El siguiente
ejercicio tiene como finalidad exponer lo que sucede cuando se incrementa el
ingreso, pero por esta vez la exposición y tratamiento del problema formulado
en cuestión no se enmarcará en el formalismo que debe tener nuestra disciplina,
pero cuidado, tampoco digo que el siguiente sea un ejercicio que carezca de
seriedad, sino todo lo contrario, pretende de la manera más fácil posible dar a
entender lo que la teoría keynesiana propuso para enfrentar la falla de demanda
efectiva, pues pareciese que mi escritura en los últimos días se ha tornado un
tanto formal y no ha permitido a mis lectores comprender del todo la
perspectiva keynesiana de la economía. Pues bien, una vez que ya he dejado
clara la intención y la razón del siguiente ensayo es propicio continuar.
Después de haber
analizado la composición y posteriormente la solución a la falla de demanda
efectiva generada porque los incrementos en los ingresos son superiores a los
incrementos en el consumo, debemos indagar sobre la cantidad especifica en
inversión para compensar la falla anteriormente dicha, de paso para saber el
nivel de ocupación y producción que consigo se generará.
Keynes, como buen
economista, además de brillante también fue sagaz, dedicó gran parte de su vida
a indagar sobre soluciones a ciertos problemas por los que la economía
atravesaba en aquel tiempo, y para lo formulado anteriormente, propuso el multiplicador. Una versión refinada
que como herramienta cuantitativa permite saber el nivel de ocupación e ingreso
que se incrementará luego de invertir en los sectores que más jalonan la
economía, entiéndase como aquellos sectores en los que la demanda de bienes
intermediarios y mano de obra es por lo general muy alto respecto a otros.
Empecemos
reiterando que el factor psicológico interviene en los incrementos del consumo
pero en menor medida que los incrementos en el ingreso y como resultado se
genera una deficiencia de demanda efectiva, entonces para compensar la falla
deben por consiguiente generarse nuevas inversiones en la economía. Así pues el
coeficiente que permite saber los incrementos del ingreso dadas las nuevas
inversiones, es definido por Keynes como el coeficiente “K”, o el multiplicador de
la inversión.
Después de darle
el trato formal matemático a la premisa que indica que, sí el incremento en el
ingreso es igual al incremento en el consumo más el incremento en la inversión
se llega a la conclusión de que la propensión marginal al consumo es 1 menos la
inversa del multiplicador: Ç= 1- (1/K).
Ahora bien, si se continúa con el análisis en base a la anterior conclusión se
encontrará que el multiplicador de la inversión es igual a 1/1-Ç.
En base a ello, la
propensión marginal al consumo (P.Mg.C) se entiende como la variación en
el incremento del consumo cuando hay una
unidad adicional en el ingreso, es decir, si un país tuviese una P.Mg.C de
0.92, se diría que por cada unidad adicional en el ingreso se destinan 92
centavos al consumo y los ocho centavos restantes son la propensión marginal al
ahorro bajo el supuesto de que no hay liquidez ni atesoramiento del
dinero.
Si ello se
traslada a la fórmula del multiplicador para saber los incrementos en el
ingreso de la siguiente manera, se obtendrá qué: K= 1/ (1 – 0.92); K= 12.5.
Lo anterior se puede relacionar con lo
ocurrido en las últimas semanas en el país, luego del inesperado triunfo de
quienes no apoyaron el acuerdo de paz pactado en la Habana con el grupo armado
más antiguo del continente, pues las consecuencias económicas de los últimos
días respecto a la inversión son consecuencia de las decisiones políticas y
democráticas del país.
Colombia atraviesa
fuertes tormentas políticas y económicas, no me refiero solo a los estragos
fiscales generados por el descenso de la renta petrolera sino que también al
panorama de incertidumbre, provocado por la inseguridad que supone la
continuación de una guerra de 50 años y millones de víctimas.
Por el momento los
diálogos continúan entre los delegados del gobierno nacional, los
representantes de la campaña por el No, y los miembros de las FARC para tratar
los puntos críticos del acuerdo firmado en Cartagena el 26 de septiembre del
presente año.
Por otro lado el
impacto de una noticia de gran magnitud como esta, muestra que los mercados, el
tipo cambiario frente al dólar y las acciones en la bolsa de valores en el país
se comportaron en desaceleración en vista del panorama de desconfianza y
polarización. A ello se suma que lo pactado referente a inversión en el sector
agrícola, vías terciarias, educación, vivienda y salud en zonas rurales, se
mantienen a la deriva. Y como si fuera poco, el futuro depara romper la regla
fiscal, hacer una reforma tributaria sólida que compense los estragos de la
caída en los precios del barril de petróleo.
Cuando se está
bajo incertidumbre, debe actuarse racionalmente con la poca información que se
tiene a disposición, diría el célebre economista John F. Nash. Pues siendo así
el optimismo frente al país decae por las circunstancias anteriormente
mencionadas, las inversiones posiblemente
se frenen hasta que las partes que dialogan sobre el fin del conflicto armado
en el país se pongan de acuerdo.
En conclusión, la
propuesta keynesiana nos permite saber qué cantidad se incrementará en el
ingreso con nuevas inversiones, el multiplicador es un valioso instrumento que
con ayuda de otros permite predecir el comportamiento de la economía en cierto
período, las políticas bien empleadas regulan y dinamizan la economía, por otro
lado el país navega en heladas y tormentosas aguas, la paz es un anhelo de
todos los ciudadanos del país y de organismos internacionales, pues supone
armonía social y económica a la vez que resulta ser un atractivo
Erika Dayana Ramos
Piamba
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