Juan David Dorado
En el presente ensayo, analizaremos el artículo de Cesar Duarte titulado "Políticas monetarias no
convencionales en Estados Unidos: La trampa de la liquidez en la economía contemporánea", donde
se explora la interacción entre este tipo de políticas y el fenómeno de la trampa de la liquidez,
ubicándose en el periodo 2007-2008 de la crisis financiera.
Es esencial comenzar con una definición clara del concepto de "trampa de la liquidez". En términos
simples, la trampa de la liquidez describe una situación en la que la tasa de interés se encuentra
cercana a cero, lo que lleva a una preferencia absoluta por la liquidez entre los individuos. En este
escenario, las políticas monetarias convencionales se vuelven ineficaces para estimular el consumo
y la inversión, ya que el control sobre la tasa de interés se pierde.
“Hay la posibilidad de que tan pronto como la tasa de interés ha bajado a cierto nivel, la preferencia
por la liquidez pueda volverse virtualmente absoluta en el sentido de que casi todos prefieren
efectivo a conservar una deuda que da una tasa de interés tan baja.” (Keynes J. M., Teoría general
de la ocupación, el interés y el dinero, 2003, p. 207)
Durante la crisis de 2007-2008 en Estados Unidos, la teoría económica predominante, a menudo
asociada con el enfoque "clásico", demostró su incapacidad para responder efectivamente a la crisis.
Aquello llevó a la adopción de medidas keynesianas, centradas en su piedra angular la “política
fiscal”. Sin embargo, dado el enorme gasto público asociado con estas medidas, se delegó gran
parte del peso de la recuperación económica a la Fed.[Reserva Federal]
La Fed implementó políticas monetarias no convencionales ante la falta de efectividad de sus
soluciones previas a la crisis de realzar cambios en la tasa de interés de manera estándar bajo el
modelo Taylor. La primera política poco convencional fue establecer una tasa de interés negativa, lo
que significaba fijarla en un nivel entre el 0.00% y el 0.25%. Acción que en la práctica implico que
aquellos que depositaran reservas en el banco central incurrirían en costos, pese a esta política, los
resultados no fueron los esperados.
Ante la persistente ineficacia de la política de tasas de interés, la Fed recurrió al "Quantitative
Easing" (QE), que consistía en la compra de valores en el mercado para reducir las tasas de interés y
aumentar la oferta monetaria, esto con ayuda de intermediarios financieros. Se esperaba que estos
cambios en las condiciones financieras estimularan la producción y el empleo, al tiempo que
controlaban la inflación. Sin embargo, la efectividad de estas políticas fue motivo de debate, con
algunos elogiando la capacidad del banco central para responder a la crisis, mientras que otros
cuestionaban si el objetivo real era simplemente rescatar las ganancias financieras.
Las políticas no convencionales se basaban en dos elementos principales: la tasa de interés y las
inyecciones de capital. Aunque estos instrumentos han sido utilizados históricamente, su aplicación
en este contexto fue novedosa. En el caso de Estados Unidos, que seguía un enfoque basado en la
regla de Taylor, los niveles negativos de la tasa de interés eran inusuales. Del mismo modo, las
inyecciones de capital tenían como objetivo, no reducir la tasa de interés, puesto que no podían más
de lo que ya estaban, sino proporcionar recursos a los intermediarios financieros para influir en
variables que pudieran afectar la producción y el empleo.
En su momento La Fed y el BIS (banco de pagos internacionales) realizaron un análisis sobre el
comportamiento resultante de dichas políticas, que pese a que descifraba el comportamiento que la
trampa de la liquidez describía, no adjudicaron el problema al concepto, pues en dicho análisis
alejaron la interpretación de las ideas keynesianas, partiendo de que recurrieron exclusivamente a
mirar los factores económicos, como lo fueron el costo de mantener el dinero y las ganancias que
los intermediarios financieros pudieran tomar, con el fin de explicar los niveles tan mínimos de la
tasas de interés. Así mismo se argumentaba que el concepto pese a la concordancia que tenía, estaba
fuera de lugar, puesto que estaba afiliado a un definido contexto histórico, ya que se originó en un
momento en el que la autoridad monetaria podía controlar la tasa de intereses mediante solo la
emisión monetaria. Siendo que al centrarse en esos dos aspectos ignoraban el factor fundamental de
la trampa de la liquidez y del análisis keynesiano: Las expectativas.
Pues en principio y al estar influenciados por los fundamentos teóricos de la escuela económica
predominante “la clásica”, partían de un contexto de expectativas racionales, lo cual hacia que las
autoridades monetarias ignoraran el papel de las expectativas irracionales que basado en los hechos,
Era que los agentes al tener las previsiones sobre el futuro y cometer los errores al predecir tenían
cierta resiliencia a la hora de mirar una perspectiva de crédito, puesto que estaban es una escena de
miedo constante a la quiebra, era este el factor clave para explicar la falta de respuesta de los
individuos frente a las tasas de interés bajas, casi negativas que estaban teniendo.
Así mismo los intermediarios financieros (bancos) tampoco tenían mínimo interés en proveer
facilidades de crédito, pues considerando la racionalidad, bajo dicha tasa de interés casi negativa no
compensaba dar créditos, pese a que estos créditos pudieran significar un estímulo en la inversión,
que llevara a un estímulo de la producción y del empleo. La Fed en principio al notar dicho
problema busco obligarlos a dar facilidades, no obstante, era casi imposible, puesto que la liquidez
que entraba en el sistema financiero, se quedaba en el sistema financiero.
Por lo que en principio el problema de la efectividad de las medidas poco convencionales contra la
crisis, basado en la política monetaria implementadas por la Fed, según Duarte radicaba en la
ignorancia del papel de las expectativas de los agentes y del concepto total de la trampa de la
liquidez, donde adjuntándole la misma noción, estaban las expectativas de los intermediarios
financieros, que con la desregulación a finales de los ochenta, ostentaba un poder en detrimento con
el de las autoridades monetarias.
En principio en algo que difiero en lo que duarte postula, es en considerar como verídico una
ignorancia de parte de la Fed, del papel de las expectativas frente a la toma de decisiones de los
agentes individuales, puesto que, frente a las bajas tasas de interés, sean o no irracionales las
expectativas de los individuos, un crédito en dicho caso es bastante tentador, más aun cuando se
consideraría el hecho de estar en un estado de irracionalidad donde cualquier puerta abierta al
crédito, aseguraba una disminución en el miedo de estar en la quiebra en el momento presente,
entonces ciertamente las políticas por la Fed estaban bien encaminadas, ya fuera que consideraran
las expectativas racionales e irracionales, el individuo tenía una gran probabilidad de actuar afín a la
idea de un crédito, el problema en cuestión el cual acierta bastante bien es en que ignoraron el poder
que ostentaban los intermediarios financieros, así como la tardía compresión de estar en un estado
de trampa de la liquidez, pues si bien las señales enviadas por las autoridades monetarias era de
estimular el crédito, simplemente los intermediarios decidían que no era la opción adecuada para
sus objetivos, por lo que sus medidas en vez de buscar salvar la economía, estaban era salvando las
ganancias financieras mediante las inyecciones de capital y el “Quantitative Easing”.
El ignorar el concepto de la trampa de la liquidez tuvo sus implicaciones, puesto que al ignorarlo se
permitió que se diera uso de dichas políticas no convencionales que llevaron las tasas de interés al
cero absoluto, ya que en principio de haberse considerado y aceptar que se estaba en un estado de
trampa de la liquidez, hubieran seguido con las implementaciones de la política fiscal, que en
principio es considerada como la única salida de la trampa de la liquidez.
Por lo que en principio el hecho de que el problema de la crisis del 2007-2008 se agravara mediante
el error de las políticas no convencionales, partía del hecho de tener una visión unilateral de la
política económica, no era recomendable, pese al miedo de un gasto publico elevado, abandonar de
manera definitiva la política fiscal, pues eso solo significo que cayera de manera absoluta el peso de
la recuperación, en manos de la política monetaria, sin que consideraran una reconfiguración de la
política fiscal, sino más bien de manera directa la transformación de la política monetaria, que para
el caso de los Estados Unidos iba a seguir igualmente limitada de actuar frente a los intermediarios
financieros que en principio debían controlar, lo que hacía que se estuviera en un estado de trampa
de la liquidez cuasi permanente sin la ayuda de la política fiscal.
“La política monetaria es efectiva para manejar el nivel de precios, sin embargo, es inútil para el
estímulo de la producción y el empleo”. (Duarte, C, F. 2011)
Bibliografía.
Duarte, C. (2021). Políticas monetarias no convencionales en Estados Unidos. La trampa de la liquidez en la
economía contemporánea. Ola Financiera, 14(38),
133–154. https://doi.org/10.22201/fe.18701442e.2021.38.79220
No hay comentarios.:
Publicar un comentario