María Alejandra García Quiroz
El artículo analiza como Colombia podría enfrentar seis años consecutivos (2020-2025) con
déficits fiscales superiores al 4% del PIB, según proyecciones del FMI y el Ministerio de
Hacienda. En 2024, el déficit alcanzó el 6.7% del PIB, impulsado por bajos ingresos
tributarios, alto gasto público y una economía creciendo solo al 1.7%. Para 2025, se espera
un déficit del 4.6% y una deuda del 61.3% del PIB, con un plan de emisión de deuda interna
por 68.8 billones de pesos. El FMI destaca la necesidad de una reforma tributaria estructural
para aumentar ingresos, mientras el crecimiento de sectores como agricultura (5.5%) y
administración pública (5.3%) evitó una recesión técnica en 2024, y, el cumplimiento de la
regla fiscal en 2025 requeriría ajustes significativos, lo que genera tensiones con la
necesidad de estimular la economía.
Según el artículo, el déficit fiscal en 2024 alcanzó el 6.7% del PIB, superando la meta del
5.6% establecida en el Marco Fiscal de Mediano Plazo, esto desde una perspectiva
keynesiana, déficits fiscales elevados pueden ser justificables en periodos de bajo
crecimiento económico, como el 1.7% registrado en 2024, ya que el gasto público compensa
la baja demanda privada. El artículo destaca que sectores como la administración pública y
la agricultura impulsaron el crecimiento del PIB, lo que sugiere que el gasto estatal ha
actuado como un estabilizador contra cíclico, evitando una recesión más profunda, de esta
forma, el aumento del gasto público, incluso a costa de un mayor déficit, es coherente con
la teoría keynesiana, que prioriza el mantenimiento del empleo y la actividad económica
sobre el equilibrio presupuestario inmediato.
Keynes sostiene que el gasto público genera un efecto multiplicador en la economía,
especialmente en contextos de capacidad no utilizada; en Colombia, el crecimiento del PIB
en el primer trimestre de 2024 (0.7%) fue impulsado por sectores ligados al gasto estatal,
como la administración pública (5.3%) y la agricultura (5.5%) lo que indica que la inversión
pública está dinamizando ciertos sectores, lo que podría tener efectos positivos en el
empleo y el consumo, pero teniendo en cuenta el bajo crecimiento general (1.7% en 2024)
sugiere que el multiplicador puede estar limitado por factores como la alta dependencia de
los ingresos petroleros, la debilidad del sector privado y la incertidumbre política.
Aunque el keynesianismo no considera el equilibrio presupuestario como un objetivo
prioritario en el corto plazo, reconoce que déficits fiscales prolongados pueden generar
problemas si la deuda pública se vuelve insostenible. En 2024, la deuda pública bruta
alcanzó el 61.3% del PIB, y el Comité Autónomo de la Regla Fiscal (CARF) advirtió que
Colombia incumplió la regla fiscal, con un balance primario neto estructural de -1.8% del
PIB frente al límite de -0.2%. esto eleva el costo del financiamiento externo y la prima de
riesgo país, lo que puede desplazar la inversión privada al aumentar las tasas de interés.
Desde un enfoque keynesiano, el gobierno debería gestionar este riesgo priorizando el
crecimiento económico para reducir la relación deuda/PIB en el mediano plazo, en lugar de
aplicar ajustes fiscales drásticos que podrían deprimir aún más la demanda agregada, por
ejemplo, el artículo menciona que el gobierno planea emitir deuda interna por 68.8 billones
de pesos en 2025, lo que puede ser una estrategia válida si los recursos se destinan a
proyectos con alto retorno económico.
Los déficits fiscales superiores al 4% del PIB en Colombia durante seis años no son
intrínsecamente negativos, ya que han permitido sostener la demanda agregada en un
contexto de bajo crecimiento y shocks externos, pero la sostenibilidad fiscal, requiere una
reforma tributaria estructural y un enfoque estratégico en el gasto público para maximizar
el multiplicador keynesiano; es necesario balancear el estímulo económico con medidas
que fortalezcan los ingresos del Estado, evitando ajustes de austeridad que podrían
profundizar la desaceleración económica. El gobierno debe priorizar el crecimiento
inclusivo y el empleo, alineándose con las metas de desarrollo social y económico de largo
plazo
Articulo base:
https://www.larepublica.co/economia/colombia-podria-completar-seis-anos-
consecutivos-con-deficits-fiscales-superiores-a-4-4124347
Otras fuentes:
https://www.larepublica.co/economia/deficit-fiscal-y-deuda-publica-en-colombia-
4114143
https://www.portafolio.co/economia/crecimiento/como-va-el-deficit-fiscal-de-colombia-
con-corte-a-agosto-del-2024-615925
https://www.reuters.com/latam/negocio/3HDMK3OWSZN3XNQG3TKQY3LCRA-2025-02-
El ensayo de María Alejandra plantea una reflexión clave sobre la situación fiscal de Colombia desde una mirada keynesiana. Es especialmente valioso cómo se justifica el déficit como una herramienta contra cíclica, en momentos de bajo crecimiento, subrayando que el gasto público ha evitado una recesión técnica. El texto reconoce, sin embargo, que el keynesianismo no desconoce los riesgos de una deuda pública creciente, lo cual da equilibrio al análisis. Me parece muy acertado el llamado a priorizar el crecimiento y el empleo, sin caer en ajustes de austeridad que podrían ser contraproducentes.
ResponderBorrarInteresante el análisis, Colombia esta experimentando un buen crecimiento economico segun reportes de Bancolombia y se estima que siga mejorando, seria un buen punto para mirar hacia una reduccion del gasto publico de forma progresiva ya que si este se sigue acumulando tambien puede generar problemas economicos
ResponderBorrarEl texto ofrece un análisis bien fundamentado sobre el déficit fiscal en Colombia desde una perspectiva keynesiana, resaltando cómo el gasto público puede actuar como un mecanismo para sostener la economía en contextos de bajo crecimiento. Se logra explicar de manera clara que según Keynes, los déficits no son necesariamente negativos si permiten mantener la demanda y evitar una recesión. Además, plantea de forma acertada la tensión entre la necesidad de estimular la economía y la importancia de mantener la sostenibilidad fiscal en el mediano plazo. El texto también destaca puntos clave como el rol del Estado en sectores estratégicos y la necesidad de una reforma tributaria estructural, lo cual enriquece el enfoque y lo hace relevante para el debate actual. En conclusión, es un aporte valioso que combina la teoría económica con la realidad fiscal del país de modo comprensible y argumentado.
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