Fredy Marín Mueses
Rosales.
Las expectativas son
parte fundamental del comportamiento de los agentes económicos, en especial
aquellos que son influenciados de manera directa o mediática por caracteres
psicológicos, sociales u naturales. Desde la teoría económica se ha podido
establecer que existe un porcentaje de indeterminación u inexactitud en todas
las decisiones económicas desarrollas en un ambiente de incertidumbre, pues no
es posible establecer con exactitud lo que sucederá en el futuro, esto les ha
otorgado a las expectativas de los distintos agentes una relevancia total en la
toma de decisiones.
En este sentido, la
obra de Keynes; teoría general de la ocupación, el interés y el dinero, parece
ser una de las más inspiradoras para reflexionar sobre las consecuencias que
puede acarrear una comprensión mínima u avanzada en un orden racional respecto
al grado de incertidumbre, y expectativas en los agentes. Su comprensión acerca
de este tema puede derivarse de tres aspectos fundamentales de su vida: 1. Era
un experto en finanzas (Keynes era un seguidor atento del movimiento financiero
en los mercados nacionales e internacionales), 2. La incertidumbre y las
expectativas son un componente esencial de su pensamiento (a lo cual muchos
economistas insisten que la lectura correcta “La teoría general” no
debería centrarse en la critica a los postulados neoclásicos realizados por
Keynes sino darle un poco más de atención al capítulo 12; el estado de las
expectativas a largo plazo) 3. Fue observador en primera línea de la Gran
Depresión (podríamos mocionar entonces que nuestro economista en cuestión ya
había anticipado dicha crisis por medio de la incertidumbre de los agentes
visionada en algunas publicaciones anteriores a su libro mas famoso, tal es el
caso de: Un tratado sobre la
probabilidad.
La hipótesis de las
expectativas racionales propone que los agentes económicos optimizadores, van a
utilizar eficientemente toda la información disponible para formar sus
creencias respecto a una variable particular. Existe la incapacidad de
conocer toda la información respecto a una variable en la economía y Keynes
entendía esto, situó
con toda intención ese capítulo puesto que remarcaba la trascendencia de que
las decisiones de inversión se adoptan en un marco incierto y, en ocasiones, en
un entorno de incertidumbre radical, en su libro la teoría general expone
lo siguiente: “Si hablamos francamente, tenemos que admitir que las bases de
nuestro conocimiento para estimar la rentabilidad en los diez años próximos de
un ferrocarril, una mina de cobre, una fábrica textil, el fondo de comercio de
una patente farmacéutica, una línea transatlántica, o un edificio en la City de
Londres es muy limitada e incluso nula” (1936,pp.149, 150).
Ahora, Los escritos
inmediatamente posteriores a la publicación de la Teoría General
demuestran que el capítulo 12 del libro no es solo un alarde de su virtuosismo
como experto en los mercados bursátiles, sino que constituye un punto central
de su visión de la economía. Durante el año de 1937 publicó tres artículos en
los cuales puso énfasis en la incertidumbre. Uno de ellos es la respuesta a los
críticos de la Teoría General; el mensaje central es que las decisiones
económicas se adoptan en un mundo de incertidumbre. KEYNES precisa sus ideas
acerca del conocimiento incierto: “El sentido en el que utilizo el término
es en el que la perspectiva de una guerra europea es incierta, o el precio del
cobre o el tipo de interés dentro de veinte años, o la obsolescencia de una
nueva invención, o la distribución de la riqueza en el sistema social de 1970.
Sobre esos asuntos no hay base científica que nos permita formular cualquier
probabilidad calculable. Simplemente no sabemos” (1937, pp.113,114).
Keynes ha recobrado
relevancia actualmente ante la evidencia de que la incertidumbre es cada vez
mayor en un mundo financiero globalizado, dominado por un “sistema equivocado”
si así se quiere llamar, con dosis crecientes de inestabilidad y
vulnerabilidad. Por ejemplo, la facilidad con la que una moneda como el dólar
puede llegar a fluctuar en pocas a horas debidos a un mínimo pronunciamiento
político-económico de dos gigantes (EE-UU y China) en términos del mercado, o
las tenciones bélicas en medio oriente y su relación (guerra- petróleo y
petróleo-dólar).
El espectro de las
expectativas, la incertidumbre y el riesgo sobre la economía de los países
cumplen con un papel determinante, donde todas las decisiones tomadas por medio
de políticas económicas recaen sobre las
autoridades monetarias, fiscales y económicas, donde la mayoría de las
veces los pronósticos de las expectativas son las esperadas, pero no siempre
esto sucede de esta manera, antes de la crisis los empresarios no tenían muy en
cuenta las expectativas y ese fue uno de los factores que más influyo en la
crisis.
Muchas veces el
fenómeno de la especulación basado en las expectativas resulta muy peligroso,
creando burbujas, las cuales funcionan de la siguiente forma: se produce un
incremento de precios como consecuencia de la especulación, que lleva a los
inversores a adquirir el objeto en cuestión con la intención de venderlo en un
futuro por un mayor valor. El precio aumenta hasta tal punto que los inversores
esperan que se produzca un ajuste a la baja y siguiendo sus expectativas llega
un momento en el que la burbuja estalla, trayendo consigo una disminución del
precio por debajo de su valor intrínseco.
El mensaje que nos ha dejado Keynes es la
necesidad de adecuar las instituciones a la aceptación de que la incertidumbre
radical existe, y no podemos comportarnos como si fuera posible transformarla
en riesgo susceptible de medición. Por eso, modificaciones tan esenciales
adoptadas en la década de 1930 como el seguro de depósitos o las limitaciones a
los tipos de interés, deben considerarse como medidas que pretendían aumentar
el nivel de certidumbre, en una crisis caracterizada por la incertidumbre que
paralizaba la actividad económica. podemos de alguna forma también desde esta
línea entender el proceder la
macroeconomía moderna en conjugó con todos los agentes económicos cuando
se trata de comprender la dinámica de
las economías emergentes, donde aparecen desequilibrios económicos frecuentes
para los cuales la teoría estándar carece de explicaciones, y por tanto, de
respuestas de política económica completamente satisfactorias, aun así, es
posible establecer una proyección de especulación racional y tomar las mejores
medidas y decisiones en la economía de una nación.
Bibliografía.
Mañas (2016). ¿Tenemos algo que aprender de Keynes ahora? Madrid:
Instituto Universitario de Análisis Económico y Social.
KEYNES, J.M (1936): The
general theory of employment, interest and money (IV). en español: ed. fondo de
cultura económica, México (1943); ed. Aosta, Madrid (1998), y ed. síntesis,
Madrid (2009).
KEYNES, J.M (1937): “The general theory of
employment” (xiv, pp. 124-133). en español: breve tratado sobre la reforma
monetaria. escritos. (1910- 1944). ed. síntesis. Madrid (2009).
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