En los primeros meses de 2025, la economía colombiana ha mostrado señales de
precaución en el comportamiento de los hogares, especialmente en lo que respecta al
consumo. Siguiendo un informe reciente de la firma Raddar, durante enero de 2025 el
gasto de los hogares en Colombia creció a $93 billones, lo que representa un crecimiento
del 6,33% en términos nominales y un incremento real del 1,05% frente al mismo mes
del año anterior. Aunque se evidencia una variación positiva, el ritmo de crecimiento ha
sido moderado y refleja una tendencia a la desaceleración del consumo. Este fenómeno
puede ser analizado mediante la teoría económica de John Maynard Keynes,
específicamente a través del concepto de la propensión al consumo.
Keynes en su obra, propuso que el nivel de consumo de los hogares no crece al mismo
ritmo que el ingreso. A medida que las personas incrementan su ingreso, tienden a gastar
una parte y a ahorrar otra. Esta idea se formaliza en la propensión marginal a consumir
que indica cuánto se consume de cada unidad adicional de ingreso. En tiempos de
incertidumbre económica, como los que actualmente enfrenta Colombia, los hogares
pueden optar por ahorrar una mayor proporción de su ingreso, lo que reduce la PMC y
junto a esto el impulso que el consumo le da a la economía. Keynes argumentó que una
caída en el consumo puede generar un círculo vicioso en el que disminuyen la
producción, el empleo y el ingreso, agravando la desaceleración económica.
La noticia del crecimiento moderado en el gasto de los hogares colombianos puede ser
interpretada como un indicio de que la PMC está disminuyendo. Factores como el
aumento de tarifas en transporte, educación y arriendos, así como el ajuste de los
presupuestos familiares tras la temporada navideña, han hecho que los hogares adopten
una postura más conservadora respecto al gasto. Esta conducta tiene implicaciones
macroeconómicas: si el consumo se ralentiza, la demanda agregada también lo hace, lo
que puede generar un freno en la producción y en la creación de empleo.
Otro concepto clave en la teoría keynesiana que resulta relevante en este análisis es el
multiplicador, este concepto indica que un cambio en el gasto autónomo como el gasto
del gobierno o la inversión provoca un cambio mayor en el ingreso total de la economía.
En este contexto, si el gasto de los hogares se desacelera, el efecto multiplicador también
se debilita, reduciendo la efectividad de otros estímulos económicos. Por esta razón,
Keynes sostenía que el Estado debía intervenir activamente para estimular el gasto
cuando el sector privado se mostraba reticente a hacerlo.
Desde esta perspectiva, el papel del gobierno colombiano se vuelve fundamental. Las
políticas fiscales expansivas, como el aumento del gasto público en infraestructura,
subsidios o transferencias directas, pueden compensar la caída del consumo privado y
estimular la economía.
A pesar del crecimiento económico moderado, los niveles de confianza del consumidor
siguen siendo frágiles, y la incertidumbre económica persiste. Esto refuerza la idea
keynesiana de que, ante una disminución en la propensión al consumo y una posible
parálisis en la inversión, es el Estado quien debe actuar como motor de la demanda
agregada para mantener el empleo y el crecimiento económico. La teoría keynesiana nos
recuerda que el consumo es un motor fundamental de la economía y que una disminución
en la propensión a consumir puede tener consecuencias profundas en el crecimiento.
Conceptos como la PMC, el multiplicador siguen siendo herramientas vigentes para
interpretar la realidad económica actual.
Por último, no debe pasarse por alto el papel de la desigualdad. Aunque Keynes no
menciono esto de forma directa, sus ideas nos permiten interpretar cómo una distribución
más equitativa del ingreso puede aumentar el consumo agregado. Los hogares de
menores ingresos tienden a tener una PMC más alta, por lo tanto, transferencias o
incrementos salariales en este grupo pueden generar un mayor efecto multiplicador que
recortes fiscales a los más ricos. En conclusión entender la propensión al consumo como
un fenómeno ligado al ingreso, la confianza nos muestra que en tiempos de
incertidumbre, esperar que el mercado resuelva por sí solo puede resultar en un
estancamiento prolongado. Por ello, una respuesta decidida y estratégica del Estado
puede marcar la diferencia entre una recuperación
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