jueves, 11 de octubre de 2018

La decadencia del mercado, de los neoclásicos a los institucionalistas, ¿una oportunidad para el Estado de bienestar keynesiano?


Julián Andrés Palacios
Desde la llegada del antropoceno, era en que los humanos generaron un impacto significativo de la biosfera, el hombre comenzó a apropiarse de los vastos yacimientos de riqueza natural que le proveía la tierra. Dejando el nomadismo y dando paso al sedentarismo, la agricultura tomó papel preponderante dando una explosión demográfica sinigual. No solamente el desarrollo agrario permitió la reproducción de la vida, sino que también mejoró las condiciones de ella. Los seres humanos al suplir sus necesidades básicas quedaban con un producto excedente en las manos, tal residuo fue comercializado con otros hombres produciéndose la institución fundamental de la vida económica que persiste hasta nuestros días; el mercado.
¿Cómo funciona el mercado para los neoclásicos? Para entenderlo es menester acudir a uno de sus mayores defensores, un intelectual ferviente opositor del keynesianismo, Friedrich Hayek. Según Hayek (1945/1999) la sociedad enfrenta un problema económico que no puede ser solucionado a través de un sistema de planificación centralizada; este problema radica en que la economía cambia constantemente, enfrentadose la sociedad ante la incapacidad de responder a tiempo contra a las coyunturas que surgen de forma acelerada.  Frente a esto el autor establece, que el conocimiento “nunca existe de forma concentrada o integrada sino como fragmentos dispersos de conocimiento incompleto y frecuentemente contradictorio, que los individuos poseen por separado” (Hayek, 1945/1999, p.333). Con pie en la proposición anterior, Hayek ha arremetido fuertemente contra el Estado, especialmente contra los régimenes totalitarios de corte izquierdista, pues él establece que el conocimiento concreto y especializado no puede coordinar sistemas de alta complejidad como es el mercado. Parafraseando a  Hayek (1945/1999), el sistema de mercado se basa en indicadores (precios), los cuales modulan la distribución de recursos a través de diversos incentivos que permiten un abanico amplio de elecciones. Aquí los precios sirven de coordinadores de las acciones humanas, es conocimiento individual y a la vez disperso que se transmite eficientemente entre cada uno de los agentes del mercado, por lo tanto el sistema de precios es un mecanismo de transmisión de información.
Es imposible negar las virtudes del mercado, pero consideramos que la escuela neoclásica es idealista, pues su nivel abstracción simplifica en demasía un sistema que es ininteligiblemente complejo. Los supuestos fundamentales en que se basan los neoclásicos son el equilibrio, la competencia perfecta, el conocimiento completo de la información y comportamiento racional de los agentes. Todo ello apuntando a un concepto tan retrógrado como el de la mano invisible; Claro, en palabras más especializadas, pero siendo lo mismo. Morales (1997) hace explícita una crítica constructiva trayendo a colación el institucionalismo como alternativa heterodoxa al entendimiento de los mercados. Los neoclásicos pecan de tomar toda influencia social como exógena, los institucionalistas hacen lo contrario, ponen a la institución como el meollo del asunto. Ellos afirman que el comportamiento económico de los agentes y el intercambio son afectados por valores, tradiciones y leyes (las instituciones endógenas). El mercado es una institución relevante sin ser la única en el momento de la asignación de recursos, pues demás instituciones colaboran en ello. Si no, tomemos en cuenta el amor de una madre, que le brinda todos los días un riquísimo desayuno a su hijo, obviamente hay una transacción por alimentos, pero la motivación no fue una maximización de la utilidad, lo hizo pensando en su hijo; quizá no pensó en los precios sino en prepararle su comida favorita. En fin, vemos como lo económico queda relegado a un segundo plano.
El institucionalismo y neoinstitucionalismo plantean una realidad a nuestro parecer muy verosímil,  las transacciones no son gratuitas ya que existen contratos de por medio; existen derechos de propiedad que coordinan la actividad económica, siendo la información incompleta, imperfecta y costosa procesada por individuos de racionalidad limitada en un entorno de incertidumbre. Los mercados funcionan muy diferente al modelo neoclásico pues el equilibrio es un estado excepcional; el bienestar individual y social no siempre se corresponden, y las instituciones son fundamentales en la explicación, la coordinación y el intercambio. Morales (1997) concluye que ante un mercado imperfecto se hacen necesarias instituciones que reduzcan los costos de transacción y guíen a la economía a buen funcionamiento, equiparando intereses colectivos e individuales.
Ante la crisis que enfrenta el mercado cabe revaluar la teoría keynesiana, creo que uno de sus postulados claves, el estado de bienestar puede ofrecernos solución ante la debacle acontecida. El Estado de bienestar keynesiano surge como garante de la protección y equidad de los ciudadanos. Entendamos al Estado de bienestar como un conjunto de instituciones que garantizan la cohesión social, y es deber ante un mercado que propende a fallas, regularlo. Quizá el derecho más preciado del ser humano sea la libertad, por ello nunca debe ser violado, no obstante la libertad no debe sobrepasar los demás derechos de los ciudadanos; es ahí donde mercado y Estado deben pactar. Sen (1999/2000) plantea como mecanismo de desarrollo la equidad en la distribución de las libertades, basado en generar capacidades humanas sobre las rentas. Lo que podemos aprender de Sen, es valorar las ventajas de la libertad de poder intercambiar en un mercado; un mercado donde eficiencia no es igual a equidad. Ante ello el Estado de bienestar surge como regulador de la distribución, no sólo del ingreso, sino de oportunidades que se conviertan en capacidades, derivando en rentas y bienestar.
Bibliografía
Hayek, F. (1945/1999). El uso del conocimiento en la sociedad. Bogotá; Cuadernos de economía, Universidad Nacional de Colombia. Volumen 18. Número 30.
MORALES, Fabio. (1997). Eficiencia e Intercambio. Corriente Neoclásica, Institucionalismo y Neoinstitucionalismo”. Bogotá; Cuadernos de Economía. Universidad Nacional de Colombia. Volumen XVI. Número 26.
SEN, A. (1999/2000). Desarrollo y Libertad. Editorial Planeta. 1ª. Edición en español (2000). Santafé de Bogotá. “Introducción: El Desarrollo como Libertad”; Capítulo 5: “Mercados, Estado y Oportunidad Social”.

La eficiencia marginal del capital


Keynes nos ha planteado durante lo recorrido de su texto las variables psicológicas que para el son cuatro la primera es la propensión marginal al consumo, la segunda son las expectativas, la tercera la eficiencia marginal de capital la cual es la que desarrollaremos en este texto y la cuarta la preferencia por la liquidez, ahora bien para poder entender la eficiencia marginal hay que tener claro que la inversión juega un papel muy importante ya que solo por medio de esta es que se va a lograr tener mejores niveles de empleo, es claro decir que esto se da cuando la inversión es en capital físico es decir cuando se invierte en la creación de una empresa.
La eficiencia marginal de capital es la igualdad en la sumatoria del valor presente y el costo de reposición del bien de capital, con esto se logra mostrar la rentabilidad del bien de capital, teniendo en cuenta lo anterior podemos decir que cuando una persona se dispone a invertir la eficiencia marginal de capital tiene un papel muy importante ya que evalúa términos necesarios para saber qué tan efectiva va a ser la inversión en capital o si es más rentable hacerla en un banco.
Para poder lograr tener el paralelo entre cual es la mejor inversión es necesario que se tenga como base los niveles de inflación o de deflación que se han tenido en el país  y así se llega a estipular lo niveles de inflación o deflación a futuro que se pueden esperar en el tiempo que se va a invertir, para poder hacer esto es necesario también conocer el comportamiento de la tasa de interés esto  para poder calcular las ganancias netas en cada año en la que se piensa hacer la inversión al tener esto podemos ver cómo va a variar las ganancias de cada año dependiendo el comportamiento idealizado en el mercado.
Para poder hacer la igualación que propone Keynes es necesario que las ganancias estimadas en valor futuro para cada año que se desea hacer la inversión se lleven al valor presente neto sumando todos estos valores se van a igualar al precio de oferta del bien de capital.
Ahora bien para comprender lo anteriormente mencionado es necesario  introducir el concepto de costo de reposición del bien de capital que no es más que el precio que basta exactamente para inducir a un fabricante al producir una unidad adicional, este también se conoce como precio de oferta del bien de capital,  conociendo lo que es el costo de reposición es que se puede igualar la sumatoria de los valores presentes netos con el costo de reposición y es aquí donde se puede ver lo que conocemos como eficiencia marginal del consumo donde se va a poder saber cuál es la mejor inversión ya que se puede hacer un paralelo entre si es más rentable hacer una inversión en capital es decir trabajando los factores de producción o hacer una inversión en un banco con una tase de interés establecida. También cabe mencionar que esto es para Keynes pues para los inversionistas se va a hacer la igualación entre el valor inicial de inversión con el valor presente neto que también se va a conocer como la eficiencia marginal del consumo.
Lo anterior lo que hace es que nos permite conocer la eficiencia marginal de capital, pero hay que tener en cuenta que esto va basado en las expectativas la cuales nos permitirán también determinar si los inversionistas van a querer invertir o no invertir ya que la eficiencia marginal del capital y la tasa de interés tiene una relación de discrepancia donde si la tasa de interés varia los que quieren invertir van a decir no hacerlo o hacerlo y es por ello que el análisis de la tasa de interés también es muy importante dentro del anterior contexto, la tasa de interés como lo dije puede intervenir  en la decisión de si se va a invertir en un bien de capital el cual si se concreta puede ayudar a generar empleos, ayudando al desarrollo de la economía, es por ello que la eficiencia marginal de capital es muy importante ya que es por medio de esta que se puede llegar a determinar qué tan favorable es para un inversionista tener bienes de capital, basado en las tendencias de inflación, deflación, precios y costos de los bienes de capital para así poder determinar el tipo de ganancia y la favorabilidad que esta le produce al inversionista.
Bibliografía
Keynes, J. 1936. Teoría General de la Ocupación, el interés y el dinero. Cap. 11 La eficiencia marginal de capital.  Fondo de Cultura económica.

Andrea Yorlady Calpa Chiran
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Propensión Marginal al Consumo en Colombia



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El consumo medio de una persona depende de la capacidad económica que el individuo posea. Lo que mide la propensión marginal al consumo, es el incremento de este consumo cuando incrementa el ingreso, en otras palabras, mide el consumismo inducido por los ingresos adicionales. Sin embargo, sabemos que a medida que se incrementa el ingreso, este no va a ser completamente gastado en el consumo y se destinará una parte al ahorro.
“El consumo de los hogares es el gasto de bienes y servicios finales comprados por la satisfacción que reportan o por las necesidades que satisfacen. El ahorro de los hogares es la parte de la renta disponible que no se gasta en consumo. El consumo es el mayor componente del PIB.” (SAMUELSON & NORDHAUS, 2006, pág. 431)
Se debe tener muy claro que el ahorro es importante para una persona pues es una reserva de dinero que se tiene en el presente que se guardará o cuidará para gastar o invertir en el futuro. Con en ahorro se puede pronosticar la autosuficiencia económica para conformar un capital, que, aunque sea pequeño, abastecerá compromisos futuros. Ahorrar nos ayuda en cierto modo a prevenir, pues la idea principal es precisamente esa, intentar guardar para cuando haga falta. El ahorro tiene como efecto secundario que pueda existir una inversión de capital a largo plazo.
En Colombia, entre los años de 1995 al 2005, el consumo de las familias tuvo una participación en el PIB del alrededor del 65%, siendo esta una cifra representativa del PIB.
En países donde el ingreso de los individuos es alto, la propensión al consumo es más baja dado que, al haber mayores ingresos, las personas pueden suplir sus gastos con una menor proporción de los ingresos y poder ahorrar el excedente. En un país como Colombia, en el que el salario mínimo legal vigente es realmente insuficiente para solventar las necesidades básicas de una familia promedio del país, la propensión al consumir es demasiado alta, ya que todos los ingresos entrantes son necesariamente consumidos sin opción a la existencia del ahorro. Peor aún, la propensión al consumir, puede llegar a ser mayor que los ingresos pues las familias se ven obligadas a hacer prestamos, desde los más pequeños hasta los más grandes, para poder cubrir sus gastos esenciales.
En el año 2017 el consumo de los colombianos creció en un 2,2%, el componente de consumo del Gobierno creció 4% en el año mencionado, frente al 2,4% reportado en 2016. El gasto de los hogares por su parte creció 1,7% mientras que, en 2016, dicho gasto aumentó 1,5%. La propensión al consumo seguirá siendo demasiado alta siempre y cuando los ingresos no den abasto con los gastos de las familias colombianas.
Somos un país con mucha desigualdad, por lo que son muy pocas las personas que pueden tener el privilegio de ahorrar e invertir el dinero en bienes de capital, entonces la inversión pudo incrementarse apenas en un 0.1%




La propensión al consumo desde la perspectiva keynesiana


John Maynard Keynes en su teoría general relaciona el nivel dado de ocupación con los productos de venta, así mismo señala dos posibles casos en los que los agentes económicos podrían destinar su ingreso y con ello la construcción de dicha relación, estos casos son el consumo y la inversión, sin embargo, si hacemos una comparación con el caso de algunos agentes económicos que habitan en países como el nuestro, refiriéndome a los recursos e ingresos limitados que en su mayoría obtiene la población podríamos decir que básicamente los niveles de ingresos apenas cubren el factor consumo y que es un porcentaje poblacional mínimo el que logra consumir e invertir, pero sigamos la línea keynesiana ‘utópicamente´ consideremos unos niveles de ingresos racionalmente racionales, valga la redundancia y la aclaración, puesto que en el sentido estricto y económico la palabra racionalidad nos lleva a centrarnos en el pensamiento neoclásico, abandonando la anterior fatídica idea, es válido ahondar en lo que Keynes plantea como propensión al consumo o aquellos factores que inciden sobre las decisiones y/o elecciones del individuo para llevar a cabo el consumo siendo este el principal objetivo de la actividad económica, considera entonces el economista a tal propensión como una variable subjetiva y un tanto psicológica que incide en el gasto y que depende del nivel de ingresos, en síntesis el consumo depende de tres factores que señala Keynes: el monto de los ingresos, las circunstancias objetivas, las necesidades subjetivas y/o inclinaciones psicológicas de los agentes.
Así pues, los individuos desde la perspectiva keynesiana tienen razones para abstenerse a gastar o reprimir el consumo, los factores objetivos clasifican aspectos como por ejemplo la restricción salarial por medio de cambios en las unidades salariales, es decir en el ingreso neto e ingreso, las  variaciones en los imprevistos de los bienes de capital que inciden en las implementaciones de nuevos tributos o en las alzas de los mismo si corresponde el capital a entidades estatales, de igual forma los cambios que la tasa de descuento pueda percibir a futuro, la tributación y las variaciones de estos a raíz de las líneas que se sigan en la política fiscal, las expectativas del nivel de ingresos presentes y futuros, todos los factores antes mencionados son claramente visibles en nuestra cotidianidad y aún más en la economía que nos rodea lo que nos lleva a estar aún mas de acuerdo con la visión del autor, el panorama que se avecina tiende a un alza en la tributación según el gobierno actual, con lo que se sobre entiende que el consumo disminuirá gradualmente. Por otro lado, los factores subjetivos o psicológicos que también logran incidir en la abstención al consumo son las precauciones y prevención que se toman frente a la posibilidad de una emergencia o necesidad futura de dinero, el cálculo, el ahorro para una futura inversión, el mejoramiento de algún aspecto de la vida a futuro, la acumulación de fortuna o  la avaricia, en conclusión siempre habrán factores que harán que los agentes económicos decidan abstenerse al consumo con lo que se presenta y se valida la teoría del grande Keynes al proponer variables psicológicas como la propensión marginal al consumo que al afirmar que con un aumento de los ingresos el consumo siempre ira en la misma vía pero con un porcentaje menor.
Referencias
Keynes, J. M. (1996). Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero. Bogóta: Fondo de Cultura Económica.



El Ahorro y la Propensión a Consumir en Función del Ingreso



Solangie Nayive Jurado

El empleo es un factor muy importante dentro de la economía, y eso Keynes lo noto muy bien por lo que dedicó gran parte de su  obra a ello. Del empleo entonces se derivan otros elementos importantes para el comportamiento económico tales como el  ingreso que a la vez conlleva a la propensión al consumo.
Dependiendo del ingreso que el trabajador reciba, además de sus acciones psicológicas será su comportamiento dentro de la economía, esto es,  la cantidad que ahorre, y la cantidad que destine al consumo. Tanto el ahorro como la propensión al consumo son elementos que se deben destacar.
Lo anteriormente mencionado, trae a contexto la siguiente pregunta; Que sucede con las acciones de un individuo que recibe un salario mínimo en Colombia o con un  trabajo  informal en  el contexto económico? Pues bien, se sabe qué. De cada 100 personas ocupadas en el campo, 88 son trabajadores informales, y muchas lo son aunque aparentemente tienen un empleador y devengan un salario.
  Ello lo traigo a colación  por el hecho de que estas personas van a tener una propensión a ahorrar muy deficiente, el nivel de sus ingresos impiden la existencia del ingreso sobre los gastos de consumo (ahorro), una persona que tiene ingresos muy por debajo de lo establecido no pensara en ahorro, el actuar de las personas frente al asunto está en función de las necesidades inmediatas. Considero que una de las variables más importantes tanto para la propensión a consumir como para el ahorro son las inclinaciones psicológicas y los hábitos que los individuos poseen.
Las personas tienden a ahorrar y consumir de diferente manera, todo dependiendo de los ingresos de cada uno, algunas personas ni siquiera podrían alcanzar a ahorrar, existen casos muy comunes donde las personas destinan absolutamente todos los ingresos al consumo debido a las necesidades, y en cierto sentido para la economía tiene  su  lado favorable, y es que no sufriría entonces el lado negativo del ahorro que propone Keynes, un estancamiento pues, un incentivo al ahorro en un momento de crisis puede agravar la crisis, ya que lleva a un menor consumo, a caída de precios, a una disminución de los beneficios empresariales y, finalmente, a un incremento en el desempleo.
Keynes ve además al ahorro como una variable  que siempre estará presente de alguna manera afectando la demanda, esto  es, que los ingresos que reciben los empresarios por la demanda de la producción dada es inferior a los costos que estos afrontan, esto es, los ingresos que reciben  los trabajadores. O sea, que parte de ese ingreso que  reciben los trabajadores es ahorrado. Lo cual ciertamente no sucede en múltiples casos, y esto lo vemos reflejado en el ejemplo denotado anteriormente las dependencias tanto  hacia el ahorro como hacia la propensión a consumir dependen mucho de los ingresos y de la psicología arraigada de cada individuo. 

BIBLIOGRAFIA
En la zona rural, Colombia se 'raja' en trabajo decente,  Angela Forero y Marcela Apolinar 30 de noviembre 2015, El Tiempo
Teoría General del empleo,  el interés y el dinero, John Maynard Keynes,1936






























POSIBLE SECTOR REPRESENTATIVO EN COLOMBIA PARA EL MULTIPLICADOR DE OCUPACIÓN


Leonardo Muñoz


Es un hecho que actualmente económica basada en el paradigma neoclásico está en crisis, dado que se ha evidenciado que la excesiva matematización plasmada en modelos econométricos no explican la realidad y han sido desastrosas las políticas basadas en ello, creando brechas de desigualdad y pobreza terribles, por suerte actualmente la economía parece que se ha dado cuenta del error y comienza a alejarse del equilibrio basado en la tan antiquísima mecánica newtoniana y comienza a incorporar más variables que nos harían dudar sobre si alguna vez existió el homoeconomus.

John Maynard Keynes resulta ser un innovador en la teoría económica al ser  pionero en la introducción de variables psicológicas como la propensión al consumo y las expectativas,  cabe destacar que parece ser este el camino correcto de la economía, es así que a un actual ganador del premio nobel en economía en 2017  Richard Thaler se le reconoce por “sus contribuciones a la economía conductual o del comportamiento. En palabras de uno de los integrantes del Comité de Premiación, Thaler “hizo a la economía más humana” 

Para el análisis keynesiano las expectativas juegan un papel súper importante para las inversiones, es así como se desarrolla el concepto de multiplicador de ocupación este nos indica como aumenta la ocupación con aumentos en la inversión, siendo representada por k prima. Por tanto tenemos lo siguiente ΔN= K’ΔN2  en donde K’ ≠ K pero si asumimos que N2  representa el comportamiento de la industria de inversión como la media del comportamiento de todos los sectores entonces tenemos que K=K’. Es así como este sector N2 representativo de la economía aumenta o disminuye las expectativas de inversión en otros sectores.

Lo que me pareció interesante y confuso fueron los supuestos que hay detrás y a las conclusiones que se llegaron en clases. Los supuestos son dos, primero que existe un sector representativo en una economía y segundo que este mismo no debe realizar inversiones en tecnología, no innova. ¿Qué características tiene el sector representativo? Inicialmente podría pensarse que es el que más produce ganancias para la economía, sin embargo esta no es condición suficiente, porque lo que más importa es que este sector ocupe más mano de obra, por eso en Colombia Ecopetrol no puede representar este sector dado que contratan a muy pocas personas. Se mencionó que si el sector de la agricultura, considerando que el país fue un gran exportador de Café, pero fue descartado dado que Brasil es actualmente el que domina el mercado. Por tanto para el primer supuesto se tienen las siguientes condiciones: Que aporte significativamente a la economía y que contrate a muchos trabajadores.

A mi parecer el sector que cumple y no en sentido estricto las condiciones es el sector servicios, en cuanto a la innovación tenemos:

“La innovación en servicios presenta características muy particulares, y que las hace diferir frente a la innovación del sector industrial,  tal como se muestra a continuación, apoyado por un estudio de la OCDE (2005):
·     La innovación en el sector de servicios se deriva menos de las inversiones en I+D formal y se basa más en la adquisición de conocimiento de fuentes externas.
·     El desarrollo de recursos humanos es especialmente importante para las empresas de servicios, dada su alta dependencia de trabajadores altamente calificados y altamente cualificados.
·     Las estrategias de innovación que actúan sobre el capital humano de las empresas tienen una mayor influencia en el sector servicios que en los sectores manufactureros e industriales.
·     La tecnología es menos importante para el proceso de desarrollo de nuevos servicios.
·     El papel de las empresas de reciente creación en la actividad innovadora es mayor en los servicios que en la manufactura, de modo que el espíritu empresarial también es un factor clave en la innovación de los servicios.
·     La innovación en servicios es a menudo de carácter no tecnológico.”
En cuanto al aporte que hace este sector a la economía Colombiana se tiene que: “Recientemente, el Dane reveló que el valor agregado de todos los sectores de servicios de la economía creció a 4,3% real anual durante el primer trimestre de 2018, superior al 2,6% registrado un año atrás. En línea con lo observado en los últimos años, dicho crecimiento logró superar el desempeño de la economía (como un todo), que se expandió solo 2,2% en el mismo período.” Mostrando que es un sector que está en expansión y crecimiento. 


Referencias



https://www.larepublica.co/analisis/sergio-clavijo-500041/sector-servicios-desempeno-reciente-y-perspectivas-2755195






Propensión marginal a consumir en Colombia


Cód.: 104415010609
La propensión a consumir keynesiana es la relación funcional existente entre un nivel de ingreso dado y el gasto de consumo para dicho nivel de ingreso. Y la suma que la comunidad gasta en consumo depende a) del monto de su ingreso, b) de otras circunstancias objetivas que lo acompañan, c) de las necesidades subjetivas y las inclinaciones psicológicas y hábitos de los individuos y d) de los principios según los cuales se divide el ingreso entre los individuos. Los dos primeros son factores objetivos, los restantes son subjetivos.
De entre los factores objetivos, Keynes cita: a) un cambio en la unidad de salario; b) un cambio en la diferencia entre ingreso e ingreso neto; c) los cambios imprevistos en el valor de los bienes de capital, no considerados al calcular el ingreso neto; d) cambios en la tasa de descuento del futuro (esto es, la relación de cambio entre los bienes presentes y futuros); e) cambios en la política fiscal; y f) cambios en las expectativas acerca de la relación entre el nivel presente y el futuro del ingreso, de su exposición, llega a la conclusión de que en una situación determinada, la propensión a consumir puede considerarse como una función bastante estable. Los cambios imprevistos en el valor de los bienes de capital pueden hacer variar la propensión a consumir, y las modificaciones sustanciales en la tasa de interés y en la política fiscal pueden producir cierta diferencia; pero los factores objetivos que pudieran afectarla, si bien no deben despreciarse, no es probable que tengan importancia en circunstancias ordinarias.
Para Keynes, el hecho de que, dada la situación económica general, el gasto en consumo dependa principalmente del volumen de producción y ocupación, justifica que no se consideren los otros factores en la función general, propensión a consumir, porque, mientras los demás pueden variar, el ingreso total es, por regla general, la principal variable de que depende el consumo. En consecuencia, el consumo depende principalmente del volumen de ingreso total, y los cambios en la propensión misma son de importancia secundaria, respecto a la forma normal de la función, cabe decir que el consumo aumenta a medida que crece el ingreso, aunque no tanto como éste. La relación entre el incremento del consumo y el incremento del ingreso de un hombre es positiva pero menor que la unidad. De este modo, un ingreso creciente irá con frecuencia acompañado de un ahorro mayor; y un ingreso en descenso, acompañado de un ahorro menor, en mayor escala al principio que después.
Para Keynes, fuera de los cambios de corto periodo en el nivel del ingreso, resulta evidente que un mayor nivel absoluto de ingreso se inclinará, por regla general, a ensanchar la brecha que separa al ingreso del consumo. Esto impulsará casi siempre a ahorrar una mayor proporción del ingreso cuando el ingreso real aumenta. “consideramos como regla psicológica fundamental de cualquier sociedad actual que, cuando su ingreso real va en aumento, su consumo no crecerá en una suma absoluta igual, de manera que tendrá que ahorrarse una suma absoluta mayor, a menos que al mismo tiempo ocurra un cambio en los otros factores.” (Keynes, 1936).
El menor crecimiento del consumo que podía preverse en una economía en crecimiento tendría para Keynes consecuencias desafortunadas. Pues, para él el consumo es el único objeto y fin de la actividad económica. Las oportunidades de ocupación están necesariamente limitadas por la extensión de la demanda total. Ésta puede solamente derivarse de nuestro consumo presente o de nuestras reservas para el consumo futuro. Siempre que se produzca un objeto durante el período, con la intención de satisfacer el consumo posteriormente, se pone en movimiento una expansión de la demanda corriente. Ahora bien, toda inversión de capital está destinada a resolverse, tarde o temprano, en desinversión de capital. Por tanto, el problema de lograr que las nuevas inversiones de capital excedan siempre de la desinversión de capital en la medida necesaria para llenar la laguna que separa el ingreso neto y el consumo, presenta una dificultad creciente a medida que aumenta el capital. Las nuevas inversiones sólo pueden realizarse como excedente de la desinversión actual del mismo, si se espera que los gastos futuros en consumo aumenten. Cada vez que logramos el equilibrio presente aumentando la inversión estamos agravando la dificultad de asegurar el equilibrio mañana. Una propensión a consumir descendente en la actualidad, sólo puede amoldarse al provecho público si se espera que algún día exista una propensión mayor a consumir
Ya dada una breve resumen de la explicación que Keynes nos brinda sobre la propensión marginal a consumir podemos  ver como esta se ve reflejada en Colombia y una forma muy fácil es  mirando las estadísticas del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane) el cual  reportó que en 2017 el gasto en el consumo total creció 2,2%, frente a un crecimiento de 1,7% que tuvo en 2016. En el desagregado, el componente de consumo del Gobierno creció 4% el año pasado, frente al 2,4% reportado en 2016. El gasto de los hogares por su parte creció 1,7%, mientras que en 2016 dicho gasto aumentó 1,5%.
Estos datos se derivan de la información del Producto Interno Bruto (PIB) mirado desde la demanda, que reveló el Dane, Según la entidad, desde la demanda se logró, además de un consumo total creciendo al 2,2%, unas exportaciones variando -0,6% y una formación bruta de capital creciendo 0,1%. el crecimiento del consumo de los hogares se dio principalmente por una variación de 2,8% en el alquiler de vivienda, los servicios como agua y electricidad, el consumo de gas y otros combustibles; también de 2,8% en alimentos y bebidas no alcohólicas, y de 2,1% en recreación y cultura.
Bibliografía:
·       Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero
·       https://www.portafolio.co/economia/el-consumo-total-en-colombia-crecio-2-2-en-2017-514550

Anualidades: “Cálculos no tan inmediatos”


Cristian Crucerira


         Como ya sabemos las anualidades son una serie de rendimientos probables que se tienen al adquirir una inversión, en simple son la cantidad de dinero que el empresario espera ganar (expectativas) en un tiempo determinado. Para mi escrito, voy a tomar el ejemplo que se realizó en clases, lo cual se definía las anualidades para 5 años después de realizar cierta inversión y en cada año se recibiría la misma cantidad de dinero. Para poder dar un balance en tiempo presente de lo que se obtendrá a largo plazo (lo que se conoce como Valor Presente Neto) y así determinar si la inversión es conveniente o no. Para esto se debe tener en cuenta varios factores, entre estos: La inflación, este factor es uno de los más importantes y es al cual me voy a referir en mi texto. Pues para calcular las anualidades a largo plazo, el primer factor que se debe de tener en cuenta es este, pues es determinante para poder dar una respuesta de si es mejor invertir o no invertir.

        
Si realizamos el ejemplo  antes mencionado y tomando una empresa colombiana que ha decidido realizar una inversión en el año 2012 y quiere saber cuáles serán sus ganancias o anualidades en los 5 años próximos. Quien esté dispuesto a calcular las anualidades, debe de tener en su poder tanto información y datos como conocimiento matemático que le permita calcular dicha operación. Siguiendo con la línea del tema, entre información y datos, debe de tener una idea de cómo será  el comportamiento de la inflación  para los años próximos y así poder generar confianza en los resultados obtenidos.
       Según cifras DANE: “Para el año 2013 la inflación fue de 1,94%, para 2014 fue 3,66%, para 2015 fue 6,77% para 2016  fue de 5,75% y para 2017 fue 4,09%.”
        Para los dueños de la empresa colombiana a la hora de calcular las anualidades, estas serían en cantidades iguales (así fue el ejercicio en clase) pero como sabemos que la inflación juega un papel importante a la hora de determinar el poder adquisitivo del dinero, esta empresa debió haber hecho los cálculos correspondientes y sacar la siguiente conclusión (visto solo desde la inflación): aunque en el año 2015 se espera una inflación suba unos cuantos puntos (6,77%) con relación a los demás años, entonces este sería en el único año en que las ganancias que obtendrá la empresa tengan un poder adquisitivo menor que el resto de años de los cuales se ha hecho el estudio.
        Para concluir debo aclarar que este solo es un factor que dificulta el cálculo de las anualidades y valor presente neto, pues hay otros por los cuales se debe pasar para que la respuesta sea efectiva y creíble. Es por eso que estos valores son difíciles de encontrar. “no son cálculos inmediatos”.
REFERENCIAS:


EL MARAVILLOSO VIAJE DEL DINERO Y LA ILUSIÓN DE SEGURIDAD QUE CREA EN SU PARADAS



Oscar Samuel Velasco.
Dentro de la teoría económica existe un tema interesante en cuanto a uno de los vicios y herramientas que ha tenido el ser humano desde que se creó. Y es el dinero, George Shackle dice de el que es la mejor manera cuantificar lo incuantificable (SHACKLE, 1976), y es la mejor herramienta que tiene la sociedad para poder dar un valor que abarcar todo el conjunto de bines y servicios que hay en el  mercado. Gracias al dinero todo ser humano sabe que todo tiene un precio representado en dinero, y este a su vez da una pequeña noción de seguridad al que porta una buena cantidad de este material.
Teniendo en cuanta esto es muy interesante el hecho de que mediante el uso del dinero podamos obtener una especie de satisfacción y a la vez una sensación de seguridad creada en nuestra mente, hablemos de una variable psicológica que nos induce a que si consumimos con nuestra buena cantidad de dinero obtendremos buenas recompensas, entre ellas la tranquilad.
 Pues bien partiendo de lo importante que es para la sociedad el hecho de tener dinero y el efecto que produce el usarlo dentro del mercado, podemos llegar al punto al cual yo quiero poner en cuestión y es la velocidad del dinero.  La velocidad de circulación del dinero es una variable considerada en la teoría cuantitativa del dinero, la cual consiste en
                                                                        MV=PY
En donde M= cantidad de dinero, V= velocidad del dinero o más bien el número  de veces de una unidad monetaria cambia de individuos durante un determinado periodo de tiempo. P= índice de precios y Y= producto o renta nacional en términos reales. Y teniendo esto en cuenta se puede, mediante un sencillo despeje llegar a que la velocidad de transacción del dinero se puede obtener mediante la división del valor nominal de producción entre la cantidad de dinero circulante, ósea V =  PY/M (PAMPILLÓN, 2008).
Hasta ahí la parte técnica de la velocidad del dinero, sin embargo quisiera hacer alusión a un ejemplo que me pareció extraordinario para poder comprender a que se hace referencia en cuanto a la circulación del dinero:
“Estamos en el mes de agosto en una pequeña ciudad de la costa, en plena temporada, cuando inesperadamente cae una lluvia torrencial por lo que hace varios días la ciudad parece desierta.
Hace tiempo que la crisis viene azotando este lugar, todos los habitantes tienen deudas y viven a base de créditos. Por fortuna, llega un ruso mafioso forrado de “plata” y entra en el único pequeño hotel del lugar. Pide una habitación. Pone un billete de 100 euros en la mesa de la recepcionista y se va a ver las habitaciones.
El jefe del hotel agarra el billete y sale corriendo a pagar sus deudas con el carnicero.
Éste toma el billete y corre a pagar su deuda con el criador de cerdos.
El criador de cerdos sale corriendo para pagar lo que le debe al molino proveedor de alimentos para animales.
El dueño del molino toma el billete al vuelo y corre a liquidar su deuda con María, la prostituta a la que hace tiempo que no le paga. En tiempos de crisis, hasta ella ofrece servicios a crédito.
La prostituta con el billete en mano sale para el pequeño hotel donde había traído a sus clientes las últimas veces y que todavía no había pagado y le entrega el billete al dueño del hotel.
En este momento baja el ruso, que acaba de echar un vistazo a las habitaciones, dice que no le convence ninguna, toma el billete y se va.
Nadie ha ganado un euro, pero ahora toda la ciudad vive sin deudas pendientes y mira el futuro… ¡¡¡ con confianza!!! (PATIÑO, 2012)
Y para agregar, el texto del ejemplo añadía la siguiente frase o moraleja: “si el dinero circula se acaba la crisis”
Ahora si, el punto al cual yo quiero llegar mediante la explicación técnica de la velocidad del dinero y en especial de acuerdo al ejemplo o historia presentada, es el gran papel que desempeña el dinero en nuestras vidas, que llega casi al punto de convertirse en un factor fundamental para el mantenimiento y unión  de la sociedad. Ya que gracias a la confianza en el crédito y en que todos en algún futuro pagarían sus respectivas deudas, la gente del pueblo podía seguir produciendo y consumiendo productos y servicios, aun ante la falta de dinero físico en el pueblo que llegará a sustentar el pago de las deudas. Sin embargo me parece totalmente loco e increíble que con tan solo el simple hecho de que el turista ruso dejase un billete de $100, todos en el pueblo, mediante la velocidad de circulación del dinero o el movimiento de este de mano en mano, hubieran pagado sus deudas y obtenido una esperanza y confianza en el futuro. Y es que paso de una manera tan rápida que el billete llego al mismo punto de donde partió, dando garantías de seguridad y seriedad a los agentes económicos involucrados en las transacciones. Además es impresionante como un solo billete de $100 pagó el equivalente a producción y deuda en la economía de ese pueblo de $700. La verdad es que es muy difícil concebir que por tan solo un billete, usado de forma algo atrevida, los individuos de un pueblo arreglan todos sus respectivos problemas financieros gracias a la magia de la circulación del dinero y su papel desempeñante en cuanto a la solución de la deuda o crisis que sufría el pueblo.
Como conclusión, se podría decir que efectivamente si hay dinero circulante dentro de cualquier economía en crisis, puede este llegar al punto de solucionarla, y no es necesario de que sean grandes cantidades de dinero, sino cantidades de dinero que se usen de manera eficiente dentro de la economía en crisis, y como se vio en el ejemplo, entre más rápido y eficazmente uses el dinero que no sea tuyo o que sea prestado, más rápidamente se solucionan tus problemas financieros y los de tu comunidad sin la necesidad de quedar con una mala imagen.

Bibliografía

PAMPILLÓN, R. (8 de 2 de 2008). economy.blogs.ie.edu. Obtenido de economy.blogs.ie.edu: https://economy.blogs.ie.edu/archives/2008/03/que_es_la_veloc/
PATIÑO, M. (28 de 2 de 2012). comparativadebancos.com. Obtenido de comparativadebancos.com: https://www.comparativadebancos.com/como-funciona-la-economia/
SHACKLE, G. (1976). 33. LA CIENCIA DE LA IMPRECISIÓN. En G. SHACKLE, EPISTEMICA Y ECONOMÍA (págs. 377-381). MADRID: FONDO DE CULTURA ECONOMICA.



EFICIENCIA MARGINAL DEL CAPITAL



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 “Tasa de descuento que lograría igualar el valor presente de la serie de anualidades dada por los rendimientos esperados del bien de capital, en todo el tiempo que dure, a su precio de oferta”. 

El incentivo a invertir va a depender de la eficiencia marginal del capital. Por tanto, cuando un sujeto realiza una inversión, éste espera alcanzar en el futuro una serie de rendimientos esperados que de otro modo no obtendría. Esto es lo que Keynes denomina precio de demanda del capital. Además de estos rendimientos, se encuentran el precio de oferta del bien de capital, que no es otra cosa que su coste de reposición. Este rendimiento dependerá del precio del bien producido y del volumen de venta que a su vez depende de la demanda de los consumidores. Así mismo, el rendimiento dependerá de los costos económicos de los diferentes factores de producción, entre los que se encuentran los precios de los insumos, de los salarios.
En otras palabras, para Keynes se explica que la tasa de descuento que iguala el flujo de rentabilidad esperada durante la vida útil del bien de capital con el precio de oferta del mismo bien de capital o  su costo de reposición es la tasa de eficiencia marginal del capital, es decir que logra la igualdad entre el valor actualizado de los rendimientos esperados y el precio de oferta de la inversión.
Para Keynes, lo importante son las propias expectativas del individuo sobre el rendimiento futuro que puede obtener de la inversión, las cuales son decisivas para la determinación de la eficiencia marginal del capital, junto al precio corriente de oferta del capital. A medida que aumenta la inversión en un determinado tipo de bien de capital, se reduce su eficiencia marginal debido a dos factores; por un lado, la disminución de las expectativas sobre los rendimientos probables de ese bien sobre todo en el largo plazo; y por otro, el aumento del precio de oferta de dicho bien de capital, debido a la presión sobre las instalaciones para producirlo.
De este modo, la eficiencia marginal del capital es una función decreciente en el volumen de inversión en el propio bien de capital. Donde la regla de decisión es igualar la tasa de interés a la función del rendimiento marginal del capital. De esto se deduce que la inversión depende principalmente de la eficiencia marginal del capital, pero también del tipo de interés de mercado, que es un dato objetivo para el inversor individual.
Las expectativas de largo plazo que los empresarios consideran se encuentran como algo fundamental en la toma de decisiones sobre las inversiones actuales y futuras. El estado de confianza es un factor de la eficiencia marginal del capital y éste influye de manera significativa en la demanda de inversión o en la predisposición de los empresarios a invertir en nuevos negocios o aumentar la capacidad instalada.Si bien es cierto que los artífices de la disciplina económica han trabajado por proporcionar herramientas que posibiliten efectuar cálculos y más cálculos sobre pronósticos o predicciones del mercado y sus variables más importantes, existe un factor psicológico determinante propio de los agentes económicos, en este caso propio del empresario que es responsable de su disposición a asumir riesgos o de la satisfacción que le produce construir o desarrollar nuevos proyectos o negocios. Es decir, la inversión no está exclusivamente supeditada a una serie de “cálculos fríos”, el componente psicológico es fundamental en razón de que no existe instrumento matemático alguno que pueda predecir con total exactitud el desempeño de los mercados en el tiempo.









http://macareo.pucp.edu.pe/~mplaza/020/apuntes_de_clases/teoria_macroeconomica/keynes_eficien_marg_capital.pdf