuenta que la tasa de interés se fija en el mercado de dinero, entonces la curva de ahorros dependerá de manera indirecta de los movimientos de la curva de la demanda de inversión, en vista que, si disminuye la inversión, cae el ingreso total, y como el ahorro depende del ingreso total, la curva de ahorro también se vería afectada por lo que las dos curvas se desplazarían; por tanto la tasa de interés sería una señal para las personas a la hora de tomar decisiones sobre la distribución entre efectivo o la adquisición de activos que generen ganancias.

    Para complementar al texto paralelo expuesto por el compañero(a), el grupo deja muy claro los tres factores psicológicos que considera fundamentalmente la teoría general de Keynes expuestos en anteriores textos paralelos: la preferencia por la liquidez, expectativas futuras de ganancia (eficiencia marginal del capital) y la propensión marginal al consumo que pueden influir en los cambios en las variables económicas como la expansión monetaria, el descenso en la tasa de interés y el aumento de las inversiones, En el caso de una expansión monetaria, según Lord Keynes se espera que disminuyan la tasa de interés y así aumente las expectativas de ganancias, nuevas inversiones y de la capacidad instalada, por tanto que se aumentaría la eficiencia marginal del capital con estas nuevas expectativas y también la diferencia entre la tasa de interés y la eficiencia marginal del capital se hace mayor, considerándose como un factor fundamental y comparativo sobre la rentabilidad económica.

    Para finalizar Lord Keynes establece que la tasa de interés es un fenómeno altamente psicológico y como existen otros factores que inciden en ella mencionados anteriormente, para así ser concebida como la recompensa por privarse de la liquidez, que influiría en la decisión de las personas de mantener efectivo o invertirlo en activos que generen ganancias. Es decir, dependiendo de esta ganancia decidimos cuanto de dinero tendremos en nuestro poder, Ósea que siempre existirá una brecha entre el ingreso total y el consumo y que esta brecha será mayor mientras aumente el ingreso total lo que significa que el ahorro dependerá del ingreso total y no solamente de la tasa de interés.

    VIVIANA ANDREA SÁNCHEZ BRAVO.
    CARLOS ANDRÉS TRUJILLO LÓPEZ.
    LAURA CAMILA PAZ GUZMÁN.
    YANETH ELIZA ESCALANTE
    ANDRES LEONARDO SANCHEZ CASTAÑO

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