El autor de la “Teoría General Del Empleo, El Interés Y El Dinero” John Maynard
Keynes nos propuso soluciones ante déficits en la economía nacional. Miguel
Aponte nos plantea durante su documento el punto de vista desde el ámbito
liberalista y desde la perspectiva keynesiana; el objetivo de este texto es dar
a conocer cómo desde las estrategias planeadas en la teoría general de Keynes
se puede mantener el orden del empleo y el crecimiento, y asimismo como la
inclusión del Estado es fundamental en déficits económicos.
El crecimiento económico se ve afectado ya
sea por el bajo consumo, la poca inversión y a su vez la alta tasa de
desocupación, las teorías económicas intentan conservar la estabilidad sobre el
empleo, los precios y el crecimiento, debido a que están totalmente asociadas
entre sí. El liberalismo nos plantea que es el mismo mercado quien se regulará,
concluyendo que el Estado no deberá influir o aportar ayuda; de forma tal que
el mercado se ve desde el equilibrio (O=D) y será el encargado de devorar
cualquier desnivel, por consiguiente, deja que en cierto modo los riesgos que
implica la autorregulación vaya eliminando a quienes no son capaces de
permanecer en el mercado, por su poca competitividad.
Sin embargo, La economía está llena de
variables que se ven reflejadas en el PIB (Producto Interno Bruto) que en
última instancia será igual a la Demanda Agregada (DA) y al Ingreso (Y), siendo
así el problema de desocupación según Keynes se debe a una DA decreciente,
involucrando para su solución métodos unificados de la política fiscal y
monetaria.
Desde los teóricos anteriores a Keynes se
trataba de proponer factores flexibles de tal forma que según ellos al bajar
salario incremente el empleo, por ejemplo. Las propuestas como estas se deniegan
desde la teoría keynesiana ya que las soluciones proporcionadas estaban sobre
una base de equilibrio y pleno empleo que tanto Keynes y Aponte ven como una
situación no real en el mundo económico, exponiendo así que una baja en la tasa
impositiva podría ser una gran solución puesto que el consumidor tendrá un
nivel más alto de ingreso disponible y asimismo incrementara el consumo, aunque
este no suba en la misma proporción del ingreso.
Lo que estos autores liberalistas sugerían
era lograr que los gatos y el ingreso fueran iguales, haciendo que en estricto
sentido la oferta produjera su propia demanda de manera que este hecho no se viera
perjudicado debido a que el dinero no fluctuaba y por lo tanto los precios
tampoco lo harían (teoría cuantitativa del dinero) y de esta forma el dinero no
sería ni escaso ni cuantioso.
No obstante, los precios desde la
posición keynesiana si varían a causa de su movimiento no solo macroeconómico
sino también microeconómico conllevando a salarios reales bajos, canastas
familiares más pequeñas, poco consumo.
De ello resulta necesario decir que es
erróneo pensar que la regulación económica y el crecimiento se dará gracias a
un mercado en equilibrio que no existe, además de ello ratificar la importancia
que tiene para las economías en crisis la intervención del Estado, dado que en
estos casos las inversiones decrecen por el alto riesgos y los empresarios
suelen inclinarse hacia la liquidez, de este modo el estado proporciona
inversiones levantando a las economías y redirigiéndolas.
BIBLIOGRAFÍA:
Aponte,
M. (2013). Keynes y el equilibrio general:
aproximación a la teoría económica. Venezuela: Universidad Central de Venezuela. Recuperado de: https://www.academia.edu/4256089/Keynes_y_el_equilibrio_general_aproximaci%C3%B3n_a_la_teor%C3%ADa_econ%C3%B3mica
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