Carlos Daniel Perez Chamorro
Disminuir la pobreza es importante porque una distribución más equitativa del ingreso puede estimular el crecimiento económico. Keynes argumentaba que redistribuir parte del ingreso de los ricos entre los pobres aumentaría el consumo, lo cual a su vez elevaría la producción e impulsaría el crecimiento económico. Además, consideraba que el desempleo, que es una causa directa de pobreza, no solo representa un desperdicio económico, sino que también conlleva problemas sociales y de salud. Por lo tanto, para Keynes, abordar la pobreza no solo era una cuestión de justicia social sino también una estrategia económica clave para el desarrollo de una sociedad. Para comprender este punto desde la vista de Keynes podemos ver como el efecto multiplicador de Keynes explica cómo la redistribución del ingreso puede tener efectos positivos en la economía. El efecto multiplicador se refiere a la idea de que un aumento en el gasto ya sea por consumo, inversión pública o privada, tiene un efecto multiplicador en la producción y el ingreso nacional. En este caso, Keynes argumenta que, al redistribuir parte del ingreso de los ricos hacia los pobres, aumentaría el consumo de estos últimos. Este aumento en el consumo generaría una mayor demanda de bienes y servicios, lo que a su vez estimularía a las empresas a aumentar su producción para satisfacer esa demanda adicional.
En términos prácticos, el efecto multiplicador de Keynes se vería de la siguiente manera en este contexto: Se redistribuye parte del ingreso de los ricos hacia los pobres. Los pobres, al tener más ingresos disponibles, aumentan su consumo de bienes y servicios. Las empresas, al ver aumentar la demanda de sus productos, aumentan su producción. Este aumento en la producción requiere más mano de obra, lo que puede reducir el desempleo. Con menos desempleo, hay más personas con ingresos para consumir, lo que continúa el ciclo del efecto multiplicador. El efecto multiplicador de Keynes muestra cómo un cambio en el gasto, en este caso, a través de la redistribución del ingreso para disminuir la pobreza, puede tener efectos positivos en el crecimiento económico al estimular la producción y el empleo.
Keynes enfatiza que los bancos son fundamentales en la creación endógena del dinero y que sus acciones influyen en el valor del multiplicador a lo largo del ciclo de producción. Se sugiere que la disponibilidad de crédito bancario y las expectativas positivas de los bancos son cruciales para que los gastos del gobierno generen un proceso multiplicador. Además, se plantea que la política fiscal debe adaptarse a las condiciones del ciclo económico, ya que la actitud de los bancos hacia el crédito puede variar según el contexto económico. En resumen, se destaca la importancia de considerar el sistema bancario en el análisis del multiplicador Keynesiano y en la formulación de políticas económicas efectivas.
Al recuperar argumentos postkeynesianos ignorados, se busca fortalecer el contexto teórico para la formulación de políticas fiscales efectivas. Analizando cómo el multiplicador puede ser igual a la unidad en un periodo de producción, pero su valor puede aumentar en múltiples periodos, dependiendo de la participación del sistema bancario en la renovación y expansión del crédito. Se concluye resaltando la relevancia del sistema bancario en la influencia del multiplicador y se sugiere que comprender esta relación puede tener implicaciones significativas en la política económica, especialmente en tiempos de crisis.
La teoría keynesiana reconoce el papel fundamental que desempeña el sistema bancario en la creación endógena del dinero y en la provisión de crédito necesario para impulsar la producción y el consumo. Esta visión contrasta con la teoría económica convencional, que generalmente considera el dinero como una variable exógena determinada por las autoridades monetarias.
Para Keynes, los bancos tenían la capacidad de crear dinero a través del otorgamiento de créditos, lo que constituía una fuente esencial de financiamiento para la actividad económica. Esta creación endógena de dinero permitía a los bancos satisfacer la demanda de crédito de los agentes económicos, lo que a su vez impulsaba la inversión, el consumo y, en última instancia, el crecimiento económico.
Keynes argumentó que la producción no puede ocurrir sin asegurar el crédito necesario, lo que vincula directamente al sistema bancario con el multiplicador keynesiano. El multiplicador keynesiano describe el efecto amplificador que tienen los cambios en la inversión o el gasto público sobre el ingreso nacional. Cuanto mayor sea el multiplicador, mayor será el impacto de un aumento en la inversión o el gasto público sobre la actividad económica.
La disponibilidad de crédito bancario es un factor clave que determina la magnitud del multiplicador. Si los bancos están dispuestos a prestar y a satisfacer la demanda de crédito, el efecto multiplicador de un aumento en la inversión o el gasto público será mayor, ya que permitirá un mayor nivel de producción y consumo en la economía. Por el contrario, si los bancos restringen el crédito, el efecto multiplicador se verá limitado.
Esta visión keynesiana del sistema bancario y su relación con el multiplicador resalta la importancia de una intervención activa del gobierno y del sector bancario para estimular la demanda agregada y promover el crecimiento económico, especialmente en momentos de crisis. Keynes abogaba por políticas fiscales expansivas, como el aumento del gasto público en obras públicas o la reducción de impuestos, para impulsar la demanda agregada y generar empleo.
Sin embargo, Keynes reconocía que estas políticas fiscales solo serían efectivas si iban acompañadas de una participación activa del sistema bancario para proveer el crédito necesario para financiar la inversión y el consumo adicionales. De esta manera, la intervención coordinada del gobierno y los bancos podría generar un efecto multiplicador más significativo y promover una recuperación económica más sólida (Rochon, 2009 )
Una de las contribuciones clave de los postkeynesianos ha sido el reconocimiento de la endogeneidad del dinero y del crédito bancario en el proceso de crecimiento económico. Argumentan que el sistema bancario no solo responde a la demanda de crédito, sino que también puede influir en la oferta de crédito y, por lo tanto, en la actividad económica.
Desde esta perspectiva, los bancos tienen la capacidad de crear dinero a través de la concesión de préstamos, lo que implica que el suministro de crédito no está simplemente limitado por los depósitos existentes. Esta visión desafía la noción convencional de que los bancos actúan como simples intermediarios financieros que canalizan los ahorros hacia la inversión.
Los economistas postkeynesianos también han analizado el impacto de la preferencia por la liquidez de los bancos en el suministro de crédito y, por lo tanto, en el multiplicador. Si los bancos tienen una alta preferencia por la liquidez, tenderán a restringir el crédito, lo que limitará el efecto multiplicador de los estímulos fiscales o de la inversión privada (Thirlwall*, 2007 )
Otra contribución importante de los postkeynesianos ha sido el análisis de la distribución del ingreso y su impacto en el multiplicador. Argumentan que una mayor desigualdad en la distribución del ingreso puede reducir el multiplicador, ya que los hogares de mayores ingresos tienden a ahorrar una mayor proporción de su ingreso en comparación con los hogares de menores ingresos. Esto reduce el efecto multiplicador del gasto, ya que una mayor parte del ingreso adicional se destina al ahorro en lugar de al consumo.
En resumen, la disminución de la pobreza no solo es una cuestión de justicia social, sino también una estrategia económica clave según Keynes. Redistribuir el ingreso hacia los más necesitados estimula el consumo, aumenta la demanda agregada y fomenta la producción, generando un ciclo virtuoso de crecimiento económico, empleo y bienestar social. Integrar las perspectivas keynesianas y postkeynesianas, especialmente en relación con el sistema bancario y la endogeneidad del dinero, enriquece el análisis del efecto multiplicador y puede informar políticas más efectivas para abordar la pobreza y promover un desarrollo económico sostenible e inclusivo.
Bibliografía
Rochon, L.-P. (2009 ). Multiplicador Keynesiano, Crédito . Colombia : http://dx.doi.org/10.22201/fe.18701442e.2009.4.23051.
Thirlwall*, A. P. (2007 ). La relevancia actual de Keynes: el desempleo en los países ricos y pobres. Scielo .
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