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Es
de amplio conocimiento que las ideas y postulados de John Maynard Keynes
ocasionaron un boom en toda la teoría económica puesto que no solo
representaron una ruptura frente a lo que se asumía como verídico, sino que
también propuso un nuevo ideal de economía que permitió a la sociedad y a la
comunidad en general abrirse a nuevas posibilidades y más que ello, salir del gran
problema en el cual se encontraban inmersos los agentes económicos en una
situación específica que fue la gran crisis mundial que sucumbió todos los
escenarios posibles y que ocasionaron desastres económicos que paulatinamente
se fueron superando.
Es
así como este gran economista fue marcando un hito en la historia pues su
manera amplia de estudiar la economía y reconocer el denso abanico de posibles
sucesos que efectivamente pueden llegar a ocurrir en determinados contextos, permitió
entender los procesos que vinculan todo lo económico y llegar a soluciones más
efectivas y eficaces.
Puntualizando
un poco más y acercándonos al objetivo como tal de este escrito está el
reconocimiento y relevancia que Keynes le da a las expectativas pues no siendo
suficiente con restarle importancia, los economistas clásicos incluso se
atrevieron a desconocer el papel tan decisivo que éstas tienen a la hora de
pensar en economía como tal.
Permitirse
negar la existencia de algo conocido como “expectativas” que no es más que la
posibilidad de que un determinado suceso se presente, ocasiona que la teoría
económica se “tumbe” o “caiga” ante cualquier problema. Si por parte de los
creadores de la teoría económica clásica se hubiesen permitido otros contextos
distintos a los establecidos o parametrizados la solución a muchos conflictos
teóricos hubiese resultado ser benéfica y no precisamente contraproducente como
lo fue. Ejemplos de lo anterior se hayan cuando se partía, según lo estipulado,
que un aumento en la cantidad de dinero percibido o ingresos se vería reflejado
necesariamente en un aumento en del ahorro y/o inversión. Tales postulados
seguían una linealidad y se presentaban ante cualquier estudioso como una
verdad innegable, algo que en el campo de las matemáticas se podría equiparar a
un axioma y que en nuestra cotidianidad no sería más que una fantasía, si de
referirnos despectivamente se tratara.
La
dificultad se haya, con respecto a la crisis, que ese boom económico que hubo
de prosperidad y de abundancia en los múltiples escenarios de la vida no podía
ser continuo ni seguirse presentando de manera indefinida como se llegó a creer
pues la burbuja que se presentó con respecto al alza de determinadas acciones o
títulos valores no representaba riqueza real era, más bien, producto y fruto de
simples y vanas especulaciones que se sustentaban en principios teóricos de muy
poco sustento experimental; estos eran que ante cualquier aumento de posible
fuente de ingresos los agentes económicos actuarían conforme a su naturaleza
misma (homo economicus) se los dictaminara y que por ende y con base al
principio de la demanda agregada, este aumento implicaría un alza paulatina y
proporcional también a la cantidad de bienes producidos por las empresas,
mejores salarios, mayor inversión, aumento del gasto público y demás.
La
dificultad de halló cuando se presentaron situaciones que no se habían
contemplado y que hasta ese momento se desconocían. Así es como las
expectativas sobre escenarios posibles comienzan a tomar más fuerza pues de
éstas puede o no depender el éxito de cualquier emprendimiento económico. Por
solo citar un ejemplo si nos permitimos pensar en contextos quizás más
familiares y haciendo un paralelo con situaciones más cercanas, se presenta
ante nosotros entornos como las de Venezuela en donde el intento de cambio de
régimen económico o modo de producción u organización de los medios de
producción, terminó ocasionando quiebra de muchas empresas y que la situación
económica se alterara de tal forma que las demás variables de la demanda
agregada se afectaran de manera negativa (la inversión, siendo mucho menos atractiva
para inversionistas extranjeros, el gasto público siendo imposible de
ejecutarlo ante la dificultad de recaudación de nuevos impuestos, el consumo al
no poder contar con ingresos fijos y demás).
Situaciones como las de la estabilidad social,
política y económica que pueden tener potencias económicas como Estados Unidos
y Rusia ante un sinnúmero de amenazas y advertencias entre el uno y el otro
ante la posibilidad de iniciar una guerra nuclear, ocasionan que empresas
grandes de reconocimiento mundial se abstengan, por ejemplo, a realizar
inversiones en éstos países o al menos de restringirla a lo que más puedan pues
se tiene la incertidumbre de que su inversión pueda estar segura o no.
Si
una empresa, sea cual sea, desconociera el papel de las expectativas en pleno
siglo XXI se aislaría y se pondría en riesgo ante cualquier eventualidad que
sucediera pues no contaría con ese plan de contingencia que le permitiera salir
del problema.
Ejemplos
simples y vagos aplicados a la teoría económica de su momento terminaron por
permitir entender mejor la situación que se vivió y más que ello permitir a la
economía estadounidense nuevamente surgir ante la posible crisis total a la que
llegó estar expuesto.
Por
tal razón y desde mi punto de vista la significancia a la hora de poder estudiar,
evaluar y seguir lo que en su momento se desconocía, las expectativas, puede determinar
el éxito financiero de cualquier firma, o extrapolando la situación, de
cualquier economía. No solo fue un error no querer pensar más allá de ciertos
hechos, sino que también en las posibles consecuencias que ello puede derivar.
Bibliografía
Keynes, John Maynard. Teoría general
del empleo, el interés y el dinero
hola, pienso que el tema de las expectativas, hace parte de los supuestos que parecen faciles de entender y aplicar, cuando en realidad no es tan asi, si no me equivoco, Keynes había estimado que las expectativas eran un factor exógeno, fuera del sistema economico en si. alvin Harvey, en su libro, guia de keynes explica que En el caso más sencillo sobre las expectativas, se suponía que los agentes esperaban que la inflación del próximo período fuese igual a la del último dato conocido. En términos matemáticos eso significa asignar a la inflación del último año una ponderación uno y a la de los anteriores una ponderación cero. Si los agentes esperan que la inflación de cada año sea igual a la del anterior, la inflación esperada será siempre inferior a la real. Los errores presentarán un sesgo sistemático: serán negativos y crecientes. En la realidad, la gente sabe que hay algunos acontecimientos que provocan el aumento de la inflación; si el precio del petróleo sube bruscamente en los mercados internacionales, o si el gobierno aumenta la cantidad de dinero en circulación y baja los tipos de interés, los agentes económicos pensarán que como consecuencia de ello habrá una subida de los precios. Pero el modelo de las expectativas adaptables no recoge esa realidad; al ignorar ese tipo de acontecimientos se está suponiendo de hecho que cuando la inflación aumenta, la gente se ve siempre sorprendida.
ResponderBorrarHola.
ResponderBorrarel ejemplo es muy claro y explica la importancia de la toma de decisiones, en cuanto al gobierno que regula el mercado, como los agentes económicos que hacen posible que todo este en marcha; keynes hace énfasis en las expectativas que surgen en los empresarios de invertir haciendo posible que aumente el nivel de ocupación, el consumo, etc; pero como tal las expectativas que tendrán ellos sobre el futuro dependerán del contexto que se este viviendo y eso no asegura que un futuro cercano todo marche igual, es un devenir que no se sabe que pasara, al igual se invierte y se espera que esto le permita tener ganancias pero ellos están dispuestos a perder sus inversiones "un arriesgar"; ahora el problema de venezuela sin duda es una crisis que se esperaba por el mal manejo de los recursos económicos, dejo de ser atractivo para los empresarios al igual que los mismo ciudadanos, pues están viviendo en precarias condiciones, entonces quien de ellos tuvo una visión acerca de esto, que las personas salieran de su país, que ya no quieran invertir, que su economía se haya estancando, es así como keynes también lo explica, los agentes económicos no deben pensar en el futuro, porque este sera siempre incierto.
Keynes analiza lo que es el precio y las ganancias a corto y largo plazo para poder identificar cómo es que las expectativas en estos tiempos afectan o no lo que ellos desean, ahora bien dependiendo de esas variaciones en las expectativas que tienen los empresarios, se llegan a generar variaciones en el nivel de ocupación, es decir que si las expectativas que tienen los empresarios a largo plazo son significativas y consideran que podrían llegar a tener muy buenas ganancias en un tiempo futuro esto generaría niveles de ocupación que corresponden a la inversión que se requerirá para que se realicen dichas expectativas a largo plazo. Sin embargo a corto plazo dependiendo del precio que ellos coloquen y si este da respuesta positiva generándole ganancias a los empresarios, también influirá para que el nivel de ocupación se mantenga o en el mejor de los casos aumente.
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