miércoles, 23 de octubre de 2019

Ineficiencia de la teoría clásica del empleo y la teoría Keynesiana como solución a la crisis de 1930



Juan Sebastián Varona

Resumen: En este texto lo que se pretenderá ilustrar es como los clásicos plantean su teoría del empleo haciendo uso de unos factores clave, de esta manera se lograra demostrar que su teoría contiene lógica, pero al aplicarla a la realidad se queda sin bases y hace que sus postulados sean apartados; posterior a esto se dará una explicación desde la teoría Keynesiana al porque los postulados de la teoría clásica no son aplicables para dar una explicación al desempleo mundial que se vio en la crisis de 1930.

Palabras clave: Clásicos, Keynes, Empleo, Teoría económica, Oferta, Demanda.

Con la crisis de 1930 que afecto de manera directa el nivel de empleo a nivel mundial, se busco dar una explicación a este fenómeno y con ello la solución a este mismo, con lo cual se usó la teoría clásica del empleo durante los tres primeros años de esta década. Se parte de considerar que los teóricos ortodoxos le asignan un papel fundamental al mercado, pues lo consideran el regulador por excelencia de la economía y por supuesto el mejor distribuidor de los recursos. En el enfoque microeconómico las libres fuerzas del mercado sustentadas en el supuesto del laissez – faire, conducirían inevitablemente a las economías a la situación ideal de equilibrio, donde se alcanza la optimización de todos los recursos escasos y la posición privilegiada del pleno empleo de los factores de producción, o por lo menos un nivel muy alto de ocupación.
Con lo cual se llego a una primera conclusión, la cual mencionaba que el desempleo era de carácter voluntario debido a que las personas no están dispuestas a emplearse por salarios menores a la desutilidad marginal del trabajo que este les genera, estas eran personas propietarias de otros factores de producción y que por lo tanto viven de las rentas que proporcionaban sus tierras, o de los intereses de sus capitales, y/o de las ganancias de sus empresas por los tanto no les interesaba trabajar por bajos salarios y además no estaban dispuestas a desplazarse de sus lugares de origen. Con el paso del tiempo los desempleados en USA ascendieron a 14 millones de desempleados que de ninguna manera eran desempleados voluntarios. Luego de esta explicación que de ninguna manera fue correcta, trataron de argumentar que los sindicatos impedían que aumentara la el nivel de ocupación pues no admitían la reducción de salarios, y por ello los empresarios o dueños de los medios de producción no buscarían emplear mano de obra ya que era insostenible para ellos. Con lo que fueron poco a poco resintiendo los cimientos de esta lógica de pensamiento hasta que finalmente el mundo económico no solo necesitaba, sino que exigía una explicación y lo que es mejor una solución al terrible flagelo del desempleo.
La argumentación de la teoría clásica no fue compatible con las características del desempleo en la crisis mundial de los años treinta y no logro dar explicación ni alternativas a este fenómeno.
A partir de este momento, la teoría Keynesiana aparece criticando principalmente el supuesto del economista francés Jean-Baptiste Say llamado la ley de Say el cual promulgaba que “toda oferta crea su propia demanda”. Con lo cual todos los demás postulados de la ortodoxia clásica empezarían a tambalear, pues esta ley implicaba que no existiría obstáculo alguno al incremento de la producción y por lo tanto al incremento del empleo dentro de un sistema económico. Con lo cual Keynes llegaría a determinar que las funciones de oferta y demanda agregadas no son idénticas, por lo tanto, no es cierto que la economía tienda automáticamente hacia el nivel de pleno empleo porque la demanda agregada se convierte en un obstáculo para lograr este objetivo, puesto que las pendientes la función de la oferta agregada y de la demanda agregada son positivas pero la primera tiene una pendiente mayor a la de la segunda. Entonces, la demanda agregada crece más lentamente convirtiéndose en un obstáculo para el incremento de la producción y de los empleos correspondientes, donde el aumento indefinido de esta brecha significa que los empresarios no pueden vender toda su producción en el mercado a precios rentables ocasionando que se empiece a vender esa producción a precios menores a los que permiten obtener la ganancia normal. De esta manera, los empresarios ajustan la oferta a la demanda real, existente en el mercado reduciendo la producción, y por lo tanto el empleo.
Adicionalmente Keynes replanteó el modelo clásico a partir de un conjunto de restricciones como las siguientes:
-La reducción del salario no conlleva a incrementar el nivel de empleo debido a que aun con esta condición lo que hace falta son fuentes de empleo que se crean únicamente a través del incremento en la inversión que depende de la eficiencia marginal del capital.
- El salario nominal puede permanecer fijo y sin embargo, el salario real disminuir si cada unidad monetaria se desvaloriza en términos reales, por lo tanto los salarios no equivalen al salario nominal.
- Los sindicatos están en capacidad, cuando más de fijar el salario nominal, pero nunca el salario real que depende del nivel general de precios.
Con lo que Keynes concluye que: El Estado debe intervenir de manera moderada para ajustar los desequilibrios que se presentan en el mercado de trabajo. La intervención debe ser compensatoria, es decir la inversión pública debe complementar a la inversión privada para aumentar el empleo y también debe haber una intervención correctiva a través de los instrumentos de política que le permitan a la economía aliviar el desempleo.
Para culminar, desde mi perspectiva la teoría clásica del empleo se queda corta y además se derrumban sus postulados que desde el análisis lógico tienen sentido pero cuando son sometidos a la realidad se quedan sin fundamentos para lograr dar una explicación eficiente al fenómeno que se presentó en 1930, pero por el contrario la teoría Keynesiana del empleo logra dar una explicación y alternativas para lograr una solución satisfactorias, que la llevo a convertirla en una de las obras de mayor importancia durante la primera mitad del siglo 20.
Bibliografía:

1 comentario:

  1. En esa medida, se vale precisar que, quien afecta dicha teoría de ocupación, es la demanda agregada de bienes y servicios. Entonces, como ya bien lo mencionaste, el postulado clásico, soportado en la ley de Say, en donde cada oferta crea su propia demanda, no es más que una simple reflexión, del deber ser, en donde, sujeto a la lógica, este esta dotado de racionalidad, y sin embargo, ya la crisis de la década de los 30 bastó para colocar en jaque dicho postulado, y llevó a la cúspide al postulado keynesiano, a quien es meritorio reconocer, que dicho análisis no solo se fundamentó en una reflexión, sino que se valió de los acontecimientos, y habló teniendo como base la realidad de aquel momento.

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