Para entender el concepto de salarios hay que tener en
cuenta las posturas respecto a este que han surgido a lo largo de la historia,
desde lo clásico hasta lo keynesiano.
Para los clásicos como Smith, e1 nivel de los salarios
depende de multiples factores entre los que se cuentan: la convenci6n o acuerdo
entre asociaci6n y el poder de negociaci6n de unos y otros (factor que tanto
enfatizaria despues Marx respecto al pape1 de los sindicatos); la productividad
del trabajo (que posteriormente seria el punto de apoyo de la tesis
neoclasica); la oferta y la demanda de mana de obra; y, el nivel de
subsistencia sobre el cual no puede descender el salario sin mermar el
crecimiento de la clase trabajadora. Ricardo, en cambio, toma s6lo estos dos
ultimos factores, utilizandolos como elementos medulares de una rigurosa
deducci6n, que aunque sigue fielmente los trazos fundamentales de la teoria de
su antecesor, solo es aplicable a la determinaci6n de los niveles de salario
del trabajo simple. Ricardo empieza por establecer que el trabajo, como todas
las mercancias, tiene un precio “natural” y un precio de “mercado”. El primero
depende del precio de los medios de subsistencia que tanto el trabajador como
su familia requieren para vivir y perpetuar su especie, y el segundo, de las
condiciones del mercado; estas estan dadas por la magnitud relativa de la
oferta y la demanda de trabajo, las cuales son a su vez determinadas,
respectivamente, por la dinamica de la poblaci6n y la de la acumuIaci6n de
capitales.
La determinación de los salarios en la teoría
neoclásica se realiza a través de la teoría de la productividad marginal. Del
lado de la demanda, un factor trabajo homogéneo e infinitamente divisible
garantiza, a través del paradigma de maximización del beneficio, la igualación
entre productividad marginal y salario real. Del lado de la oferta, la elección
renta—ocio (el trabajador maximizará su utilidad dado un determinado salario de
mercado que da lugar a un ajuste de las horas trabajadas al salario real). Esta
visión tal vez excesrvamente simplista fue, no obstante, objeto de matizaciones
desde su primera formulación.
Keynes, al igual que Marx y la escuela ortodoxa
(clásica y neoclásica), supone libre concurrencia en el mercado de productos,
pero a diferencia de todos ellos, asume un mercado de trabajo imperfecto, en el
cual los salarios se negocian en términos nominales y no reales, evidenciando
así un desempleo involuntario. Igualmente, Keynes postula una rigidez en el
mercado de capitales que limita la expansión del empleo, no solo en el corto
plazo, sino también en el largo plazo, aun cuando el beneficio sea todavía
positivo. Mientras los clásicos sostenían la idea de precios y salarios flexibles,
Keynes señalaba lo contrario, es decir, rígidos e inflexibles. Para Keynes, la
causa del desempleo era la insuficiente demanda agregada y que el desempleo no
se corregía con una reducción de salarios, sino con una mayor demanda. Este fue
su postulado básico para explicar el empleo.
En la realidad social, los salarios de los
trabajadores han sido muy variables ya sea para bien o para mal, el punto es
que estos logren solventar el costo de la subsistencia de la persona que recibe tal remuneración, que pueda cubrir sus necesidades básicas y
alguno que otro deseo de consumo. Hay que hacer una aclaración, y es que el
empresario en primer lugar solo tiene en
cuenta que el salario que éste le paga al trabajador solo es para él, puesto
que en el ámbito financiero no tiene en cuenta que puede tener una familia que
también depende de ese salario; en
segundo lugar que cuando se va a hacer la contratación por un determinado tiempo
del empleado, éste tiene que aceptar que el salario sera constante y que no va
a tener las mismas variaciones de la inflación en el transcurso del tiempo, de
todos modos éste tiene que aceptar estas condiciones, pues es preferible
aceptar el empleo que dejarlo, ya que como coloquialmente se dice : “ puede morirse
de hambre”; a la larga es rara la vez que el empresario se encuentre en
aprietos por contratación de trabajadores con remuneración minima, pues en el
mercado laboral hay una constante competencia por un puesto. Pero, ¿Qué pasaria
si los empresarios esten dispuestos a mejorar las condiciones de los
trabajadores como incrementando los salarios y que en ambos lados haya una
conformidad?.
En el caso colombiano, cada fin de año se hace una
mesa de concertación entre empresarios y sindicatos para definir como quedará el salario para el
futuro año, se hace un análisis del contexto en el que se encuentra el estado y
se detallán variables de la economia como: la productividad, la equidad de
ingresos, el coeficiente Gini (que mide la desigualdad), la competitividad y el
mercado laboral. Pero ninguno de los dos
lados logran una plena conformidad ya que mientras los unos quieren
lograr un gran aumento salarial, los otros quieren lograr que sus ingresos netos
no se vean afectados al incrementar el salario de los trabajadores. A fin de
cuentas los trabajadores se haya incrementado o no, tienen que adaptarse a las
condiciones propuestas por la mesa de concetación, pues en este caso siempre
sera el gremio débil.
Plantearé un caso hipotetico: Un estado donde los
empresarios mejoran las condiciones laborales para los trabajadores, en la
infraestructura de la empresa (más comodidad para el trabajador), en la jornada
de trabajo (tiempo necesario que se acomode a las capacidades fisicas y
mentales del trabajador), salarios e impuestos justos que logre suplir las
necesidades basicas no solo de la persona que lo vaya a recibir sino tambien el
de sus miembros de su familia y que tambien se incremente dependiendo de la productividad
y la inflación. ¿Es posible? Claro que
si, siempre y cuando el empresario este dispuesto a cambiar el pensamiento
ortodoxo donde solo quiere incrementar sus ganancias al aprovecharse de las
personas con necesidades y laboriosas. Lograr un acuerdo así, resulta dificil,
pues el sistema no funciona para una igualdad, siempre tiene que haber una
persona que gane a costillas del otro y otra que tenga necesidades y
manipulable.
Por: Diana María Benavides
Bibliografia.
·
Anaya
Diaz, Alfonso. Problemas del desarrollo, David Ricardo y la teoria clásica de
los salarios. Pág. 18. Pdf.
·
Larrañaga
Rubio, La estructura salarial y la determinación de los salarios a partir de la
teoría neoclásica. Pág 385. Pdf.
·
Ruiz
Ramírez, Hector.: "Keynes y el empleo" ,en Contribuciones a la
Economía, enero 2013, en www.eumed.net/ce/2013/keynes-empleo.html
·
http://www.semana.com/economia/articulo/salario-minimo-2017-propuestas-de-empresarios-y-sindicatos/508526
Hola
ResponderBorrarDe acuerdo a lo que propones es muy cierto, lograr un equilibrio entre los ingresos del empresario y los trabajadores será muy complejo si aun siguen con el pensamiento de que el dueño del capital es que coloca las condiciones y lo o los demás obedecen; sin posibilidad de tomar posición alguna.