Resumen:
El propósito de este trabajo es llevar a cabo una
breve reflexión acerca de los postulados keynesianos sobre el papel que cumplen
las expectativas en el análisis económico, para ello, se hace una breve
exposición sobre lo que son las expectativas de corto y largo plazo y como Keynes
incorpora a su Teoría General, la importancia de las expectativas en el consumo
y la inversión, considerando que estos constituyen un factor determinante que
subyace en las variaciones de la demanda y la producción.
Objetivo:
Hacer una breve reflexión sobre la importancia de las expectativas en el
análisis económico desde la Teoría General de Keynes.
Hoy son muchos los que propugnan una vuelta a la
economía de Keynes. La actualidad de Keynes se debe, entre otras cosas, a que
fue capaz de darle la vuelta completamente a su teoría económica, cuando la
realidad cambió tras la crisis de 1929. Keynes le asigna una relevancia muy
grande a la psicología, especialmente, en la formación de las expectativas. Bajo
incertidumbre, los hábitos, la confianza y las convenciones son más importantes
que los cálculos económicos. Dichas convenciones están conformadas por
expectativas, que son ciertas intuiciones acerca del futuro y otros hechos
inciertos. Por ello, para profundizar sobre la importancia de las expectativas
en el análisis del pensamiento económico nos basaremos en la Teoría General de
Keynes y algunas consultas exteriores, principalmente en el texto “En torno a
Keynes, las expectativas y el control de la inversión algunos comentarios desde
la perspectiva actual (I)”.
Inicialmente, debemos mencionar que las expectativas
pueden caracterizarse de dos maneras. La primera "se relaciona con el
precio que un manufacturero puede esperar obtener de su producción terminada en
el momento que se compromete a empezar el proceso que la producirá". Son
expectativas sobre los precios y las ventas, partiendo de un stock de capital
dado. Por lo tanto, son expectativas a corto plazo.
La segunda "se refiere a lo que el empresario
puede esperar ganar en forma de rendimiento futuro, en el caso que compre (o
quizás manufacture) producción terminada como adición a su equipo
productor". Son expectativas sobre beneficios derivados de una inversión,
esto es, expectativas a largo plazo. Las expectativas, pues, constituyen un
elemento determinante de la producción y la ocupación.
Por otra parte, debemos apuntar que las Expectativas a
largo plazo tienen más que ver con el inversionista y las Expectativas a corto
plazo más con el productor. En el análisis del pensamiento económico, Keynes
incorpora aspectos relevantes en el estudio de la economía tales como la
importancia de las expectativas en el consumo y la inversión, considerando que
estos constituyen un factor determinante que subyace en las variaciones de la
demanda y la producción. A su vez, ante la importancia que el consumo y la
inversión reviste para Keynes, se desarrolla la teoría del consumo considerando
las expectativas en la toma de decisiones.
Para Keynes, el desempleo o paro se produce por
insuficiencia de demanda efectiva (consumo e inversión). El problema no está en
el mercado de trabajo sino en el mercado de producción. Por tanto, el nivel de
ocupación depende, en cierto sentido, no sólo del estado actual de las
expectativas sino de las que existieron durante un determinado periodo anterior.
Así, la demanda de bienes de consumo depende de la
distribución de la renta. Los gastos de inversión dependen de la comparación
que hacen los empresarios entre el rendimiento esperado de los bienes de
producción y el tipo de interés del dinero que se fija por los mercados
monetarios. El desempleo de personas y recursos productivos se debe a una baja
relativa del consumo, por la desigual distribución de las rentas que provoca un
ahorro excesivo, y a una escasez de inversiones debida a las bajas expectativas
de beneficios y a los elevados tipos de interés. El desajuste entre el ahorro
que se realiza y el volumen de inversión que desean llevar a cabo los
empresarios es el núcleo del problema. En esta situación no existe ningún
mecanismo automático para eliminar el paro y el estado debe asumir la responsabilidad
de alcanzar y mantener el pleno empleo mediante una política apropiada. En la
visión keynesiana, la inversión es la variable clave cuyo aumento lleva a
alcanzar niveles superiores de renta nacional y de empleo en un sistema
económico. Por ello, Keynes era un decidido partidario de aumentar las
inversiones públicas, incurriendo si era preciso en déficit presupuestarios.
Cuando las expectativas son pesimistas, la política
monetaria es ineficaz. Y cuando son muy negativas, es decir, cuando se cae en
la famosa “trampa de la liquidez” llega a ser incluso nula. Precisamente sobre
la perdida de la confianza en la política monetaria Keynes desarrolló la
política fiscal, el gobierno debe invertir en gasto público (que no depende en
gran medida de las expectativas de la gente) y de este modo desbloquear el
sistema y aumentar el empleo y el PIB.
Por último, debemos decir que la introducción del rol
que juegan las expectativas en la teoría y el análisis económico ha
revolucionado la macroeconomía moderna. La teoría económica logra explicar
mejor el fenómeno macroeconómico con una determinada teoría de formación de
expectativas que sin ella. Sin embrago, para llegar a un estado de comprensión
total del fenómeno económico en este campo, resta aún mucho por hacer. Es por
ello que el análisis de las expectativas y el proceso de su formación tiene que
ocupar un papel central en la labor de los economistas en los próximos años.
BIBLIOGRAFÍA
Keynes, John Maynard. Teoría General de la Ocupación,
el interés y el Dinero. Fondo de Cultura Económica. 1936.
Piqué Camps, Josep; Tugores Ques, Juan. (1984). En
torno a Keynes, las expectativas y el control de la inversión algunos
comentarios desde la perspectiva actual (I). Cuadernos de Economía 12.34:
293-307. http://hdl.handle.net/10486/5598
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